Stefanie Horovitz, la «cazadora» de isótopos

Vidas científicas

La química Stefanie Horovitz fue una de las 900 000 personas asesinadas durante la Segunda Guerra Mundial en el campo de exterminio de Treblinka; fue en 1942, en una cámara de gas.

Durante la Primera Guerra Mundial trabajó en el Instituto del Radio de Viena junto al químico Otto Hönigschmid. Su minucioso trabajo experimental confirmó la existencia de isótopos de algunos elementos.

La señorita Horovitz y yo trabajábamos como culis. En este hermoso domingo todavía estamos sentados en el laboratorio a las 6 en punto.

Carta de Otto Hönigschmid a Lise Meitner
Stefanie Horovitz (1915). Wikimedia Commons.

Stefanie Horovitz nació en Varsovia el 17 de abril de 1887. Su madre se llamaba Rosa (London de nacimiento) y su padre fue el artista Leopold Horovitz, un retratista de éxito. La familia (Stefanie, su madre, su padre y su hermana) se mudó a Viena alrededor de 1890.

A partir de 1907 Stefanie estudió en la Universidad de Viena, donde obtuvo un doctorado en química orgánica en 1914. Su tutor fue Guido Goldschmiedt y su investigación doctoral se centró en la transposición de la quinona usando ácido sulfúrico.

Descubriendo isótopos en el Instituto del Radio de Viena

Por recomendación de Lise Meitner, Stefanie Horovitz fue contratada por Otto Hönigschmid en el Instituto de Investigación del Radio de Viena en 1913 o 1914.

En 1913, de manera independiente, el radioquímico Frederick Soddy y el físico químico Kasimir Fajans enunciaron la ley de desplazamiento radiactivo (ley de Fajans-Soddy). Esta ley, que describe qué elementos químicos y qué isótopos se crean durante una desintegración radiactiva, predecía que ​el plomo resultante de la descomposición radiactiva del uranio o el torio tendría diferentes pesos atómicos que el plomo típico.

Los químicos analíticos no confiaban en los primeros datos experimentales obtenidos. Hönigschmid había estudiado en Harvard con el químico Theodore Williams Richards, reconocido por su trabajo en la determinación precisa de los pesos atómicos. De hecho, Richards obtuvo el Premio Nobel de Química de 1914 «por sus precisas determinaciones del peso atómico de un gran número de elementos químicos». Confiando en los profundos conocimientos sobre el tema de Hönigschmid, Fajans y Soddy le solicitaron que determinara el peso atómico del plomo procedente de fuentes radiactivas para demostrar la existencia de isótopos.

Stefanie Horovitz fue la persona encargada de abordar el arduo proceso de separar, purificar y medir el plomo con precisión. Comenzó aislando plomo a partir de muestras de pechblenda ricas en uranio extraídas de la cercana mina de Jáchymov (en el noroeste de Bohemia). El proceso de purificación necesitó numerosas series de lavado, disolución, filtración y recristalización para producir una muestra de cloruro de plomo libre de impurezas. Finalmente, realizó un minucioso análisis gravimétrico, hasta la milésima de gramo, que demostró que el plomo creado a partir de la descomposición radiactiva del uranio tenía un peso atómico más bajo (206,736 u) que el plomo típico (207,190 u). Esta fue la primera prueba experimental ampliamente aceptada de que los elementos podrían tener diferentes pesos atómicos dependiendo de la fuente.

Portada del artículo.

Más tarde Horovitz y Hönigschmid demostraron que el ionio, un elemento radiactivo descubierto en 1907 por el radioquímico Bertram Boltwood, era en realidad un isótopo del torio, el 230Th. Este trabajo experimental refutó la existencia de un elemento ampliamente aceptado, el ionio, mostrando al torio como otro elemento con isótopos.

En 1916 ambos científicos publicaron los resultados de esta investigación y Stefanie fue reconocida públicamente como colaboradora, tanto por Hönigschmid como por Soddy. Este reconocimiento es significativo porque, en ese momento, era común considerar a las mujeres científicas como simples asistentes de laboratorio sin excesivo mérito. Sin embargo, tras la muerte de Hönigschmid en 1945, el nombre de Stefanie Horovitz fue eliminado al citar los avances en los descubrimientos de isótopos y su contribución prácticamente olvidada.

Abandonando la química

Tras la Primera Guerra Mundial, la carrera de Horovitz se interrumpió por algunos asuntos familiares y por la agitación política. Además, Hönigschmid había abandonado el Instituto del Radio para ir a trabajar a Múnich.

Stefanie cambió su trabajo en el laboratorio por otro radicalmente distinto: junto a la psicóloga adleriana Alice Friedmann fundó en Viena un hogar de acogida para ofrecer terapia a niñas y niños.

En 1937 Stefanie regresó a Varsovia con su hermana. El ejército nazi invadió la ciudad formando un gueto judío en 1940. Se desconoce la fecha exacta de su muerte. Algunas fuentes apuntan a que fue asesinada por los nazis en 1940. Otras apuntan que Stefanie y su hermana se entregaron en la Umschlagplatz en 1942 para evitar poner en peligro a otras personas, siendo conducidas al campo de exterminio de Treblinka y asesinadas en una cámara de gas en 1942.

Referencias

Sobre la autora

Marta Macho Stadler es doctora en matemáticas, profesora del Departamento de Matemáticas de la UPV/EHU y colaboradora en ::ZTFNews y la Cátedra de Cultura Científica de la UPV/EHU.

1 comentario

  • Es muy probable que la química Stefanie Horovitz conociera en el Instituto de Radio de Viena a la Dra. Marieta Blau, lugar donde laboraban. Ambas tiene en común que trabajaron en líneas de investigación sobre isotopos y además eran judías. Es muy triste el final de la científica Horovitz, su mentora Lise Meitner (también judía) y Marieta Blau lograron escapar de Austria durante la invasión nazi. Meitner fue a Dinamarca y Blau se refugio en México por recomendación directa de Albert Einstein.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *.

Este sitio está protegido por reCaptcha y se aplican la Política de privacidad y los Términos de servicio de Google