Almira Hart Lincoln Phelps (1793-1884), erudita autora divulgadora de una gran obra

Vidas científicas

Almira Hart Lincoln Phelps.

Mirando hacia atrás en la historia de la botánica podemos detectar la presencia de grandes autoras que, siguiendo la habitual misoginia, fueron injustamente relegadas a un papel secundario. Así, por ejemplo, en el cambio del siglo XVIII al XIX, hubo mujeres interesadas en la ciencia de las plantas que no solo constituyeron un creciente grupo de activas lectoras entendidas en el tema, sino que muchas siguieron destacadas carreras de escritoras y divulgadoras. Sin dejarse avasallar y paralizarse en sus planes por los profesionales masculinos, que muy raramente reconocían sus contribuciones académicas, ellas buscaron la forma de editar sus trabajos y compartirlos con un público interesado cada vez más numeroso, principalmente femenino.

Tal empuje colocó a la botánica como una de las «puntas de lanza» científicas al demostrar que el talento no tiene género y que el uso de un buen método científico, no era consecuencia de incontestables designios divinos ni de la permisividad de élites apoltronadas. El buen hacer de lo que aportaban en sus escritos y opiniones, iría quebrando progresivamente el artificio de unos moldes mentales e interpretativos, proclamados por diversas y sospechosas complicidades como «verdades oficiales».

Entre las grandes figuras de aquella época, nos parece de interés recordar a la estadounidense Almira Hart, quien dedicó gran parte de su larga y activa vida profesional a defender una educación igualitaria para las mujeres. Sus escritos sobre botánica influyeron profundamente en las diversas jóvenes estudiantes que optaron por dedicarse a esta disciplina.

Nacida en Connecticut, Almira Hart creció en una familia numerosa de estirpe intelectual donde se valoraba en gran medida el pensamiento independiente. La mayor parte de su educación la recibió por parte de tutores y también de forma autodidacta en casa, donde sus padres, hermanos y hermanas, debatían activamente sobre ciencia, literatura y política. Desde muy pequeña fue una ávida lectora, y a la temprana edad de 16 años empezó su carrera como maestra de escuela, aunque al mismo tiempo continuaría buceando en otros campos de su educación. Bajo la influencia del conocido naturalista Amos Eaton (1776-1842), que la ayudó a formarse prestándole gran apoyo, nació su gran interés por la botánica, como ha descrito en su detallada biografía Emma Lydia Bolzau (1937). Almira Hart contrajo matrimonio dos veces, en 1817 con Simeon Lincoln, que murió en 1823; y en 1831 con John Phelps, de ahí sus apellidos.

Educando en igualdad y divulgando la botánica

En el blog History of American Women, se apunta que con el transcurso del tiempo las experiencias de la joven botánica le fueron mostrando la disparidad existente entre la educación disponible y aplicable para las mujeres y los hombres. Este hecho la impactó en gran medida, de tal forma que dedicó una parte importante de sus esfuerzos a luchar por más oportunidades educativas para las jóvenes.

Una de las páginas de Familiar Lectures on Botany.

En este contexto, Almira Hart tomó consciencia de la falta de un libro de texto adecuado de botánica, particularmente dirigido a las estudiantes femeninas que empezaban a ser significativas en número. En un intento por paliar tal situación, publicaba en 1829 el más famoso de sus libros, Familiar Lectures on Botany, que rápidamente alcanzó gran popularidad. Bellamente ilustrado y con algunas historias y poemas, treparía hasta las 28 impresiones. En 1833, publicaba un segundo libro de texto para un nivel más bajo de estudiantes, Botany for Beginners, que igualmente tuvo numerosas reimpresiones hasta 1891.

Con la publicación de un total de diez libros, la mayoría enfocados en la botánica y en la educación de las mujeres, Almira Hart Phelps logró crearse una gran reputación como escritora. Sus obras se extendieron principalmente por los Estados Unidos y Canadá, y fueron valoradas como valiosas herramientas para la educación de las y los estudiantes.

