Michiyo Tsujimura, la bioquímica japonesa que desmenuzó el té verde para descubrir sus componentes

Vidas científicas

A mediados de los años 20 del siglo pasado, Estados Unidos vivió un repentino interés por el té verde y sus importaciones crecieron significativamente en unos pocos años. Muy habitual en países orientales, como Japón, China o Vietnam, el té verde era menos consumido en los países occidentales, donde era más común el té negro.

Té verde en tres presentaciones distintas (de izquierda a derecha): hojas para infusión, hojas secas
y el líquido de té. Wikimedia Commons.

El té verde es de hecho parte fundamental de la cultura en muchos países asiáticos. En Japón, la ceremonia del té es una forma ritual y compleja de preparar el té verde o matcha (un preparado en el que las hojas no se infusionan sino que se muelen).

Detrás de ese súbito apetito por esta bebida en Occidente estaba el trabajo de una mujer, Michiyo Tsujimura, bioquímica japonesa y la primera mujer del país nipón en obtener un doctorado en agricultura. Parte de su trabajo consistió en desmenuzar el té verde hasta enumerar sus distintos componentes, y en esas andaba cuando a mediados de los años 20 descubrió la presencia de vitamina C en esta infusión, algo que provocó ese aumento de las importaciones desde Estados Unidos.

El té verde, fácil de encontrar hoy en prácticamente cualquier país, es sin embargo un producto que no gusta a todo el mundo porque su sabor, normalmente suave, a veces puede ser amargo. La clave está en su preparación, y en concreto en el tiempo de infusión: al pasar de los 3 minutos, la bebida se va volviendo cada vez más amarga y astringente. La clave está en los taninos, presentes también en otros productos, como el vino, que al ponerse las hojas a remojo van pasando al agua y dan a la bebida ese sabor. Fue también Tsujimura la primera que aisló algunos de esos taninos y describió su estructura.

De los gusanos de seda a los componentes del té verde

Michiyo Tsujimura.

Tsujimura nació en 1888 en lo que hoy es la ciudad japonesa de Okenawa, en la prefectura de Saitama. Estudió en la Escuela Normal para Mujeres de la prefectura de Tokio, donde se graduó en 1909 y luego en la División de Ciencias Bioquímicas en la Escuela Superior para Mujeres de Tokio. Allí fue donde descubrió su interés por la investigación científica. Tras graduarse en 1917 dedicó unos años a dar clases de ciencias en institutos femeninos.

Su trayectoria como investigadora comenzó en 1920, cuando se incorporó a la Universidad Imperial de Hokkaido como asistente de laboratorio. En ese momento la institución no aceptaba alumnas, así que trabajó en un puesto no remunerado en el Laboratorio de Nutrición y Alimentos del Departamento de Química Agrícola. Allí se dedicó al estudio de los gusanos de seda y su nutrición. En 1922 se trasladó al Laboratorio de Química Médica de la Escuela de Medicina de la Universidad Imperial de Tokio. Sin embargo, un terremoto destruyó su centro de trabajo en 1923 y tuvo que trasladarse de nuevo.

Pasó a formar parte de RIKEN, una gran institución científica japonesa como estudiante de investigación en octubre de 1923, donde se incorporó al laboratorio en el que se estudiaba química y nutrición en el ámbito de la agricultura. Tsujimura centró sus esfuerzos en el té verde, una bebida muy popular en Japón y en otros sitios del mundo pero de la que se conocía poco sobre su composición química. En 1924, ella y otro colega descubrieron la presencia de vitamina C en las hojas con las que se preparaba la infusión, y publicaron un artículo con sus hallazgos.

En 1929, siguiendo con su empeño por estudiar el té verde, Tsujimura aisló un flavonoide llamado catequina, que aporta sabor amargo a la infusión, y al año siguiente logró extraerlo también en forma de cristales. En 1932 publicó su tesis con ambos descubrimientos, titulada “Sobre los componentes químicos del té verde” y con la que se convirtió en la primera mujer en obtener un doctorado en agricultura en su país. Siguió la misma línea de investigación unos años más y en 1934 logró aislar galocatequina en el té verde. En 1935 patentó su método para extraer cristales de vitamina C de las plantas.

Michiyo Tsujimura.

En 1949, Tsujimura fue nombrada profesora de la Universidad de Ochanimuzu, y terminó siendo la primera decana de la Facultad de Economía Doméstica, donde dio clases y transmitió su pasión por la educación de las siguientes generaciones. Se jubiló en 1955, aunque siguió dando clases a tiempo parcial hasta mediados de los 60.

Referencias

Sobre la autora

Rocío Benavente (@galatea128) es periodista.

1 comentario

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *.

Este sitio está protegido por reCaptcha y se aplican la Política de privacidad y los Términos de servicio de Google