Eva Ekeblad, la aristócrata que popularizó la patata en Suecia

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Eva De la Gardie nació el 10 de julio de 1724 en Estocolmo. Era hija del general y estadista Magnus Julius De la Gardie (1668-1741) –miembro del Partido de los sombreros— y de la condesa, política amateur y anfitriona de salones literarios Hedvig Catharina Lilje (1695-1745).

En 1740, la casaron con el conde Claes Claesson Ekeblad (1708-1771) con el que tuvo seis hijas y un hijo. Pertenecientes a los círculos más altos de la nobleza sueca, residían en Estocolmo y en una hacienda en Vestrogotia. Eva administraba la hacienda durante los viajes de negocios de su marido y también supervisaba a los administradores de las asambleas rurales de Mariedal y Stola Manor. Se la recuerda como enérgica con las personas más acomodadas y defensora de las más pobres –de los abusos de las primeras– a cambio de su obediencia.

En Estocolmo –como su madre– era anfitriona de un salón cultural. Su palacio acogió los primeros conciertos de música sacra del compositor barroco Johan Helmich Roman (1694-1758).

Eva Ekeblad, la agrónoma

Se cree que fueron los conquistadores españoles quienes introdujeron la patata en Europa; fue desde Perú a mediados del siglo XVI. Lo hicieron más como una curiosidad botánica que por sus propiedades alimenticias. A su vez, la papas fueron introducidas en Suecia a mediados del siglo XVII, aunque solo se cultivaban en los invernaderos de la aristocracia. El naturalista Olaus Rudbeck (1630-1702) comenzó a cultivar la patata como planta ornamental en el jardín botánico de Upsala, hoy conocido como el jardín «Linneo».

Un poco más tarde, empezaron a conocerse las propiedades alimenticias de la patata en Europa. En Suecia, se atribuye a Jonas Alströmer (1685-1761) el haber popularizado su cultivo –de hecho, afirmaba que él la había introducido en su país–. Menos conocido es el papel que jugó Eva Ekeblad en la difusión de las propiedades del tubérculo. Entre otros, propuso la posibilidad de emplear harina de patata en la producción de licores. En efecto, gracias a su alto contenido de almidón, estos tubérculos son muy adecuados en el proceso de fermentación del alcohol. En aquel momento se usaba trigo, centeno y cebada en la elaboración de Vodka y Schnapps; al reemplazarlos por patatas, estos cereales pudieron destinarse en mayor cantidad a la fabricación de pan.

Doodle dedicado a Eva Ekeblad en el 293 aniversario de su nacimiento (2017).

La aristócrata también descubrió que la harina de patata podría usarse como maquillaje en lugar del polvo blanco que se usaba en ese momento –y que contenía varios productos tóxicos, como plomo o arsénico, y llegaba a provocar llagas en la cara–. Para difundir las excelentes propiedades de esta planta, se dice que Eva Ekeblad adornaba su peluca con flores de patata.

En 1746, la condesa escribió a la Real Academia de Ciencias de Suecia para describir el uso de patatas para la producción de harina, polvo y licores. Por sus propuestas innovadoras fue elegida miembro de la Academia en 1748, aunque no hay registros de su participación en ninguna sesión. De hecho, en 1751, la institución científica se refirió a ella como miembro honorífico, ya que sus estatutos limitaban la membresía a los hombres.

Además de descubrir las diferentes aplicaciones de las patatas, Eva Ekeblad inventó un método par blanquear hilos de algodón y lana con un preparado natural a base de jabón, lo que también evitaba el uso de los productos tóxicos.

Aunque las patatas se empleaban al principio solo como alimento para el ganado, su consumo ayudó a muchas personas con pocos recursos a sobrevivir: estos tubérculos son fáciles de cultivar, se pueden consumir sin necesidad de secarlos o molerlos –basta con cocerlos–, son ricos en vitaminas –su contenido en potasio es mayor que el del trigo– y poseen alto valor energético. La labor de Eva Ekeblad difundiendo sus propiedades salvó, sin duda, muchas vidas.

Referencias

Sobre la autora

Marta Macho Stadler es doctora en matemáticas, profesora del Departamento de Matemáticas de la UPV/EHU y colaboradora en ::ZTFNews y la Cátedra de Cultura Científica de la UPV/EHU.

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