A finales de septiembre se celebró en Bilbao con gran éxito de crítica y público Naukas 2014. Este año, y tras las quejas (justificadas) que se alzaron el año pasado sobre la escasa participación femenina en el evento, las mujeres han representado casi un 20% del total de los ponentes.
Teresa Valdés-Solís, Helena Matute, Laura Morrón, Natalia Ruiz Zelmanovitch, Itziar Laka, Rosa Porcel, Rosa García Verdugo, Deborah García Bello, Almudena M. Castro, Dolores Bueno, Clara Grima y Ana Aguirre hablaron en sus respectivas charlas de varios temas científicos y cautivaron a la audiencia.
«La amenaza del estereotipo» se titulaba la charla de Beatriz Sevilla, en la que exponía que sólo el 38% del personal científico en España son mujeres e intentaba explicar el porqué de esta menor presencia femenina. (No voy a destripar la charla).
Es evidente que en nuestra sociedad hay un estereotipo, una imagen que separa a mujer y ciencia, mujer y carreras científicas, y que esa idea, esa imagen, se crea en las mujeres desde muy jóvenes.
Esta misma semana, Benetton comercializaba una camiseta para niñas con este fantástico slogan.
Increíblemente, en el año 2104 existen creativos y diseñadores que no sólo encuentran graciosas ese tipo de frasecitas si no que, además, no han aprendido nada de su trabajo y anteriores crisis publicitarias provocadas exactamente por lo mismo. En el año 1992, la casa Mattel, creadora de Barbie, tuvo que retirar una Barbie adolescente que decía «Las matemáticas son difíciles».
Ni las matemáticas, ni las ciencias ni las ingenierías son más difíciles para las mujeres o para las minorías raciales. No es ese el motivo de su menor presencia, es uno de los mitos que he encontrado en este artículo del portal LiveScience, publicado hace justo un año.
Otros que aparecen mencionados son los siguientes:
- Las chicas desde que empiezan el colegio están menos interesadas en la ciencia.
Sobre este tema, ya apareció en este mismo blog un post en el que se dejaba claro que esto no es cierto. El interés por la ciencia es exactamente el mismo a edades tempranas y es sólo a partir de los diez años, más o menos, cuando los estereotipos sociales (camisetas, barbies, «eso es difícil» para ti) calan en las niñas haciendo que se alejen de la ciencia.
- Las acciones llevadas a cabo en clase para (discriminación positiva) promover el interés de las niñas hacia las ciencias provocan rechazo en los niños.
Falso. Los educadores han descubierto que estas acciones también aumentan el interés de los niños. Los niños, al ver imágenes de mujeres científicas o astronautas o ingenieras en el CERN no piensan «yo no podría hacer eso» sino piensan «yo también puedo hacer eso»… ellos no están amenazados por ningún estereotipo.
- No existe un sesgo de los profesores hacia sus alumnos masculinos.
Esto, lamentablemente, tampoco es verdad. Como bien explica Beatriz en su charla con el famoso experimento del mismo CV con nombre de hombre y de mujer existe un sesgo positivo hacia los hombres y negativo hacia las mujeres, como también explica Beatriz al analizar los resultados de varios tribunales de tesis en Italia.
Aún así, y como no todo iban a ser malas noticias, es verdad que en los colegios y en educación primaria se hace un esfuerzo para involucrar por igual a todos los alumnos, intentando que el interés por la ciencia no desaparezca entre las niñas.
- Si las niñas no está interesadas en ciencia, hay poco que los padres puedan hacer.
Aunque es cierto que cada niño, cada persona, puede tener unos intereses distintos, unos gustos diferentes, la labor de los padres y de los profesores es fundamental a la hora de descubrirles cuáles pueden ser esos intereses y cómo fomentárselos. Acompañar a nuestros hijos a un museo de ciencias, a un planetario o a una excavación arqueológica, compartir con ellos un documental sobre el universo, el cuerpo humano o los dinosaurios puede abrirles los ojos a nuevos mundos que desconocen.
Exactamente igual ocurre con las «humanidades»: visitar una colección de pintura, conocer la figura de Picasso o aprender a escuchar música clásica son todas maneras de apoyar, favorecer y descubrir los gustos de nuestros hijos.
Por supuesto y esto también es fundamental sea cual sea su orientación a la hora de elegir una carrera universitaria, jamás hay que decirles: eso no tiene futuro o ¿para que sirve? Esas dos frases hunden cualquier atisbo de verdadera curiosidad e interés en una materia.
