Solveig Nordström (1923-2021): la arqueóloga que salvó la ciudad de Lucentum

Vidas científicas

España, años 50. La sueca Solveig Nordström solo llevaba unos pocos años asentada en Alicante. Sin dudarlo, se tendió delante de las excavadoras no sin antes haber avisado a las embajadas y a la prensa internacional. Algo grave iba a ocurrir y ella estaba allí para intentar impedirlo. Nadie sabe qué pasó por su cabeza en aquel momento crítico, quizá no lo supiera ni ella. Lo que sí tenía claro era que tenía que parar la construcción de un complejo turístico que quería llevarse por delante un patrimonio arqueológico. Ella se tumbó, sin más, y así entorpeció por completo la obra, se enfrentó a las autoridades franquistas y consiguió paralizar la destrucción de la ciudad romana Lucentum.

Planta general del conjunto arqueológico de Lucentum. Wikimedia Commons.

Ese conjunto arqueológico (una superficie de 30 000 m2) se encuentra en El Tossal de Manises. Por suerte, en 1961 fue declarado “Monumento Histórico-Artístico”, la especulación inmobiliaria no pudo con este yacimiento. Ella logró que el Ministerio de Educación comprara los terrenos. Sin embargo, y a pesar de estar bajo el amparo legal, durante muchos años la ciudad fue olvidada hasta que en 1990 se inició un proyecto para conservar dichos restos de una vez por todas. Hoy en día es un museo que se puede visitar.

Solveig Nordström nació en Suecia, en 1923. Comenzó sus estudios universitarios de literatura. Hizo su tesis sobre Selma Lagerlöf –la primera mujer en ganar el Premio Nobel de Literatura en 1909– pero fue rechazada. Bastante enfadada con la decisión, decidió adentrarse en el mundo de la arqueología clásica para poder estudiar latín y griego.

Viaje a España

La arqueóloga llegó a Alicante en 1955, a pesar de la mala imagen que se tenía en aquel momento de España por la dictadura franquista. Se embarcó en esta aventura con el objetivo de estudiar cerámicas y monedas en la finca de La Escuera. El hallazgo de unos vasos ibéricos pintados hizo que quisiera alargar su estancia para poder analizar toda la cerámica ibérica pintada en los yacimientos. De este trabajo nació su tesis doctoral La céramique peinte ibérique de la province d’Alicante (Estocolmo, 1973). Además, le atraía la forma en la que se enseñaba arqueología en España, donde el alumnado visitaba desde el principio excavaciones en sus clases prácticas. Esta metodología distaba mucho de cómo se hacían las cosas en su país natal.

Solveig Nordström. Imagen: Valencia Plaza.

Sus primeros pasos los dio en los yacimientos de Guardamar del Segura y colaboró en excavaciones en Murcia. Asimismo, participó en la reforma del Museo Arqueológico Provincial de Alicante. Nordström tuvo un papel protagonista en esta labor de mejora ya que el fondo patrimonial del museo creció considerablemente durante los años 70.

En el terreno académico, publicó el libro Los cartagineses en la costa alicantina (1962) y escribió artículos en revistas científicas sobre las urnas ibéricas de orejetas (1966), las urnas ibéricas bicónicas (1972) o las representaciones de aves y vegetales en la cerámica de estilo Elche-Archena (1968). Como homenaje a su trabajo incansable, en 2011 inauguraron un parque con su nombre cerca del yacimiento arqueológico que ella salvó, un reconocimiento a petición de la Asociación Cultural Alicante Vivo.

Solveig Nordström falleció el pasado mes de enero, en Benidorm. Ella será, por mucho tiempo, un icono al que volver para conocer la historia arqueológica de Alicante.

Bibliografía

Sobre la autora

Uxue Razkin es periodista y colaboradora del blog de la Cátedra de Cultura Científica de la UPV/EHU Zientzia Kaiera.

1 comentario

  • El trabajo y dedicación de las mujeres en diversos campos debe ser publicado para rescatarlas de olvido

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