¿Una colección de semillas? ¿Una colección de fósiles? Quizá suene como algo pasado de moda en un mundo de realidad virtual e inteligencia artificial. Pero este tipo de repositorios sistematizados de material biológico guardan valiosa información científica recogida a lo largo del tiempo y del espacio geográfico.
Las colecciones biológicas pueden ser consideradas como micromuseos que albergan información científica de gran importancia para la investigación, la educación y la divulgación del conocimiento. Desde el punto de vista de la investigación, estas colecciones poseen valor y utilidad en temáticas diversas, como estudios sobre la historia de la ciencia, la conservación de ecosistemas, estudios sobre biodiversidad genética y de especies, la identificación y clasificación de nuevos especímenes o estudios relacionados con los efectos del cambio climático.
Además, desde el ámbito educativo, las colecciones biológicas poseen un enorme potencial pedagógico y didáctico. Son un apoyo que facilita conectar los saberes adquiridos con la construcción del nuevo conocimiento.
Conocer para conservar
Para conservar hay que conocer. Es recomendable que las colecciones científicas sean revisadas periódicamente, conservadas de forma correcta, restauradas y ampliadas. Una estrategia de conservación preventiva de las colecciones es fundamental, junto con la elaboración de un protocolo de manipulación y gestión de sus ejemplares.
Junto a los conservadores, existe un organismo que se ocupa de supervisar y divulgar estas colecciones: el Instituto de Ciencias del Patrimonio, fundado en 2010, es un centro de investigación español dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) que se dedica al estudio del patrimonio cultural y científico, abarcando su origen, su desarrollo, sus problemas de gestión, conservación y protección, sus usos y sus funciones y potencialidades para el desarrollo económico, social y cultural.
El Herbario JAEN: patrimonio histórico y científico
Cada vez hay más proyectos para digitalizar el patrimonio científico, lo que contribuye a globalizar del conocimiento. La digitalización de las colecciones biológicas, la creación de galerías fotográficas virtuales y la informatización y publicación en abierto de los datos pone mucho más fácil el acceso a la información de las colecciones científicas con fines de investigación, educación, divulgación e incluso ocio.
Un ejemplo de ello es el Herbario JAEN. Este herbario, localizado en la Universidad de Jaén, fue fundado en 1973 y alberga una importante colección de flora vascular.
Aunque actualmente no está totalmente catalogado, se calcula que contiene entre 35 000 y 40 000 registros, la mayoría procedentes de la provincia de Jaén. También incluye pliegos de países europeos como Italia y Alemania y africanos como Túnez y Marruecos.
Además tiene valor histórico, puesto que en su colección recoge ejemplares del siglo XIX recolectados por botánicos ilustres como Font i Quer y Cuatrecasas.
El Herbario JAEN está difundiendo su contenido a la comunidad científica y educativa mediante la reciente creación de un blog que permite tener un rápido y libre acceso a información de interés como son los pliegos de herbario custodiados, catalogados y ahora en parte digitalizados y disponibles en línea.
Los herbarios como recurso didáctico
La digitalización de las colecciones está revolucionando su uso en el ámbito educativo. Muchos centros disponen de colecciones, aunque es frecuente que los docentes, por desconocimiento, falta de tiempo o escasez de recursos, no las utilicen en su práctica docente.
Son numerosas las ocasiones en las que el profesorado busca recursos didácticos que sean rigurosos desde el punto de vista científico, pero también atractivos y fácilmente accesibles para el alumnado. Con tal fin, es recomendable animar al profesorado para rescatar las colecciones olvidadas o adquirir e incluso crear colecciones biológicas propias, recolectando y clasificando hojas, frutos y semillas.
Esto permitirá al alumnado desarrollar habilidades y destrezas propias del trabajo científico y fomentará la conexión de las emociones y vivencias en un aprendizaje duradero. Aquí, los herbarios que posean sus pliegos digitalizados y puestos a disposición en sitios web de libre acceso desempeñan un papel clave.
La colección del Herbario JAEN puede ser consultada en cualquier momento y desde cualquier lugar, siendo un recurso didáctico de utilidad en la enseñanza de las ciencias que permite generar aprendizajes experienciales y favorecer el aprendizaje por competencias.
El patrimonio científico, y en particular las colecciones biológicas como los herbarios, pueden ser utilizadas con diferentes finalidades académicas, destacando los siguientes usos:
- Material de apoyo en las clases magistrales o prácticas.
- Actividades de investigación.
- Actividades de consolidación del conocimiento y evaluación.
- Actividades de refuerzo o repaso de conceptos.
Las opciones son múltiples, así que ¡a desempolvar las colecciones y a utilizarlas en el aula!
Sobre la autora
Fátima Aguilera Padilla, Bióloga. Profesora en el Área de Didáctica de las Ciencias Experimentales, Universidad de Jaén
Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Ir al artículo original.