Lady Norman, una sufragista en patinete

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En la época de la imagen y el montaje audiovisual en la que vivimos, ¿qué pensaría cualquier persona al ver la siguiente foto?

Florence Norman. Imagen: Reddit.

Usted no se equivoca: se trata del antepasado del patinete eléctrico, esos inventos que inundan hoy en día nuestras ciudades, ¡pero de 1916! Y la mujer que posa con él es Florence Norman (1883-1964), más conocida como Lady Norman.

Esta mujer británica recibió por su cumpleaños el patinete conocido como Autoped, de manos de su marido. Este artilugio era un invento fabricado por la empresa estadounidense Autoped Company, y a partir de 1919 por el gigante alemán Krupp, y originalmente lo empleó el servicio postal estadounidense para el reparto de la correspondencia. Era tan buen invento e iba tan rápido, que incluso lo usaron los gánsteres de Nueva York para escapar de la policía en aquella época. Estos monopatines motorizados llevaban un motor de gasolina de 155 cm3 y podían alcanzar los 25 km/h. En su concepción, no se consideraba un monopatín, sino una scooter, y fue evolucionado con el paso de los años, tal y como se puede ver en la siguiente galería fotográfica. Pero volvamos a la protagonista de la foto.

Florence Norman. Imagen: Wikimedia Commons.

El nombre de nacimiento de esta mujer británica era Florence Priscilla, pero tras su matrimonio con Henry Norman, la protagonista adquirió el apellido de éste. Creció en un entorno de gran apertura de miras: la madre de esta mujer fue sufragista, y dos de sus hermanos, al igual que su marido, pertenecieron al partido liberal británico, donde defendieron ideas feministas y su derecho a votar. No es por tanto de extrañar que Lady Norman se convirtiera en una famosa sufragista, que usaba el patinete Autoped para ir a trabajar a su oficina del centro de Londres.

Como muchas otras mujeres sufragistas, con el inicio de la Primera Guerra Mundial, Florence tuvo que abandonar sus reivindicaciones feministas y partió a Francia con su marido para colaborar en un hospital de guerra, por cuya labor sería condecorada. A su vuelta a Inglaterra, la protagonista de esta historia se incorporó al Imperial War Museum, donde continuó su labor de visibilización de las mujeres en zonas de conflicto.

El derecho al voto femenino en Reino Unido se conquistó en 1918.

Referencias

Sobre el autor

Julián Estévez es doctor en ingeniería informática y profesor del Departamento de Ingeniería Mecánica de la UPV/EHU. Divulga en el blog Idea Secundaria y en la plataforma Naukas.

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