Hay algunos mitos más, como la idea de que las mujeres de manera innata están menos dotadas para el pensamiento espacial u otro tipo de habilidades intelectuales. Se ha demostrado que esas supuestas incapacidades no son para nada innatas sino que vienen dadas por la cultura y son cultivadas por el estereotipo.
Como bien dice Beatriz, lo primero para solucionar esta situación es ser consciente del problema.
- La participación de 2 mujeres en un evento con 44 ponentes.
- Jotdown publicó hace unas semanas una encuesta titulada ¿Cuál es el mejor científico y divulgador actual? en la que proponía 10 nombres y ¡oh sorpresa! sólo aparecía una mujer.
- La revista Métode publicó, siguiendo el ejemplo de Science, una lista con los divulgadores más importantes en twitter y a pesar de ser una mujer la autora de dicha lista, la presencia de mujeres se pasó completamente por alto.
Seguro que en ninguno de estos tres casos hubo voces que dijeran: «No queremos mujeres», sencillamente nadie lo pensó.
Empecemos por ahí, por ver el problema. Un problema provocado por ese sesgo presente en la sociedad y que muchas veces no apreciamos.
Una vez que hayamos aprendido a mirar, ver y admitir el sesgo con el que hablamos a nuestras hijas o pensamos en mujeres y ciencias, conviene plantear muchas acciones positivas y esperar que todo esto funcione y en próximos eventos, listas y encuestas ya nadie piense en cuántas mujeres hay porque esas diferencias hayan desaparecido.
Sobre la autora
Ana Ribera (Molinos), historiadora con 14 años de experiencia en el mundo de la televisión. Autora de los blogs: Cosas que (me) pasan y Pisando Charcos
11 comentarios
Hola,
¿ Cuándo saldrá un post, artículo, etc,….sobre la presencia masculina en el profesorado de preescolar, o primaria,….?, ¿ y sobre los ATS?, ¿ sobre los peluqueros,….?, …. . Yo creo que ya se hace bastante y la concienciación es alta en las generaciones que suben, pero cuidado con asomarse con la discriminación positiva porque para servidor es algo muy, muy delicado. Es un opinar mismamente.
c.
Carlos, la discriminación positiva es efectivamente algo muy delicado y que no puede servir para que el hecho de ser mujer sirva como justificación para un puesto o promoción en cualquier sitio.
Sobre la presencia de hombres como enfermeros, profesores o peluqueros…coincido contigo en que puede ser interesante pero este es un blog de Mujeres y Ciencia.
Gracias por tu respuesta Ana. No me paso mucho por aquí y no lo había visto antes. Estoy de acuerdo en que quizá no es el sitio donde responder y profundizar. De hecho, con todo el cariño, el título deste blog puede tomarse por discriminatorio. Esto siempre es fácil: » Hombres y ciencia «, ¿ a que suena machista ?. Pues lo mismo sensu contrario desde mi punto de vista. Como verás no soy muy pro discriminación positiva.
Así que una hija TEDAX. Bueno, ya se le pasará, ….esperemos.
Interesante post, Ana. Sólo un pequeño aporte. Ya en el evento de 2011 (bajo la marca ‘Amazings’) hubo muchas críticas a la ausencia de mujeres. Entonces sólo hubo dos mujeres entre 25 hombres ponentes, y una de ellas porque era autora de una exposición de fotografía. En ese momento, al contrario que ahora, las críticas a dicho desequlibrio fueron contestadas ‘con el el cuchillo en la boca’ por algunos divulgadores (muy pocos, realmente). Me alegra saber que avanzamos y que incluso los y las participantes en el acto asumen que en los eventos las mujeres tienen que contar con más o menos el mismo porcentaje de participación que en la naturaleza.
Gracias por el comentario Oscar. Es verdad que en Amazings 2011 también hubo quejas y contestaciones con el cuchillo entre los diente como bien dices; yo misma escuché «es que no hay». Y claro que las hay, sólo que menos visibles aunque es verdad que ahora mismo se está avanzando mucho. Creo que el primer paso ya se ha dado, al ser conscientes del problema.
Yo debo decir que un poco de cuchillo saqué… en parte por motivos válidos y en parte por opiniones que he cambiado con el tiempo.
Los motivos que sigo considerando válidos son que en muchas de estas críticas se decía:
– Que sólo había una mujer en el evento. Cosa que, como dices en tu comentario, no es cierta (eres de los pocos que habla de 2). La exposición se organizó con un gran esfuerzo de la Cátedra y tuvo su propia charla en la sala donde estaban las fotos (una sala paralela como pasa con Naukas kids, por ejemplo). Es decir, para dos que hay, se le resta visibilidad a una (yo misma, con todo el dolor de mi ego). Creo que, para hacer la crítica, 2 ya eran bastante pocas XD.
