Nicole Girard-Mangin, la mujer que se convirtió, por error, en la primera médica del ejército francés durante la Primera Guerra Mundial

Vidas científicas

Es muy probable que dentro de unos años, qué digo, unos meses después de nuestra victoria, tenga una sonrisa divertida por mi estrafalario atuendo. […] Debo a mi gorra haber conservado un peinado correcto, incluso durmiendo en una camilla; haber durado horas en un asiento estrecho sin molestar al conductor. Debo a mis múltiples bolsillos haber tenido siempre a mano artículos de primera necesidad, un cuchillo, un vaso, un peine, cuerda, un encendedor, una lámpara eléctrica, azúcar y chocolate. A mi perra, nacida y criada allí, le debo muchos minutos de olvido, su apego desinteresado ha sido agradable para mí. Finalmente, debo a mi caduceo y a mis brisques el prestigio que a veces necesitaba ante ignorantes y estúpidos.

Nicole Girard-Mangin
Nicole Girard-Mangin. Wikimedia Commons.

Nicole Mangin nació en París el 11 de octubre de 1878 en el seno de una familia acomodada dedicada a la venta de champán. Era la mayor, y la única mujer, de los cuatro hijos de la familia.

A los 18 años comenzó sus estudios de medicina en París. Los dejó tras casarse en 1899 con un rico propietario de viñedos, André Girard. Y pasó a ser conocida como Nicole Girard-Mangin. La pareja tuvo un hijo. Nicole pasó cuatro años acompañando a su marido en sus viajes de negocios a través de distintos países europeos. Pero aquello no le gustaba.

En 1903 se divorciaron y Nicole volvió sus estudios de medicina gracias a la pensión alimentaria que le fue asignada. Prosiguió sus investigaciones en el Instituto Pasteur, en el equipo del médico Émile Roux sobre la tuberculosis y el cáncer. Su tesis, defendida en 1909, versaba sobre los venenos cancerosos: Les Poisons cancéreux. La doctora continuó con sus investigaciones sobre estas dos enfermedades y publicó algunos artículos.

Optó por dedicarse a la medicina hospitalaria y emprendió algunos proyectos sociales con fondos que conseguía gracias a sus relaciones sociales: el sanatorio de Bligny, alojamientos obreros en el Boulevard Bessières o la Escuela de Enfermeras en la calle Amiot, entre otras.

En 1914 se hizo cargo de la dirección del dispensario antituberculoso del médico Albert Robin en el hospital de Beaujon.

Movilizada debido a un error

El 2 de agosto de 1914, debido a un error, fue movilizada para participar en la Primera Guerra Mundial. Posiblemente, alguien pensó que el Docteur Girard-Mangin era un hombre (de nombre Gérard y apellido Mangin). Lejos de avisar a las autoridades del error, Nicole se presentó en el hospital termal de Bourbonne-les-Bains, su lugar de destino. A pesar de la sorpresa y las reticencias iniciales, la falta de médicos era considerable, así que fue finalmente aceptada como médica auxiliar, pero con salario de enfermera. La cita que abre esta nota alude al uniforme que vestía: el ejército francés no disponía de uniformes para médicas, así que le confeccionaron uno inspirándose en el de las doctoras británicas.

Nicole Girard-Mangin y Dun.

A finales de 1916 fue trasladada a una «zona tranquila», a Verdún, donde debía cuidar a pacientes con fiebre tifoidea. Tras su llegada, Nicole recorrió el sector realizando distintas cirugías en diferentes hospitales; pasó por Vadelaincour, al sur de Verdún, y después por Vachereauville, donde uno de sus colegas le regaló una perra a la que llamaría Dun, diminutivo de Verdún. Fue una fiel compañera que la acompañó en sus momentos de soledad y, sobre todo, la protegió de todos los hombres que la rodeaban.

Finalmente, fue destinada al Hospital de Glorieux en Verdun. Aquella zona considerada «poco peligrosa» dejaría de serlo el 21 de febrero de 1916, cuando comenzó la batalla de Verdún que duraría hasta el 18 de diciembre de 1916. El 20 de febrero, tras realizar las evacuaciones ordenadas, se encontró con 175 enfermos graves que no podían trasladarse sin correr riesgos para su salud.

El 21 de febrero de 1916, a las 7 de la mañana, la ofensiva alemana comenzó, bombardeando la ciudad y su entorno. En una pequeña ambulancia conducida por un único conductor, Fouquet, fueron transportando a los enfermos hasta lugares más seguros. A los enfermos del hospital se sumaban las personas heridas por los bombardeos. El 25 de febrero, el médico jefe recibió la orden de evacuar el hospital, tanto los pacientes como el personal debían partir con premura. Quedaban nueve enfermos, imposibles de transportar, graves y contagiosos. Al ser la más joven y la de menor rango entre los médicos, Nicole propuso al médico jefe quedarse con ellos. Aunque denegaron su solicitud al principio, finalmente, se quedó en el hospital cuidando de estos pacientes con dos enfermeros voluntarios acompañándola. Varios días más tarde consiguieron huir de esa zona que estaba siendo cruelmente bombardeada.

Tras este heroico comportamiento, Nicole tuvo diferentes destinos, en alguno de los cuales tuvo que soportar los desprecios del médico a cargo. Pero ella aguantó. A finales de ese año fue enviada a la Somme, después al hospital de Moulle en Pas-de-Calais, donde dirigió un servicio de tratamiento de enfermos tuberculosos y, finalmente, a Ypres, en Bélgica. En diciembre de 1916, a pesar de sus numerosos enfrentamientos con la administración militar, fue nombrada oficial médico.

Un escaso reconocimiento tras la guerra

En reconocimiento por sus servicios, las autoridades militares le propusieron la dirección del hospital Edith Cavell en París, donde formó auxiliares de enfermería, visitó y operó a pacientes y presidió el consejo de administración. Allí también se enfrentó a dos epidemias de gripe española, la de primavera y la de otoño de 1918. Las medidas higiénicas que aplicó consiguieron que el hospital Edith Cavell fuera el que menos muertes registró por la pandemia en París.

Nicole Girard-Mangin.

Después de la guerra, regresó a la vida civil sin recibir ningún reconocimiento. Se involucró en la Cruz Roja e impartió conferencias sobre el papel de las mujeres durante la Primera Guerra Mundial. También fue activista de una asociación feminista y participó en la creación de la Liga Nacional contra el Cáncer.

En 1919, Nicole aceptó realizar una gira internacional de conferencias sobre el papel de las enfermeras militares durante la Gran Guerra. Antes de emprender el viaje, el 6 de junio, fue encontrada muerta junto a su perro Dun y varios recipientes de pastillas vacíos. Se había suicidado, probablemente agotada y conocedora de que padecía un cáncer incurable.

La escritora Virginia Gasull, tras meses de investigaciones, ha rescatado parte de su vida en una novela titulada Nicole (Penguin Random House, 2021). Sin duda, la heroica y sacrificada historia de la Doctora Girard-Mangin es digna de una película.

Sobre la autora

Marta Macho Stadler es doctora en matemáticas, profesora del Departamento de Matemáticas de la UPV/EHU y colaboradora en ::ZTFNews y la Cátedra de Cultura Científica de la UPV/EHU.

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