Botánicas de Latinoamérica (8). María Teresa Murillo Pulido, una colombiana entre helechos

Vidas científicas

Colombia cuenta entre sus grandes figuras científicas con la investigadora María Teresa Murillo Pulido (1929-2017), altamente valorada por sus excelentes trabajos dedicados a los helechos. Gracias a sus numerosos méritos, fue la primera mujer aceptada en la Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales en 1970.

Desde 1950 hasta 2006, Murillo Pulido desarrolló su estimable carrera profesional en el Instituto de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de Colombia , dejando una profunda huella entre colegas y alumnos. Nos parece de interés, antes de centrarnos en sus contribuciones, recordar brevemente algunas de las características generales de las plantas a las que dedicó sus esfuerzos.

Helechos y afines. Wikimedia commons.

Desde el punto de vista botánico, los helechos son plantas vasculares sin semilla conocidas con el nombre de Pteridofitas. Esto significa que poseen un sistema conductor de agua y de sustancias nutricias, y que se reproducen por medio de esporas. Señalemos, sin entrar en detalles técnicos, que la semilla es una unidad reproductiva multicelular que contiene el embrión de la planta y sus nutrientes, mientras que la espora es también una unidad reproductiva, pero formada por una única célula microscópica.

Las esporas son las predecesoras de las estructuras reproductoras que emergieron posteriormente en la historia evolutiva, lo cual significa que los helechos existieron mucho antes que las plantas con flores, frutos y semillas. La comunidad especializada respalda en la actualidad que estos vegetales fueron las primeras plantas con tejidos conductores que conquistaron el medio terrestre hace unos 400 millones de años. La mejor evidencia disponible acerca de los inicios de esa conquista son precisamente esporas fosilizadas de aquella lejana época.

En la actualidad, los helechos se encuentran en regresión, y aunque muchos se han extinguido, como apunta la funcionaria del herbario de la Universidad de Granada Laura Baena, su huella está presente, pues han dado lugar a la formación de los yacimientos de petróleo, carbón, turba, hulla, lignito y antracita. La mayoría de ellos vive en la zona intertropical del planeta, en lugares húmedos y umbrosos, y sólo unas pocas especies presentan adaptaciones a la sequedad.

En los bosques tropicales de la región andina colombiana, señalan los profesores de la Universidad Nacional de Colombia Luz Amparo Triana-Moreno y José Murillo-A. (2005), sobreviven grupos importantes de helechos que mantienen una gran riqueza florística. Allí ofrecen su mayor diversidad, constituyendo un conjunto de plantas que cumple funciones de gran relevancia. Por ejemplo, el mantenimiento del equilibrio de los ecosistemas o la conservación de recursos hídricos, además de representar un elemento con un apreciable valor paisajístico.

La formación de una acreditada botánica

El 15 de octubre de 1929 nació en Bogotá María Teresa Murillo Pulido, hija del naturalista Luis María Murillo Quinche y de Isabel Pulido Cárdenas. Como describe la Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, entre los años de 1935 y 1944 la joven María Teresa realizó sus estudios de enseñanza primaria y secundaria. En 1945 se matriculó en la Universidad Nacional de Colombia, donde escogió estudiar botánica.

El que fuera decano de la Facultad de Biología, Jaime Aguirre Ceballos, ha recordado que «María Teresa participó en uno de los cursos iniciales sobre botánica taxonómica y sistemática que el ilustre naturalista Armando Dugand (1906-1971) propuso a su llegada a la dirección del Instituto de Botánica de la Universidad Nacional de Colombia allá por los años 40 del siglo XX». Subrayemos que Dugand fue un científico con «un manejo enciclopédico de la taxonomía vegetal y animal, y que estableció vínculos científicos mundiales» alcanzando notable prestigio.

María Teresa Murillo Pulido junto con Armando Dugand y Álvaro Fernández Pérez (1945). Caldasia.

