La matemática Sophie Germain mantuvo correspondencia con eminentes matemáticos de su época, y lo hizo ocultando su identidad bajo el seudónimo de Antoine Auguste Le Blanc: en otro caso, estos científicos no habrían prestado ninguna atención a las palabras de una ‘simple mujer’.
La botánica Jeanne Baret circunnavegó el mundo disfrazada de hombre –como ayudante del naturalista Philibert Commerson– en la expedición de Louis Antoine de Bougainville: la Armada Francesa no permitía a las mujeres viajar en sus buques, y la única manera de participar en este viaje de descubrimiento fue ocultando su identidad.
Muchas otras mujeres se han camuflado tras identidades masculinas para poder estudiar, no tener qua casarse, huir de una suerte incierta o participar en las numerosas actividades que les estaban vetadas. A muchas de ellas nunca llegaremos a conocerlas; hoy traemos a Mujeres con ciencia la historia de una de ellas: Margaret Ann Bulkley.
James Miranda Barry (hacia 1789-1865) fue un cirujano militar de la Armada británica. Aunque vivió su vida adulta como un hombre, la documentación de la que se dispone parece indicar que se le asignó el género femenino al nacer, fue educado como una niña –bajo el nombre de Margaret Ann Bulkley– y eligió vivir –o se vio forzado– como un hombre para poder ingresar en la universidad y proseguir la carrera de cirujano.
Algunas personas la consideran la primera mujer médica británica –¿quizás hubo alguna anterior, también oculta bajo una identidad masculina?–, anticipándose en cincuenta años a Elizabeth Garrett Anderson.
Su biografía es poco conocida y está sujeta a numerosas especulaciones, incluida la fecha de su nacimiento. Según el biógrafo Hercules Michael Du Preez, Barry habría nacido en Cork en 1789, sería el segundo de los tres hijos de Jeremiah y Mary-Ann Bulkley, y se le llamó Margaret Ann al nacer.
Mary-Ann Bulkley era hermana de un conocido artista irlandés, James Barry (1741-1806), profesor de pintura en la Royal Academy of Arts de Londres. Algunas cartas indican que se urdió un plan entre Mary-Ann, algunos amigos de su hermano –entre ellos el político venezolano Francisco de Miranda y el médico Edward Fryer, que se convertiría en el tutor personal de Margaret– y el abogado de la familia para que Margaret pudiera ingresar en la escuela de medicina.
Margaret, ya como James Barry, comenzó sus estudios en la University of Edinburgh Medical School en 1809, obteniendo su diploma en medicina en 1812. Regresó a Londres, donde aprobó su examen en el Royal College of Surgeons a mediados de 1813 y se alistó como asistente hospitalario de la Armada Británica. Tras servir en la India y en Sudáfrica, llegó a Ciudad del Cabo entre 1815 y 1817.
Allí se convirtió en inspector médico para la colonia: realizó mejoras en la red hidráulica y llevó a cabo una de las primeras cesáreas efectuadas con éxito –sobrevivieron la madre y el niño–. Conocido por sus opiniones directas y su insubordinación, se creó algunas enemistades al criticar la gestión de los asuntos médicos locales.
Barry abandonó Ciudad del Cabo en 1828 con destino a la Isla Mauricio, Trinidad y Tobago y la isla de Santa Elena. También sirvió en Malta, Corfú, Crimea, Jamaica, Canadá y las Indias occidentales, donde se concentró en la práctica de la medicina y la mejora de las condiciones de vida de las tropas. Durante sus misiones también contribuyó a la mejora de la salud de los indígenas. En 1845 contrajo la fiebre amarilla y regresó a Inglaterra.
En 1846 fue destinado a Malta, donde tuvo que hacer frente a una epidemia de cólera que terminaría en 1850. Después se dirigió a Corfú y participó en la guerra de Crimea (1854-1856), donde coincidió con Florence Nightingale; la enfermera alude en una carta a un desencuentro con el médico, que actúo de manera violenta desde su posición de poder:
Partió a Canadá en 1857 donde se ocupó de mejorar la higiene pública, la comida y los cuidados médicos de los prisioneros y los leprosos, así como las de los soldados y sus familias.
Se jubiló en 1864 y volvió a Inglaterra, donde falleció de disentería el 25 de julio de 1865. Sophia Bishop, la persona encargada de preparar los restos de James Barry para su entierro, reveló tras los funerales que aquel cuerpo era el de una mujer. Esta información se conoce a través de varias cartas intercambiadas entre Georges Graham (del General Register Office) y el mayor D. R. McKinnon, el médico de James Barry, que certificó su muerte como hombre:
A partir de los años 1950 el historiador Isobel Rae tuvo acceso a diversos documentos –sellados por la Armada Británica durante cien años– y concluyó que James Barry era, en efecto, la sobrina del pintor James Barry.
A. K. Kubba sugiere en sus artículos que Barry podría ser una persona intersexual, y no una mujer; esta opinión se considera como poco fundamentada y, además, algunos colectivos LGBT y feministas piensan que la hipótesis de la intersexualidad solo intenta restar valor a los muchos logros de esta mujer, asignándole características masculinas.
La singular historia de James Barry ha dado lugar a obras de teatro, novelas, documentales, películas, etc. Incluimos el tema que el dúo folk Gilmore & Roberts le dedica, Doctor James, aludiendo a algunos hechos relevantes de la vida de Barry:
Referencias
- Miguel A. Delgado, James Barry, el cirujano más famoso del XIX era una mujer, El Español, 13 enero 2017
- Jana Funke, Obscurity and Gender Resistance in Patricia Duncker’s James Miranda Barry, Eur J Engl Stud. 16(3) (2012) 215–226
- A. K. Kubba and M. Young The life, work and gender of Dr James Barry Md (1795–1865), Proc R Coll Physicians Edinb 31 (2001) 352-356
- Hercules Michael du Preez, Dr James Barry: the early years revealed, South African Medical Journal, 98(1) (2008)
- Milton Rizzi, Doctor James Barry (1795-1865), Inspector General de Hospitales de su Majestad Británica, Rev. Méd. Urug. vol.28, no.1 (2012) 66-67
- Kathleen M. Smith, Dr. James Barry: military man – or woman?, CMA Journal vol. 126 (1982) 854-857
- Wikipedia
Sobre la autora
Marta Macho Stadler es doctora en matemáticas, profesora del Departamento de Matemáticas de la UPV/EHU y colaboradora en ::ZTFNews y la Cátedra de Cultura Científica de la UPV/EHU.
2 comentarios
¡Vaya historia! Genial Marta.
¡Habrá muchísimas de éstas qe nunca conoceremos!
Gracias.