Agnes Fay Morgan: de la economía doméstica a la nutrición

Vidas científicas

Las mujeres han jugado un papel clave en el desarrollo del campo de la nutrición humana. Aunque su origen como ciencia suele datarse en torno al trabajo de Lavoisier en la segunda mitad del s. XVIII, los primeros estudios sobre las necesidades nutricionales de las personas coinciden con la entrada de las mujeres a este campo, a principios del s. XX. Mientras la mayoría de los científicos varones contribuían al desarrollo de esta disciplina mediante investigaciones sobre aspectos químicos o bioquímicos de los alimentos, las mujeres tenían pocas oportunidades más allá de ocupar puestos en departamentos “de mujeres”, generalmente los de economía doméstica o ciencias domésticas. De ahí que sus carreras e investigaciones difieran enormemente de las de los hombres.

La química estadounidense Agnes Fay Morgan (1884-1968) rompió las barreras de la economía doméstica para abrir camino hacia la nutrición.

Agnes Fay Morgan. UC Berkeley.

Agnes Fay nació en Peoria, Illinois, EE. UU., el 4 de mayo de 1884. Era la tercera de cuatro hermanos nacidos de unos padres que habían migrado desde Irlanda. Ninguno de sus dos hermanos varones acudió a la universidad, mientras que su hermana Irene estudió Derecho y ejerció la abogacía. Fue un mecenas local quien facilitó la entrada de Agnes a la universidad; lo hizo a través de la donación de una beca económica para cursar estudios superiores, primero en Vassar College y posteriormente en la Universidad de Chicago. Aunque inicialmente se matriculó en Física, la influencia de su profesor Julius Stieglitz hizo que Agnes se decidiera finalmente por otra disciplina. Se licenció en Química en 1904 y obtuvo una maestría al año siguiente. Posteriormente comenzó a trabajar como profesora de esta materia.

Conoció al que pronto sería su marido, Arthur Ivason Morgan, durante el tiempo que trabajó en la Universidad de Montana, entre 1907 y 1908. Él era un antiguo soldado herido en la Guerra hispano-estadounidense que destinó su indemnización a realizar estudios superiores; ella era su profesora en último curso. Se casaron y se mudaron a Seattle por motivos de trabajo. Siendo docente de la Universidad de Washington, puesto que ocupó entre 1910 y 1912, Agnes se dio cuenta de que sería difícil ascender en la academia sin un doctorado. Regresaron a la Universidad de Chicago, donde completó una tesis en química orgánica, en tan solo dos años, bajo la supervisión del profesor Stieglitz. En aquella época, las mujeres obtenían tan solo el 11 % de los doctorados concedidos, y Agnes Fay Morgan fue, probablemente, una de las pocas mujeres casadas en recibir uno en química a principios del siglo XX.

Doctora casada llega a Berkeley

Entonces era común pensar que las mujeres que contraían matrimonio debían dejar de lado su carrera para dedicarse al cuidado del hogar y la familia. La academia no era ninguna excepción; las científicas casadas no eran bienvenidas en las universidades. Agnes recurrió a su director de tesis en busca de ayuda, quien escribió varias cartas de recomendación expresando la necesidad de ignorar el estado civil de Agnes porque su marido se encontraba aún convaleciente. Fue así como Fay Morgan consiguió que en 1915 la entrevistaran para un puesto de profesora asistente en la División de Nutrición del departamento de Economía Doméstica de la Universidad de California en Berkeley. A diferencia de lo que sería esperable, aquella entrevista no se la realizó su futuro jefe, sino la mujer e hija de este. Aceptó el puesto a cambio de 1800 dólares anuales, un 25 % menos de lo que cobraba un profesor asistente varón por el mismo trabajo, o lo mismo que cobraba uno que no fuera doctor.

A pesar de ser un tema del que apenas sabía nada, Agnes vio una oportunidad profesional en la aplicación de su formación en química al desarrollo de la ciencia de la nutrición en aquel departamento. Tenía serias desavenencias con la programación y forma de enseñar propias de los departamentos de economía doméstica, ya que a ella no le gustaba cocinar ni consideraba esencial la enseñanza del orden de la casa y la cocina. Por el contrario, se propuso construir planes de estudios con base científica y desacreditar, a través de métodos de investigación científica, mitos sobre las costumbres domésticas más comunes en los EE.UU.

