Las mujeres no gozan de las mismas oportunidades que los hombres para desarrollar una profesión científica y para progresar en ella. Los datos al respecto son muy claros y se pueden resumir en el hecho de que conforme se avanza hacia puestos más altos en los escalafones académicos o profesionales, la proporción de mujeres va siendo cada vez menor.

Ese desequilibrio se viene produciendo desde hace mucho tiempo, tanto que, para justificar su permanencia, no cabe aducir que es la consecuencia de un estado de cosas en épocas pasadas y que desaparecerá, sin más, en unos años. La persistencia y magnitud del desequilibrio entre la presencia de mujeres y la de hombres en el mundo de la ciencia y la tecnología y, en especial, en los niveles altos de las carreras científicas hace necesarias actuaciones que lo corrijan, y eso es algo que solo se puede producir orientando esas actuaciones a combatir las causas.

No es este el lugar para abordar con rigor un análisis de las razones que subyacen a la desigualdad, aunque no dejaremos sin citar las dificultades añadidas que experimentan las mujeres por la maternidad o en razón de su mayor implicación en la atención a la familia, el sesgo antifemenino que opera en procesos de selección y promoción del personal científico (ver, al respecto, el caso de Jennifer y John) o la menor visibilidad de las mujeres científicas, entre otras.

Una entidad como la Cátedra de Cultura Científica no tiene encomendadas, de manera específica, actividades en pro de la igualdad de oportunidades de hombres y mujeres, de la misma forma que no las tiene en pro de otros objetivos como puedan ser, por ejemplo, el respeto a los derechos humanos. Su ámbito de actuación es la difusión social y promoción de la cultura científica. Pero ello no ha de ser óbice para que asuma un papel activo a favor de la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, especialmente si la desigualdad que se pretende combatir se produce en el ámbito de la ciencia y, por razones obvias, es susceptible de afectar de forma negativa al objetivo fundacional de la Cátedra, la difusión social de la cultura científica. Además -y esto es, si cabe, más importante- la razón de ser de una entidad como la Cátedra de Cultura Científica no tendría sentido si, en última instancia, su labor no tuviese como objetivo último la mejora de la condición humana en sus diferentes dimensiones. La Cátedra no promueve la cultura científica porque sí, sino que lo hace al servicio de un superior interés de carácter social, porque una mayor extensión social de la cultura favorece la existencia de una ciudadanía más libre y capacitada para incidir en su propio destino y en el devenir de la sociedad a la que pertenece. De la misma forma, la promoción de la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres en el ámbito científico es una forma de promover la igualdad con carácter general.

Lógicamente, cada entidad actúa en el ámbito que le corresponde. Por ello, quienes trabajamos en o colaboramos con la Cátedra de Cultura Científica hemos tomado la decisión de publicar un medio digital que ayude a dar mayor visibilidad a la actividad que han desarrollado y desarrollan las mujeres en los ámbitos científicos y tecnológicos.

Mujeres con ciencia nace con el objetivo de mostrar lo que hacen y han hecho las mujeres que se han dedicado y dedican a la ciencia y a la tecnología. Biografías, entrevistas, eventos, efemérides y todo tipo de crónicas o hechos relevantes tendrán cabida en este medio. Nuestro propósito es que Mujeres con ciencia dé a conocer la existencia de esas mujeres, su trabajo y las circunstancias en que lo desarrollaron o lo desarrollan.

Somos conscientes de la modestia de esta iniciativa y de que algo tan pequeño como un medio digital en un universo tan grande como es internet tiene una capacidad muy limitada de incidir en la marcha de las cosas. Pero ello no ha de ser una razón para la inacción. Desde su modestia, Mujeres con ciencia hará lo que esté a su alcance, desarrollando su labor con el propósito declarado en estas líneas.

La edición de “Mujeres con ciencia” corre a cargo de Marta Macho Stadler.

Sobre el autor

Juan Ignacio Pérez (@Uhandrea) es catedrático de Fisiología y coordinador de la Cátedra de Cultura Científica de la UPV/EHU.