– Que esa mujer, a saber, América Valenzuela, estaba ahí por guapa básicamente. O sea, que Amazings es machista, pero en cuanto sube una mujer al escenario se pone en duda su valía. Pueeeees, apaga y vámonos.
Por otra parte, debo admitir, que en aquel momento la crítica «sorprendió» porque, sinceramente, no era un tema que jamás se hubiese tratado internamente, ni para bien ni para mal. Dado que la presentación de charlas había sido voluntaria, (no había habido un proceso de selección que dejase fuera a las mujeres, dicho llanamente), se dio por hecho que la discriminación no era posible. De hecho, la acusación de machismo, a mí, me sigue pareciendo algo inexacta: no luchar activamente del lado del feminismo (implementando medidas de discriminación positiva) no significa necesariamente ser un machista retrógado comemujeres. Significa que, en aquel momento, el problema todavía no se había planteado y lo que se vio en aquel evento fue el reflejo de una situación más general, triste pero real.
Tras este debate (y algunos papers más tarde, jeje) yo misma he cambiado mi postura respecto a la discriminación positiva… y creo que la reflexión ha sido positiva para todos, en general. Todo sea seguir empujando en la dirección correcta.
Coincido con Carlos. Además, como suele pasar, este texto contiene elementos discutibles y además, este tópico comienza a ir contra la propia experiencia: hace poco publicaban una gráfica en la que se observaba que el número de mujeres en el inicio de su carrera científica era mayor que el de hombres, lo que sugiere que ya han cambiado las cosas. Yo mismo sólo he tenido estudiantes de doctorado femeninas. Y tampoco se tiene nunca en cuenta el factor histórico (tiempo de carrera que hace falta para llegar a puestos senior y cantidad de éstos respecto de la cantidad de mujeres que iniciaban la carrera investigadora en su momento, o estimación de cual va a ser la distribución masculino-femenino dentro de 10 o 20 años, predicción que dada la rigidez del sistema en España es perfectamente posible) ni el factor local: en España las políticas actuales unidas a los métodos burocráticos hacen imposible extrapolar un experimento como el famoso del CV masculino y femenino.
Y hablando de esterotipos, nunca se habla de la (falta de) presencia femenina en profesiones consideradas «de hombres»: construcción, electricistas, fontaneros, transportistas, mecánicos…etc mecánico es un buen ejemplo, ya que es una profesión muy técnica: ¿como reaccionarían muchas madres, con m, al ver el interés de su hija por los motores y las llaves inglesas?. En estas profesiones parece que la paridad no cuenta ni interesa y que el esteotipo está bien puesto.
Cesar, gracias por el comentario. Si el tópico empieza a no cumplirse ¡estupendo! eso es que algo estamos haciendo bien.
Sobre la presencia de mujeres como transportistas, mecánicos o electricistas también se podría hablar pero no en este foro. Y sobre las madres y lo que opinarían sobre esas carreras en teoría «más masculinas», yo solo te puedo hablar de mi experiencia. Mi hija mayor quiere ser policia de la brigada de explosivos. ¿Me parece bien? Si es lo que ella quiere me parece estupendo, me da pánico pero me lo daría igual si fuera un niño.
Y por otro lado y de eso escribí en otro sitio, coincido en que el término de la paridad es utilizado muchas veces a conveniencia. Para lo que interesa «paridad», para lo que no interesa mejor se pasa por alto y hablo por ejemplo de procesos de separación, de reducciones de jornadas laborales, etc, etc. Pero es un tema que se sale también del ámbito de este blog.
[…] es la Catedra de Cultura Científica y presentamos este blog. Nos centramos en un artículo sobre los sesgos, mitos y estereotipos que se asocian a la mujer y su relación con la ciencia. Este articulo, de otra autora, analiza […]
A veces pienso que es un sesgo que presenten a las mujeres como víctimas inconscientes que no se enteran y sin capacidad de elegir cuando son adultas. La carrera no la eligen cuando son niñas.
Hola Dip, soy una colaboradora de este blog y acabo de leer tu comentario. No creo que el defender los derechos de las mujeres, tanto en ciencias como en en otros ámbitos, sea presentarlas como vícticmas. Lo que muchas buscamos es luchar por una sociedad más justa e igualitaria que elimine prejucios y estereotipos en beneficio de todos.