Agnes Fay Morgan dirigió el Departamento de Ciencias del Hogar de Berkeley durante 38 años, desde 1916 hasta su jubilación en 1954. Fueron años llenos de desafíos y conflictos personales para ella, incluyendo el embarazo de su primer y único hijo en 1923, hecho que retrasó y ocultó debajo de su larga bata de laboratorio hasta haber asegurado la permanencia de su plaza.

Agnes Fay Morgan. UC Berkeley.

Su departamento atravesó dificultades económicas en una época en la que la financiación para investigación era escasa. Para recaudar fondos, Morgan ofrecía cursos de formación nutricional a maestras, enfermeras y sectores afines. Aquello debilitó la imagen del departamento dentro de la universidad, por lo que su espacio de laboratorio fue reducido y se le prohibió aceptar fondos de la industria para investigación A la dificultad de la situación se sumaba el hecho de que la plantilla criticaba a Agnes por mantener estándares académicos que eran demasiado altos para un programa de economía doméstica. Por encima de todas las dificultades, a ella le reconfortaba saber que sus estudiantes se caracterizarían por poseer una formación científica más sólida que la de programas hermanos, y que estarían preparados para desempeñarse en puestos que tradicionalmente no ocupaban estos graduados, como la gestión de la nutrición hospitalaria o la enseñanza en ciencias básicas.

Bioquímica y biodisponibiliad de las vitaminas

Más allá de su faceta docente, Agnes realizó numerosas investigaciones sobre composición y requerimientos nutricionales. Sus primeros trabajos se centraron en el contenido vitamínico de algunos alimentos y los efectos del procesamiento sobre ellos. Sus estudios sobre el calcio, el fósforo, la vitamina D y la hormona paratiroidea en la dieta demostraron que una dosis excesiva de vitamina D producía huesos quebradizos y calcificación de los tejidos blandos. También investigó las interacciones entre la vitamina A, el caroteno y la secreción tiroidea, y entre la vitamina B2, el ácido pantoténico y las secreciones de las glándulas suprarrenales.

Su investigación sobre la vitamina B5 y la función de las glándulas suprarrenales le valió el mayor reconocimiento. En 1940 demostró que esta vitamina es esencial para la pigmentación normal del cabello y la piel, y que una falta de ácido pantoténico da lugar a una insuficiencia suprarrenal que deriva en una pigmentación deficitaria. En 1949 recibió la Medalla Garvan-Olin de la Sociedad Estadounidense de Química por esta investigación.

En 1938, el departamento que dirigía Morgan tuvo su nueva casa en Facultad de Agricultura, y todos sus miembros se afiliaron a la Estación Experimental Agrícola de California. Fue entonces cuando ella comenzó a realizar los primeros estudios nutricionales de la población norteamericana. La encuesta incluyó registros de ingesta de alimentos durante siete días y un historial dietético, un examen físico completo con radiografías de huesos y análisis de laboratorio de sangre y orina. Llegaron a conclusiones hoy ampliamente conocidas, como que la densidad ósea comienza a disminuir en las mujeres entre los 50 y 65 años, y que el colesterol sérico está relacionado con la ingesta de grasas en la dieta.

Hasta su jubilación en 1954, Agnes Fay Morgan publicó alrededor de 200 artículos científicos y más de 70 artículos de revisión. Tras jubilarse oficialmente, siguió acudiendo al laboratorio y publicó cerca de 40 artículos más.

Su carrera profesional e innumerables contribuciones fueron reconocidas en un simposio celebrado en su honor en mayo de 1965. Ella misma clausuró el evento diciendo:

Estoy más interesada en el futuro de la nutrición que en su pasado. Si pudiéramos encontrar alguna manera de agregar la palabra ‘molecular’ al nombre de nuestro departamento, podríamos conseguir más prestigio, fondos y seguidores.

Agnes Fay Morgan murió el 20 de julio de 1968, a los 76 años.

Referencias

Sobre la autora

Edurne Gaston Estanga es doctora en ciencia y tecnología de los alimentos. Actualmente se dedica a la gestión de proyectos en organizaciones que fomentan la difusión del conocimiento de la ciencia y la tecnología.

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