Margaret ‘Hap’ Brennecke, la mujer que soldaba cohetes

Vidas científicas

Margaret ‘Hap’ Brennecke (1911-2008) fue la primera ingeniera experta en metalurgia y soldadura que trabajó en el Centro Marshall de vuelos espaciales de la NASA. Pionera en campo de las aleaciones de aluminio, Brennecke fue una de las muchas mujeres invisibles que con su trabajo hicieron posible la llegada a la Luna.

Margaret Brennecke. Fuente: NASA.

Margaret Brennecke nació en 1911 en Emmaus, Pensilvania. Obtuvo su título de química de la Universidad Estatal de Ohio en 1934 y, posteriormente, realizó estudios de posgrado en metalurgia en el Instituto de Tecnología Carnegie, la Universidad de Pittsburgh y la Universidad de California en Los Ángeles. Inició su andadura profesional en el Laboratorio de Desarrollo de Procesos de la Compañía de Aluminio de América (Alcoa), donde su trabajo consistía en identificar materiales y técnicas de soldadura adecuados para construir aeronaves, puentes y vehículos militares, muchos de los cuales se emplearían en la Segunda Guerra Mundial. Como muchas otras mujeres en la época, Brennecke supo aprovechar las oportunidades laborales que ofrecían la rápida expansión de la economía en tiempos de guerra y la escasez de mano de obra masculina, que se encontraba luchando en el frente. No por ello sufrieron menos discriminación; durante los 22 años que permanecería en Alcoa, Margaret empleó el apodo «Hap» para disfrazar su género en informes y correspondencia escrita más allá de su laboratorio.

Construcción del cohete Saturno V

Brennecke dio el salto a la NASA en 1961, al comienzo del programa espacial Apolo. Lo recordaba así en una entrevista realizada en 2004:

Cuando nació la NASA [en 1958], sentí curiosidad. Recuerdo que [el presidente John Fitzgerald] Kennedy planteó, en mayo de 1961, el desafío de pisar la Luna antes de que terminara la década. […] Estaba muy ilusionada con la idea de poder participar en este desafío, en particular con su propuesta de liderazgo «vamos a ganar». Yo había estado en Rusia en 1958 y quería desesperadamente que EE.UU. se les adelantara en la conquista del espacio. Allí estaba nuestra oportunidad y yo podría ser parte de ella.

Margaret se unió al Centro Marshall de vuelos espaciales como experta en metalurgia y soldadura, y trabajó específicamente en los cohetes del programa Saturno, que constituyeron el eje central de aquella era espacial. La NASA necesitaba materiales ligeros y fuertes, y Brennecke sería la encargada de decidir qué aleaciones y técnicas de soldadura debían emplearse para conseguirlos.

Su contribución a la fabricación de los tanques de combustible criogénicos fue fundamental para el lanzamiento del cohete Saturno V, que en 1969 transportó a los astronautas del programa Apolo a la Luna. Estos tanques no solo debían contener combustible superrefrigerado, sino que también estarían sometidos a calor intenso durante la fase de lanzamiento. Por ello, los puntos de soldadura entre diferentes secciones debían ser fuertes e impedir las fugas. El conocimiento y experiencia de Brennecke fueron clave en la consecución de ese objetivo y, por ende, en el éxito del programa.

A día de hoy, Saturno V sigue siendo el único cohete que ha transportado a personas a órbitas más allá de una órbita terrestre baja.

Ampliando las fronteras del conocimiento

En 1957 Brennecke fue la inventora de una patente canadiense para la aleación de aluminio 7277.

Margaret Brennecke. Fuente: NASA.

También publicó varios artículos científicos durante sus años en la NASA, entre los que destacan Electron Beam Welding of 2219 Aluminum (Soldadura por haz de electrones de aluminio 2219) en el número de enero de 1965 de la revista Welding Journal, y un informe técnico de la NASA sobre la evaluación de tratamientos térmicos de aluminio 2021 (Evaluation of 2021 Aluminum Thermal Treatments) en mayo de 1968.

Tras el programa Saturno, Margaret trabajó en la selección y evaluación de materiales y procesos para los programas Skylab y Space Shuttle de la NASA. Fruto de la experiencia y el conocimiento acumulado durante su trayectoria profesional, en 1974 fue seleccionada para ser miembro del comité encargado de reescribir el Manual Militar 5, sobre materiales metálicos y elementos para las estructuras de vehículos aeroespaciales, la fuente de mayor autoridad para datos de metales y aleaciones aeroespaciales.

Margaret fue miembro de la Sociedad Estadounidense de Metales, el Instituto Estadounidense de Minería y Metalurgia, la Sociedad Estadounidense de Soldadura y la Sociedad de Ingeniería Aeroespacial y de Procesos de Materiales. También fue miembro de la Asociación para el Avance de la Ciencia.

Margaret ‘Hap’ Brennecke murió en 2008 tras una larga vida en la que construyó grandes estructuras y rompió barreras en un mundo dominado por hombres.

Referencias

Sobre la autora

Edurne Gaston Estanga es doctora en ciencia y tecnología de los alimentos. Actualmente se dedica a la gestión de proyectos en organizaciones que fomentan la difusión del conocimiento de la ciencia y la tecnología.

1 comentario

  • Gracias por estos artículos de mujeres maravillosas e inteligentes. Me encanta leerlas, conocer sus historias y aprender.Mo dejo de sorprenderme en cada relato. Mu admiración y orgullo por estás Grandes Mujeres
    Muchas Gracias.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *.

Este sitio está protegido por reCaptcha y se aplican la Política de privacidad y los Términos de servicio de Google