La ciencia no solo se hace en el laboratorio, también se comunica, se comparte y se celebra. Un buen ejemplo es Naukas Bilbao, el mayor espectáculo de ciencia y humor, organizado por la Cátedra de Cultura Científica de la EHU y la plataforma de divulgación Naukas, que celebró su 15ª edición los días 19 y 20 de septiembre en el Euskalduna Bilbao.
Con motivo de su participación en el festival, entrevistamos a Eloísa del Pino, presidenta del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), para reflexionar sobre los principales retos que afronta la investigación científica y el valor de la divulgación para acercar la ciencia a la sociedad.

María Larumbe (ML) Asumió la presidencia del CSIC en 2022, en un momento clave para la ciencia. ¿Qué objetivos se marcó al llegar y cuáles considera que ya han empezado a dar sus frutos?
Eloísa del Pino (EP) Nos planteamos cuatro grandes objetivos. En primer lugar, optimizar la gestión reduciendo burocracia, modernizando el CSIC con un plan de digitalización a diez años –ya llevamos tres– y repensando espacios para adaptarnos al crecimiento de la institución, que ya supera las 17 000 personas.
En segundo lugar, mejorar la forma en la que nos gobernamos. A este respecto, aprobamos un plan de sostenibilidad en 2024 y actualizamos nuestros protocolos de acoso laboral y sexual. También estamos impulsando la igualdad de género y la diversidad. El CSIC es cada vez más plural y debemos adaptarnos a las personas que lo integran.
El tercero objetivo se centra en reforzar los recursos humanos: atraer talento nacional e internacional, mejorar las infraestructuras científicas y abrir programas como las JAE-PRE o JAE-INTRO para que estudiantes –también de la EHU– puedan acercarse a la investigación y decidir si les interesa desarrollar su carrera profesional en este ámbito.
El cuarto y último es aumentar nuestra relevancia científica, institucional y social, con más transferencia de conocimiento, creación de empresas y liderazgo de patentes. Formamos parte del G6 europeo y el R7 Plus mundial y hemos abierto una línea de asesoramiento científico a los decisores públicos en temas sociales clave como la sequía o la resistencia microbiana.
(ML) El CSIC es la mayor institución pública de investigación en España. A su juicio, ¿de qué manera puede la ciencia ayudar a construir una sociedad más informada, participativa y crítica?
(EP) De muchas formas. Organizamos alrededor de 13 000 actividades de divulgación y cultura científica al año. Contamos con un departamento sólido y con una editorial que publica cerca de 400 títulos anuales, algunos de carácter científico y otros de divulgación sobre temáticas muy variados. Una de nuestras colecciones más exitosas es ¿Qué sabemos de…?, con más de 100 títulos publicados, que abordan desde la vida de las hormigas hasta Al-Ándalus, la física cuántica o la inteligencia artificial.
También editamos la colección Mentes curiosas, curiosas mentes dirigida a los más pequeños, con títulos como Oler, Biodiversidad o Bichos, con un diseño muy atractivo y traducidos a todas las lenguas del Estado*.
Además, participamos en actividades dirigidas al mundo rural y en grandes eventos de divulgación como Naukas Bilbao. Algunos de nuestros investigadores suben al escenario con monólogos y procuramos ser cada vez más empáticos, porque a veces los científicos usamos un lenguaje poco comprensible. Es importante ponerse en el lugar de los demás.
(ML) Ha participado recientemente en Naukas Bilbao, evento de divulgación científica de gran impacto. A su juicio, ¿qué valor tienen este tipo de encuentros para acercar la ciencia a la sociedad?
(EP) Solo hay que ver el auditorio del Euskalduna Bilbao lleno con alrededor de 1000 jóvenes. El impacto en cuanto a difusión es enorme y a largo plazo. Naukas Bilbao lleva 15 ediciones y se ha convertido en un referente que ilusiona tanto al público como a los científicos, que realizan un gran esfuerzo de divulgación. En definitiva, creo que eventos como este tienen un valor social enorme.
(ML) La sociedad afronta desafíos globales como la adaptación al cambio climático o la irrupción de la inteligencia artificial. ¿Cómo puede el CSIC contribuir a generar conocimiento y soluciones para afrontarlos?
(EP) Hemos reflexionado sobre cuáles serán los grandes desafíos científicos y sociales de los próximos años y los hemos concretado en 14 libros blancos, con la mirada puesta en 2030. En ellos identificamos lagunas científicas, preguntas abiertas y necesidades de investigación. Además, los hemos traducido en documentos de Science for Public Policies para orientar políticas públicas.
En concreto, hemos identificado como áreas clave la digitalización, la sostenibilidad ambiental, la salud y la alimentación y el primer sector en un mundo en transformación. Asimismo, desde las ciencias sociales, también trabajamos en la consolidación y defensa de las democracias frente a la desinformación o la polarización.
Todos estos retos están vinculados a la digitalización y su impacto social. Debemos evitar quedarnos atrás respecto a otros países, dotar de infraestructuras a nuestros investigadores y abordar las implicaciones éticas. También es fundamental trasladar prudencia y confianza a la sociedad: quitar miedos, explicar avances y alfabetizar desde la infancia hasta la vejez.
(ML) En un contexto en el que la desinformación está muy presente. Desde las instituciones públicas, ¿qué pasos cree que se pueden dar para reforzar la confianza de la sociedad en la ciencia y en quienes se dedican a la investigación?
(EP) Creo que a veces exageramos al decir que ha aumentado la desconfianza en la ciencia. La confianza en la ciencia sigue siendo alta, aunque el negacionismo político es un problema grave. Para reforzarla, debemos divulgar más, ser empáticos y apoyarnos en profesionales de los medios de comunicación y en líderes de opinión, como maestros y profesores. También es importante mostrar que los investigadores somos personas corrientes, y que no hace falta responder al cliché del científico excéntrico.
Además, debemos evitar el alarmismo y la dramatización. Frente al cambio climático, por ejemplo, podemos actuar en lo cotidiano, no solo reciclando, sino consumiendo menos, apagando luces, lavando menos veces la ropa… La ciencia no es magia ni resolverá todos los problemas, debemos cambiar también nuestros hábitos de vida.
* Nota: La Cátedra de Cultura Científica de la EHU se encarga de la traducción de los títulos de esta colección a euskera.
Nota
Esta entrevista fue publicada originalmente en la sección de noticias de Katedra (27 de octubre de 2025). Ir a la entrevista original.
Sobre la autora
María Larumbe (emelarumbe.bsky.social) es la responsable de comunicación de la Cátedra de Cultura Científica de la EHU.