Candida Lena Perpenti, notable inventora y botánica

Vidas científicas

Candida Lena Perpenti (nacida Maria Medina Coeli) fue una notable inventora y botánica que vivió en Lombardía (Italia) entre los siglos XVIII y XIX. A pesar de dar a luz y criar a quince hijas e hijos, su pasión investigadora se mantuvo siempre viva.

Candida Lena Perpenti. PHAIDRA. U. Padua.

Maria Medina Coeli nació el 13 de marzo de 1764 en Chiavenna, una localidad de la provincia de Sondrio, en Lombardía (Italia).

Creció en una familia de alta cultura y posición social: su madre, Isabella Battistessa, pertenecía a una de las familias más prominentes de Chiavenna y su padre, Sebastiano Medina Coeli, era médico. Maria era la menor de las cinco hijas e hijos del matrimonio.

Tras mudarse a la ciudad de Como (norte de Italia) para estudiar, Maria conoció al notario Bernardino Lena Perpenti, con quien se casó en 1788. Pasó a ser conocida como Candida Lena Perpenti (o Helena Perpenti). En veintiún años, dio a luz a quince hijas e hijos y, aunque el ritmo de su actividad investigadora disminuyó, no abandonó nunca sus intereses científicos.

La vacuna contra la viruela

Helena comenzó a interesarse por la medicina desde muy joven, bajo la tutela de su padre. En este ámbito se dedicó principalmente al estudio de la viruela y a la práctica de la vacunación.

Recordemos que en 1798 el médico Edward Jenner (1749-1823) publicó el artículo Inquiry into the Variolae vaccinae known as the Cow Pox (Investigación sobre la Variolae vaccinae conocida como viruela bovina) en el que describía el efecto protector de la variolae vaccinae (pústulas de la viruela bovina) contra la viruela humana. Aunque no era científica, muchos años antes, la aristócrata Mary Wortley Montagu (1689-1762) extendió por Europa la práctica de inocular a niñas y niños con pus de enfermos para inmunizarles frente a la viruela.

Tras la publicación de Jenner, el médico milanés Luigi Sacco (1769-1836) comenzó a interesarse por las causas de la viruela en Italia, difundiendo las investigaciones del científico británico en su país. En septiembre de 1800 viajó a Varese para examinar varias vacas suizas afectadas por la viruela; presentaban pústulas y costras en las ubres. Decidió tomar material del interior de las pústulas maduras para realizar sus experimentos. Fruto de ellos, en 1801, publicó el ensayo Osservazioni pratiche sull’uso del vajuolo vaccino, come preservativo del vajuolo umano (Observaciones prácticas sobre el uso de la variolae vaccinae como preservativo contra la viruela humana). Posteriormente, en 1809, publicó su obra más importante, Trattato di vaccinazione, con osservazioni sul giavardo e sul vajuolo pecorino (Tratado sobre la vacunación, con observaciones sobre el viruela y la viruela ovina), en el que reconocía la enorme trascendencia del descubrimiento de Jenner.

Helena mantuvo correspondencia con Luigi Sacco. Así como Jenner había experimentado con la vacunación antivariólica en su propio hijo (James Phipps) Perpenti la probó en ella misma y en su familia. De hecho, la introducción de la vacunación contra la viruela en la zona de Como se atribuye a sus esfuerzos.

Una famosa inventora

La mayor fama de Helena Perpenti se sitúa fuera del ámbito de la medicina. Descubrió, utilizando un peine especial, un método para hilar el amianto que le permitió tejer diferentes productos como encajes, bordados y tejidos ignífugos. Entre las diferentes prendas que produjo se encontraba un par de guantes donados al virrey Eugenio Beauharnais.

También consiguió producir un papel ignífugo a partir de desechos de amianto. Y, mediante el uso de vitriolo y manganeso, una tinta ignífuga. Con este papel y esta tinta, ordenó imprimir algunos panfletos de prueba, cuyas copias se enviaron a diversas bibliotecas y también al químico Alessandro Volta (1945-1827), amigo personal de Helena.

Estos descubrimientos, de interés para la industria por sus aplicaciones prácticas, tuvieron gran repercusión en Italia y en el extranjero. De hecho, fueron galardonados con la medalla de plata (1806) y posteriormente con la de oro (1807) por el Instituto Nacional de Milán. Además, se comunicaron a la Société d’encouragement pour l’industrie nationale en París, con lo que atrajeron la atención y la admiración de Napoleón.

El interés por la botánica

Siguiendo el sistema de clasificación de Linneo, Helena compiló un abundante herbario de la flora de los valles del Lario, cerca del lago de Como. Durante sus investigaciones para esta obra, descubrió un ejemplar de campanilla: la Campanula raineri. El descubrimiento de esta especie de flor fue anunciado en una publicación (Descrizione di una nuova campanula) en 1817, lo que le valió un lugar como naturalista distinguida en el diccionario francés Dictionnaire des inventions, des origines et des découvertes.

Campanula raineri.

Helena Perpenti falleció el 12 de mayo de 1846. La calle Via Candida Lena Perpenti en Como le rinde homenaje.

Referencias

Sobre la autora

Marta Macho Stadler es doctora en matemáticas, profesora del Departamento de Matemáticas de la UPV/EHU y colaboradora en la Cátedra de Cultura Científica de la UPV/EHU.

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