De pantalones y messieurs: científicas a prueba de obstáculos

¿Qué tienen en común Agnódice, Jeanne Baret, Sophie Germain, Enriqueta Favez y Concepción Arenal? La primera, a caballo entre el mito y la historia, ejerció la ginecología en la Antigua Grecia. La segunda fue una botánica francesa que murió al despuntar el XIX, siglo que vio brillar a la literata Concepción Arenal en España. Germain destacó como matemática en la época de Gauss. Y Favez acumuló prestigio por sus habilidades de galena en Baracoa. Todas fueron intelectuales, todas pioneras y hábiles en sus campos. Más allá de esos vínculos las une algo mucho más trivial que, sin embargo, retrata de manera elocuente el contexto histórico que les tocó vivir: en un momento u otro de sus carreras profesionales, las cinco tuvieron que hacerse pasar por hombres para acceder a formación universitaria, ejercer oficios reservados en exclusiva a varones o, simplemente, lograr un trato de igual por parte de sus colegas. Germain firmó como un hombre: Monsieur Le Blanc. Agnódice, Baret, Favez y Arenal decidieron ir más allá y tiraron de ropero masculino. No fueron las únicas. A lo largo de la conferencia, el autor repasará la historia de científicas “a prueba de obstáculos”. También la de sabias como Sophia Brahe, Carolina Herschel, Marie Lavoisier o Esther Lederberg, que –pese a sus importantes contribuciones científicas– a menudo han pasado a la posteridad como “hermanas o esposas” de otros investigadores destacados.