A diferencia de la mayor parte de sus contemporáneas, los libros de Hart Phelps no justificaban el estudio de la ciencia que se impartía en las academias convencionales de mujeres, cuyo único propósito era el de mejorar las tareas domésticas femeninas, como la cocina o la alimentación. Por el contrario, revelando su marcada personalidad, Almira Hart Phelps enfatizaba su apoyo a una educación igualitaria para todos y todas. Se mostraba indulgente y colaboradora con aquellas mujeres jóvenes cuyas vidas discurrían por alternativos caminos frente al inevitable destino de casarse, una estación predeterminada en los planes concebidos social y familiarmente para las jóvenes.

En este contexto, uno de los objetivos de Hart Pehlps era impedir que sus estudiantes cayeran en la idealización de su tiempo de mujeres frágiles y dependientes; por ello estimulaba el enseñar a las jóvenes no solo en cursos tradicionalmente femeninos de música y arte, sino también historia, matemáticas y ciencias naturales, aunque estos últimos ámbitos se consideraran reservados solo para los varones. Muchas de las que se graduaron bajo su influencia se convirtieron en maestras altamente cualificadas, como se describe en History of American Women.

El prestigioso botánico Emmanuel Rudolph, detallaba en 1984 que los textos de botánica de Almira Hart Phelps «fueron muy educativos e innovadores». La autora tuvo la lucidez de comenzar describiendo la estructura de la flor usando para ello ejemplos comunes de plantas vivas que relacionaba con sus aspectos morfológicos y fisiológicos. Asimismo, continua Rudolph, usó el sistema de Linneo de clasificación haciendo referencia a los ejemplares descritos principalmente a partir de los manuales de Eaton.

A pesar de que en los últimos años los manuales de Hart Phelps «compitieron» con los exitosos libros del gran Asa Gray (considerado el mejor botánico estadounidense del siglo XIX), los de esta autora siguieron teniendo un amplio uso, y no perdieron su función de referente importante en la educación botánica.

Con el fin de contribuir a la divulgación de la ciencia, Almira Hart Phelps no solo recurrió a la escritura, sino que también impartió numerosas conferencias en diversos foros en los que alcanzó una notable popularidad. Apuntemos que, además de sus libros de botánica, esta emprendedora naturalista también escribió diversos libros sobre otras disciplinas de ciencia que fueron muy populares.

En 1859, cuando tenía 66 años, se convirtió en la segunda mujer elegida por la prestigiosa American Association for the Advancement of Science; la primera en recibir este honor fue la apreciada profesora de astronomía Maria Mitchell (1818-1889).

Diversas biógrafas y biógrafos han destacado que Almira Harts Phelps, pese a su inagotable lucha por una educación igualitaria para las mujeres, paradójicamente se opuso con firmeza al sufragio femenino. Incluso llegó a unirse a una asociación contraria al voto femenino (Women’s Anti-Suffrage Association) y escribió numerosos artículos donde se oponía a dicho voto con terminante vehemencia. No obstante, más tarde en su vida reflexionaría en profundidad sobre el tema y terminó por ampliar su lucha por la igualdad en la educación, sumándose también a la causa del sufragio femenino.

Almira Hart Phelps murió en Baltimore el día en que cumplió 91 años, el 15 de julio de 1884, dejando un legado de libros de texto de ciencia y un modelo para la educación de las jóvenes, hoy altamente valorado por la comunidad especializada.

El citado especialista Emmanuel Rudolph, ha subrayado que Almira Hart Phelps fue una persona que a través de sus escritos contribuyó a impulsar un clima favorable para el desarrollo de la botánica en América.

Referencias

Sobre la autora

Carolina Martínez Pulido es Doctora en Biología y ha sido Profesora Titular del Departamento de Biología Vegetal de la ULL. Su actividad prioritaria es la divulgación científica y ha escrito varios libros sobre mujer y ciencia.

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