Mary Jane Osborn, mujer de laboratorio y políticas científicas

Vidas científicas

La científica estadounidense Mary Jane Osborn (1927-2019) investigó los mecanismos de división celular bacteriana. Sus trabajos sobre la biosíntesis de lipopolisacáridos permitieron al desarrollo de antibióticos eficaces contra determinadas bacterias patógenas. Hábil en su capacidad de generar consenso, ostentó múltiples cargos en organizaciones científicas relevantes de su país, contribuyendo así al desarrollo de políticas científicas.

Mary Jane Osborn. Annual Review of Microbiology.

Mary Jane Merten nació el 24 de septiembre de 1927 en Colorado Springs, Colorado, EE. UU. Su familia se mudó a Beverly Hills, California, cuando ella tenía cinco años.

De niña leía mucho. A los diez años quedó fascinada por una saga de libros protagonizada por la enfermera Sue Barton. A partir de entonces ella también quiso serlo, hasta que un día su padre cuestionó sus intenciones: ¿por qué no ser médica? Alentada por las convicciones de un hombre que pensaba que una mujer podía ser excelente en cualquier profesión entonces considerada masculina, Mary Jane decidió estudiar fisiología en la Universidad de California en Berkeley. Fue la única mujer de su promoción. Se graduó en 1948.

En Berkeley había conocido al que sería su marido, el artista Ralph Osborn, y junto a él tuvo la oportunidad de vivir por un año en Múnich, a principios de la década de los 50. A pesar de la dureza de las condiciones de vida en la Alemania de la posguerra, aquella estancia en Europa fue muy inspiradora para Mary Jane, ya que le permitió desarrollar su interés por la poesía y el arte, incluidos el ballet y la ópera.

Inicio y giro de su carrera profesional

De vuelta en EE.UU., decidió dar una oportunidad a una profesión que le gustaba y se le daba bien: la investigación científica. En 1958 se doctoró en bioquímica por la Universidad de Washington con una tesis sobre la función de las enzimas y vitaminas dependientes del ácido fólico. Un año atrás había realizado la que se considera su primera contribución científica importante: el descubrimiento del mecanismo de acción de un análogo estructural del ácido fólico, el metotrexato, fármaco que se emplea para tratar enfermedades como el cáncer, la artritis reumatoide y la psoriasis.

Se trasladó a la Escuela de Medicina de la Universidad de Nueva York y allí cambió el enfoque de sus investigaciones hacia la microbiología. Comenzó a interesarse por la biosíntesis de lipopolisacáridos, también conocidos como endotoxinas bacterianas, unas moléculas altamente tóxicas que abundan en las superficies de las bacterias gramnegativas, pudiendo desencadenar enfermedades potencialmente mortales como la fiebre tifoidea y la meningitis. Osborn anticipó que el estudio y comprensión de las endotoxinas bacterianas podría servir para desarrollar nuevos antibióticos.

El método Osborn

En 1962 fue nombrada profesora asistente en dicha escuela, y en 1963 se incorporó también a la Escuela de Medicina Albert Einstein. Poco más tarde llegaría su afiliación a la Facultad de Medicina de la Universidad de Connecticut, de la que fue fundadora y donde se desempeñó como profesora de microbiología, biología molecular y biofísica. Permanecería allí hasta su jubilación en 2014.

Su trabajo llevó a Osborn a enfrentarse a una paradoja desconcertante: muchas células son capaces de fabricar moléculas complejas muy grandes, como las endotoxinas, que se encuentran fuera del cuerpo celular a pesar de que todos los componentes básicos y las fuentes de energía necesarias para su síntesis se encuentran dentro de la misma. A partir de 1972, Mary Jane utilizó una combinación de experimentos bioquímicos, genética bacteriana y microscopía electrónica para investigar cómo las bacterias transportaban lipopolisacáridos desde el interior celular donde se producen hasta la membrana externa donde residen. En sus artículos describió la técnica que tuvo que desarrollar para hacer posibles estos experimentos: el método Osborn. Esta técnica permite la separación y aislamiento de membranas celulares internas y externas de las bacterias gramnegativas, y se sigue empleando en laboratorios de todo el mundo.

Nombramientos y reconocimientos

Mary Jane Osborn. UConn.
Osborn recibió numerosos nombramientos en varias organizaciones científicas importantes de su país, hecho que la alejó, en cierta medida, de los laboratorios y permitió que contribuyera de manera significativa a cuestiones relacionadas con la política científica.

Formó parte del Consejo de la Sociedad Estadounidense de Bioquímica y Biología Molecular de 1974 a 1975, de la que fue elegida presidenta en 1981 –fue la segunda mujer en el cargo–. También se desempeñó como presidenta de la Federación de Sociedades Estadounidenses de Biología Experimental en 1982.

Fue elegida miembro de la Academia Estadounidense de Artes y Ciencias en 1977, de la Academia Nacional de Ciencias en 1978 y de la Academia Estadounidense de Microbiología en 1992. Fue nombrada miembro de la Junta Nacional de Ciencias (órgano rector de la Fundación Nacional de Ciencias) por el presidente Jimmy Carter en 1980.

Fue editora de las revistas Biochemistry y Journal of Biochemistry.

Interés por la biología espacial

Más adelante en su carrera, Osborn se interesó también por la biología espacial. Trabajó para la NASA y el Consejo Nacional de Investigación de los EE.UU., desde mediados de la década de 1990 hasta 2008, en proyectos relacionados con la exploración lunar y espacial. Presidió el Comité de Biología y Medicina Espaciales de la NASA y ayudó a establecer el plan nacional de investigación de biología espacial a principios de la década de 2000.

A pesar de que decía haber tenido la suerte, probablemente inusual, de estar raramente expuesta de manera directa a situaciones de discriminación de género, Osborn era consciente de los problemas sistémicos a los que se enfrentan las mujeres científicas. En reconocimiento a eso, la Facultad de Medicina de la Universidad de Connecticut, a cuyo cuerpo docente perteneció durante 42 años, estableció en 2002 la Conferencia Osborn, un evento anual que celebra, y reivindica, el papel de las mujeres en la ciencia.

Mary Jane Osborn murió el 17 de enero de 2019 en Farmington, Connecticut, a los 91 años. Dejó preparado el borrador casi final de un artículo de revisión en el que repasa los acontecimientos más importantes de su vida y trayectoria profesional.

Uno de los mayores elogios que he recibido llegó en un correo electrónico de 2010. Era de una mujer que me decía que había decidido dedicarse a la ciencia tras escucharme hablar en un seminario en 1973, justo después de graduarse en la universidad. Como mujer científica, aquello me resultó gratificante y a la vez fue una cura de humildad.

Referencias

Sobre la autora

Edurne Gaston Estanga es doctora en ciencia y tecnología de los alimentos. Actualmente se dedica a la gestión de proyectos en organizaciones que fomentan la difusión del conocimiento de la ciencia y la tecnología.

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