Frecuencia Mujeres (700 THz)

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El acceso a la información es un derecho. Para las mujeres también. Una vía magnífica para ejercerlo es la radio. Este medio de comunicación llega a casi todos los puntos del planeta, da voz a los colectivos menos visibles, educa y permite intercambiar conocimiento, según Karine Poirier, Responsable de Proyectos de la oficina de AMARC (Asociación Mundial de Radios Comunitarias) en Montreal. Afirma que es esencial implicar a las mujeres en la radio. “Es una cuestión de diversidad y las mujeres son esenciales en ese espacio”.

Imagen: Pixabay.

Desde sus inicios, el ámbito sonoro de la radiodifusión ha estado dominado por hombres, pero en la actualidad muchas mujeres siguen una trayectoria profesional en este medio aunque todavía su presencia en las ondas sigue siendo minoritaria, no tanto delante de un micrófono como en los equipos técnicos. Sin embargo, como oyentes asiduas siempre han estado ahí y han sido ellas las que, en muchas ocasiones, han moldeado la demanda de programas en este medio.

Desde la década de 1920, cuando comenzó a llegar a los hogares, la radio proporcionó a las mujeres un espacio para hacerse visibles. Difuminó las fronteras entre la esfera pública y la privada, al dirigirse por igual a amas de casa, trabajadoras de cualquier campo, consumidoras, indígenas, urbanas, europeas o asiáticas, ciudadanas de pleno derecho en definitiva.

Muchas investigaciones sobre la historia de la radio recuperan su importante papel en este medio y han sacado a la luz la influencia de las mujeres en la forma de hacer radio. Esos estudios muestran cómo la relación ha progresado de forma paralela a los procesos de democratización y progreso.

En los orígenes de la radio, las mujeres fueron un público agradecido, interesado y cada vez más crítico. Después, ellas cogieron los micrófonos y hablaron por sí mismas. Más adelante, ocuparon puestos técnicos y de control del otro lado del cristal del estudio de grabación. En cualquier caso, su papel ha sido esencial en el desarrollo de la radiodifusión. Diversos formatos y tipos de programas que hoy nos parecen habituales (culebrones, tertulias, debates), fueron pensados en su origen para una audiencia femenina. En Estados Unidos, durante la década de 1930, cuando predominaba la radio comercial, las oyentes eran las consumidoras mayoritarias por lo que se convirtieron en destinatarias preferentes de anunciantes y patrocinadores. Muchos programas se hacían para mujeres y los culebrones radiofónicos se impusieron en las ondas. Según Michele Hilmes, profesora de estudios mediáticos y culturales y especialista de la radio en Estados Unidos, los culebrones se transformaron rápidamente en espacios destinados a la mujer. Hilmes señala que esos programas comenzaron a tratar la realidad y las inquietudes de las mujeres estadounidenses.

Olive Shapley.

El programa británico Woman’s Hour, que la BBC emitió en 1946, estaba dirigido principalmente a las amas de casa. Esta transmisión, que en sus inicios insistía en la función y las responsabilidades domésticas de las mujeres, evolucionó rápidamente hacia el análisis de sus derechos políticos y sociales. En poco tiempo, Woman’s Hour abordó, por ejemplo, temas tabúes como la menopausia o las relaciones sexuales en el matrimonio.

Las mujeres contribuyeron también a la creación de nuevas configuraciones, como los programas de temática social; Olive Shapley (1910-1999), se incorporó a la BBC en 1934, desde donde dirigió la emisión Children’s Hour. La depresión de la década de 1930 había sumido en la pobreza a numerosas regiones del Reino Unido. Shapley utilizó las furgonetas con los equipos de grabación para recorrer el país y entrevistar a los vecinos en sus hogares, en la calle o en los centros de trabajo. Esa manera de hacer radio fue una auténtica revolución tanto desde el punto de vista técnico como de contenido.