A partir de 1950, Murillo Pulido desarrolló una larga y exitosa carrera en el Instituto de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de Colombia, que duró hasta el año 2006, impartiendo cursos sobre botánica taxonómica y sistemática. Apuntemos que este Instituto es considerado «orgulloso heredero de la Real Expedición Botánica del Nuevo Reino de Granada, dirigida en su día por don José Celestino Mutis entre finales del siglo XVIII y comienzos del siglo XIX», según ha descrito el respetado botánico colombiano Enrique Forero en Caldasia, la revista oficial del citado Instituto. Citemos asimismo que este centro es hoy uno de los más importantes de Latinoamérica, no solo por su tamaño y por su diversa colección de flora y fauna, sino también por la dimensión de sus investigaciones (Wikipedia).

Entre los años 1965 a 1967, Murillo Pulido disfrutó de una estancia como profesora visitante en el prestigioso Gray Herbarium de la Universidad de Harvard, donde amplió su investigación sobre Pteridofitas. Como describe Aguirre Ceballos, es clásica su contribución al campo de la botánica económica reflejada en la obra Usos de los helechos, resultado de su colaboración con el influyente doctor Richard Evan Schultes (1915-2001), biólogo estadounidense profesor de la Universidad de Harvard, reconocido por el estudio de las propiedades farmacológicas de muchas plantas de la Amazonía.

En los años 1971 y 1972, gracias a una beca que recibió del Gobierno de Holanda, María Teresa Murillo Pulido realizó estudios en «el mítico Laboratorio Hugo de Vries de la Universidad de Ámsterdam. Estancia de la cual quedan varias joyas sobre la morfología de las esporas de helechos de Colombia», ha explicitado Aguirre Ceballos, quien añade que «se trata de un material de consulta obligada en los campos de la bioestratigrafía y la geología histórica del país». Recordemos que Hugo de Vries (1848-1935) fue un gran botánico y uno de los primeros genetistas de su país.

Años más tarde, en 1991, Murillo Pulido viajó como invitada del especialista pteriodólogo David Lellinger a la Smithsonian Institution, Washington, con el fin de estudiar sus colecciones de helechos, según se describe en la página web de la Academia Colombiana de Ciencias.

«También incursionó María Teresa, continúa Aguirre Ceballos, en temáticas relacionadas con la morfología de la esporodermis (cubierta que protege a las esporas) de los helechos», tema de notable interés para la clasificación de estas plantas. Asimismo, refiere este exalumno, «fue una de las primeras discípulas colombianas del célebre profesor doctor Thomas van der Hammen (1924-2010)». Hammen fue un prestigioso botánico, geólogo y paleontólogo de doble nacionalidad, que nació en los Países Bajos y a partir de 1951 vivió en Colombia, donde falleció.

María Teresa Murillo Pulido. Caldasia.

Los extraordinarios resultados alcanzados por María Teresa Murillo Pulido han sido ampliamente reconocidos por sus colegas nacionales e internacionales. Así, por ejemplo, el citado doctor Jaime Aguirre Ceballos ha escrito que «de mis inicios como botánico, mantengo vívido recuerdo de la primera obra de María Teresa que conocí y estudié: El catálogo de los helechos y plantas afines del departamento de Cundinamarca [región del centro de Colombia], una de las iniciativas de investigación liderada por esa fantástica legión de pioneros de la botánica colombiana, entre quienes a todas luces María Teresa supo brillar».

Cabe asimismo rememorar que la carrera profesional de esta científica no solo fue muy prolífera en su vertiente investigadora, sino también en la docente. Con relación a esta última, su exalumno ha escrito, «tuve el privilegio de recibir sus clases en taxonomía vegetal, en particular lo referente a los helechos y plantas afines, su campo de especialidad. Desde ese entonces guardo inmejorables recuerdos en los cuales su impronta como persona y como docente, influyeron en mi carrera y en mi formación como botánico taxonómico».

