Barbara S. Askins: la química al servicio de la fotografía

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Cuando no llega suficiente luz al sensor de nuestra cámara obtenemos una fotografía subexpuesta: la imagen resultante es demasiado oscura, se pierden detalles diluidos entre las sombras. Quizás esos matices no sean demasiado importantes en fotografías de uso personal, incluso pueden embellecer algunas imágenes proporcionándoles un aspecto ‘misterioso’. Pero esos detalles son fundamentales en imágenes médicas o astronómicas en las que los pormenores son precisamente los que pueden revelar descubrimientos relevantes.

Barbara S. Askins. Imagen: Wikimedia Commons.

Hace cuarenta años, en 1978, la química estadounidense Barbara S. Askins (1939) obtuvo la patente Method of obtaining intensified image from developed photographic films and plates (Método de obtención de imagen intensificada de películas y placas fotográficas reveladas), es decir, un método para mejorar negativos fotográficos subexpuestos.

Barbara Askins entró a trabajar en el Centro Marshall de vuelos espaciales de la NASA en 1975. Su labor consistía en buscar la manera de mejorar la calidad de las imágenes fotográficas astronómicas y geológicas tomadas por los investigadores del centro. En ese momento, las imágenes tomadas desde la Tierra eran apenas visibles, aunque contenían una gran cantidad de información que era importante desvelar.

En 1976, Barbara Askins publicó el artículo Photographic image intensification by autoradiography (Intensificación de imágenes fotográficas mediante autorradiografía) en el que presentaba un nuevo método químico para intensificar las imágenes en una emulsión fotográfica revelada. Tras someter a radiactividad la imagen obtenida con su nuevo procedimiento, exponía una segunda emulsión a esta radiación. La impresión resultante, denominada autoradiofotografía, duplicaba la imagen con un incremento importante en densidad y contraste. Es decir, se trataba de un método novedoso para mejorar emulsiones subexpuestas e incrementar los límites de la detección fotográfica. En 1978 obtuvo, siendo ella la única investigadora, la patente U.S. patent No. 4,101,780 que hemos mencionado anteriormente.

Gracias a su proyecto se pudieron estudiar con mayor precisión la geología de cuerpos celestes de nuestro sistema solar. Pero su invento no solo fue aprovechado por la NASA. También supuso importantes avances en el campo de la tecnología médica. En particular, impulsó mejoras en el revelado de imágenes obtenidas por rayos X. Muchas imágenes médicas subexpuestas pudieron interpretarse con mayor resolución, permitiendo una disminución del tiempo de exposición a los rayos X en los pacientes.

La restauración de fotografías antiguas también mejoró gracias a una adaptación del método patentado por Barbara Askins.

Desde las imágenes lejanas procedentes del espacio exterior hasta las cercanas tomadas en el cuerpo humano, la claridad de numerosas fotografías debe mucho a las ideas de Barbara Askins.

Referencias

Sobre la autora

Marta Macho Stadler es doctora en matemáticas, profesora del Departamento de Matemáticas de la UPV/EHU y colaboradora en ::ZTFNews y la Cátedra de Cultura Científica de la UPV/EHU.

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