Después de la II Guerra Mundial, la idea de unir a las mujeres más allá de las fronteras dio origen a la creación en 1951 de la Asociación Internacional de Mujeres de la Radio (siglas a las que se añadió en 1957 la “T” de televisión). La IAWRT, que aún existe, se fundó para promover la paz mediante la unión de las profesionales de la radio y la televisión, con el fin de que compartieran ideas e informaciones. Su creadora fue la historiadora de la economía de los Países Bajos Willemijn (Lilian) Hendrika Posthumus-van der Goot (1897-1989). En la actualidad, la IAWRT es una red mundial formada por afiliadas de 54 países, con el objetivo de promover la igualdad de género y mejorar la función y la participación de las mujeres en los medios de comunicación. A finales de la década de 1940 y principios de la siguiente, las primeras programaciones de la IAWRT siguieron muy de cerca al movimiento feminista internacional. El contenido de los programas se consensuaba desde el Consejo Internacional de Mujeres.

Actualmente, una emisora valiente es Radio Roshani, en la ciudad de Kunduz, en el norte de Afganistán. Está dirigida sobre todo por mujeres y abre sus micrófonos a la población femenina, que encuentra en ella una gran oportunidad para hacerse visible. En América Latina hay emisoras abiertas a colectivos desfavorecidos, de mujeres indígenas, agricultoras, con mucho que decir en cuanto a sostenibilidad, que utilizan las ondas de radio para informar y ser informadas, para llenar su tiempo de ocio e incluso a veces, para salvar sus vidas y las de los suyos.

En Europa, RadiOrakel, creada en 1982 en Oslo (Noruega), tiene como objetivo instruir a las mujeres en ámbitos como el periodismo radiofónico y la ingeniería de sonido. Con esta perspectiva, RadiOrakel apoya activamente la realización de entrevistas a mujeres y realizadas por mujeres. La música que la emisora difunde debe estar compuesta o interpretada por mujeres, en una proporción no inferior al 50 %. RadiOrakel es un ejemplo de radio comunitaria, pero son muchas las que siguen esta modalidad.

Las estaciones de radio comunitarias son espacios generosos para la consecución de la autonomía femenina. Estas emisoras, que con frecuencia se consideran incluidas en el tercer sector de la comunicación, porque constituyen una alternativa a la radio pública y la comercial, se llevan a cabo sin fines lucrativos, están gestionadas por voluntarios y sirven a las necesidades de las comunidades locales. Como ha señalado Caroline Mitchell, profesora adjunta de radio en la Facultad de Arte e Industrias Creativas de la Universidad de Sunderland (Reino Unido), la radio comunitaria ofrece a las mujeres “un espacio de representación, participación y visibilidad”.

Pensemos en todas las mujeres que viven en regiones desfavorecidas. Para ellas, la radio puede ser una fuente fundamental de comunicación. La radio comunitaria amplía el diálogo de las aldeas a las ciudades y ofrece la posibilidad de que todas las comunidades participen en la programación, la gestión y la apropiación de las emisoras.

AMARC se fundó en 1983 y es una ONG internacional que cuenta casi con 4 000 miembros en 130 países. Como única organización internacional de radiodifusión comunitaria, AMARC presta su plataforma a colectivos con mucho que decir.

Aveseh Asough.

Hay historias de radio en África que merece la pena contar. Como dice Aveseh Asough, la sociedad allí no ha sido muy amable con las mujeres. Aveseh es una voz muy conocida en Aso Radio Abuja, Nigeria. Se unió a BBC World Service Trust en 2010 como formadora, después de haber trabajado en el proyecto financiado por UNICEF Igniting Change, donde promovió programas sobre la salud materna e infantil. Es miembro de varias organizaciones internacionales de periodismo y radiodifusión.

Aveseh recuerda que cuando era niña su madre le decía: “Come rápido y levántate de aquí. Tú eres una mujer”. Aveseh añade “las chicas son diferentes a los chicos, de menor importancia. Como niña, yo debía llevar a cabo las tareas del hogar, como lavar los platos inmediatamente después de que todos terminaran de comer. Esto es así porque la mujer no puede hacer otra cosa. Las mujeres se ven seriamente limitadas por preconceptos como estos”.