Por otra parte, «María Teresa se destacó por la pasión que siempre tuvo por la conservación y mantenimiento de las colecciones de helechos en el Herbario Nacional Colombiano. Su celosa y excelsa labor […], es un referente apropiado para todos los que […] abracen esta hermosa ciencia de la botánica taxonómica». Testifica Aguirre Ceballos, en coincidencia con la opinión asumida por la mayoría de los y las especialistas, que Murillo Pulido «manejó y mantuvo con cuidado exquisito la colección de helechos y plantas afines» del citado herbario. De hecho, su obra dedicada al registro de los helechos de Colombia fue el primer inventario conocido sobre estas especies en su país.

Sus antiguos alumnos, afectuosamente se han referido a ella como La primera dama de la botánica en Colombia, recordando que «para alcanzar esta distintiva posición, María Teresa tuvo que bregar constantemente y asumir variados y numerosos retos, que con tesón y disciplina fue resolviendo en el transcurso de su prolífica vida académica».

En la formación de nuevos profesionales en la taxonomía y sistemática de helechos, afirma Aguirre Ceballos «María Teresa deja también uno de sus legados más valiosos, pues varios profesionales se formaron bajo su estricta dirección y tutoría y seguramente proseguirán con estas banderas».

Reconocimientos

Según se describe en la página web de la Academia Colombiana de Ciencias, María Teresa Murillo Trujillo recibió numerosos reconocimientos por sus contribuciones a la ciencia de las plantas. Valga destacar entre ellos que ha sido designada miembro de la Real Academia Española de Ciencias, de la American Fern Society de Estados Unidos, de la Associacão Latinoamericana de Paleobotânica e Palinología del Instituto de Geociencias de la Universidad de São Paulo, y de la International Association of Pteridologists (IAP) de Londres.

Asimismo, en la Academia Colombiana de Ciencias desempeñó el cargo de Tesorera por varios años. Como Académica de Número ocupó la Silla No. 28, y en el año 2008 fue nombrada Académica Honoraria. Sobre el estudio de los helechos colombianos escribió más de veinte artículos en revistas nacionales e internacionales.

En atención a los logros alcanzados en sus estudios sobre Pteridófitas, se le ha dedicado una placa conmemorativa con su nombre en la Sección de Helechos del Jardín Botánico de Medellín. En 1994 fue condecorada por la Universidad Nacional de Colombia con la Medalla al Mérito Universitario, y en 1995 la Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales le concedió el Premio Vida y Obra Integral de un Científico. El 22 de septiembre de 1998 la Universidad Nacional le confirió el título de Profesora Honoraria.

Valga terminar rememorando las palabras del citado Jaime Aguirre Ceballos, «con todo ese conjunto de acciones, María Teresa Murillo Pulido ha dejado una huella que perdurará por siempre en la historia de la botánica en Colombia». A ello podemos añadir el valioso referente para las jóvenes estudiantes que ha quedado plasmado en la figura de una científica cuyo principal proyecto de vida fue la clasificación taxonómica de los helechos de Colombia, logrando así contribuir vigorosamente al desarrollo de la rica botánica de su país. Un patrimonio que contabiliza en el balance de la biodiversidad de nuestro frágil planeta, cada vez menos verde.

Referencias

Nota de la editora

Este artículo es el octavo de una serie sobre botánicas latinoamericanas.

Sobre la autora

Carolina Martínez Pulido es Doctora en Biología y ha sido Profesora Titular del Departamento de Biología Vegetal de la ULL. Su actividad prioritaria es la divulgación científica y ha escrito varios libros sobre mujer y ciencia.

1 comentario

  • Dedicación total de una mujer que realmente dejo huella en este país en el mantenimiento del equilibrio de los ecosistemas – conservación de los recursos hídricos; «si hay agua hay vida»
    Ejemplo a seguir.
    Maravillosa. Gracias

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