Cuenta que, cuando se ofertan coberturas de guerra o situaciones de crisis, muchas mujeres periodistas prefieren producir un programa sobre cocina o sobre la crianza de los hijos. Los estereotipos fomentan esos roles más ligeros en las carreras periodísticas.

Uno de los obstáculos para la igualdad es la falta de herramientas en los medios de comunicación. La periodista señala que ha dado cursos a mujeres en África y se le “rompía el corazón” al comprobar su total desconocimiento de informática básica; todos los hombres se atrevían a usar el ordenador, al menos para escribir, pero las mujeres sonreían y se apartaban del teclado, se hacían de menos a sí mismas en una actitud entre recatada y escandalizada porque eso era cosa de hombres. ¿Conocemos a alguna mujer que haya tenido este gesto en una situación similar?

Sin embargo, las mujeres en Nigeria han dado grandes pasos en la radio. La edición de audios, por ejemplo, la llevaban hombres. Pero hoy, podemos encontrar a mujeres haciendo un gran trabajo en cuestiones de ingeniería de sonido. Esto lo podemos atribuir a que las mujeres están cada vez más convencidas de que hacer las cosas por ellas mismas, es la única manera de que se lleven a cabo. Si una periodista quiere sacar a la luz una historia excepcional, no tiene que esperar a que un ingeniero en sonido edite el material por ella.

“Me da mucha alegría este trabajo, especialmente cuando doy clases a periodistas como Rita Eaghujuwbo que dirige su programa de radio en Hot FM en Abuja, Nigeria, en un nuevo nivel muy interesante, utilizando Facebook para dar a sus oyentes la oportunidad de expresar sus opiniones”, dice Aveseh.

Ugo Aniekwe, también, es ahora Directora de Programación en Anambra Broadcasting Corporation en el sureste de Nigeria. Comenzó en la radio sin conocimientos tecnológicos y, después del curso de Aveseh, se considera una “periodista digital”. Utiliza Adobe Audition y crece cada día en su carrera profesional. Son cada vez más las mujeres que ocupan posiciones de liderazgo en estaciones de radio en varios países africanos. Este es un gran paso ya que los medios de comunicación juegan un papel muy importante en el imaginario social.

Si las mujeres en este sector, y no sólo en África, fueran capaces de incluir su voz a ambos lados del micrófono, desterrarían informaciones sesgadas en relación a los temas de género. La diversidad de personas en el ámbito radiofónico es esencial para escuchar puntos de vista diferentes en las ondas, sin discriminaciones, con aportaciones creativas, veraces, honestas, divertidas en ocasiones. Los equipos de redacción inclusivos, no sólo garantizan la representación del gran mosaico de colectivos que nos enriquece como sociedad, sino que son esenciales para hacer una buena radio, en cualquier frecuencia, incluso en la que a modo de broma elegimos para el título: 700 THz, la de una longitud de onda de 400 nm, el color violeta.

Referencias

Sobre la autora

Marta Bueno Saz es licenciada en Física y Graduada en Pedagogía por la Universidad de Salamanca. Actualmente investiga en el ámbito de las neurociencias.

2 comentarios

  • Muchas gracias. Las mujeres mayores de caseríos aislados en el campo de Tarifa (Cádiz) donde no había escuelas rurales me contaron que gracias a la radio ganaron en cultura y en educación. Juan Quero explicaba en sus memorias que las mujeres del campo de Tarifa con la radio «aprendieron a hablar más fino» que las mujeres del pueblo, porque en los inviernos no contaban con otra distracción más que la radio una vez que el sol se ponía.

  • Qué maravilla y qué interesante lo que dice! Es muy bonito que la radio dé voz a esas mujeres de los caseríos de Tarifa y que crezcan con ella. Muchas gracias por el comentario.

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