¿Tenéis algún plan para el 31 de enero de 2018? Apuntad bien esta fecha en vuestra agenda porque os acordaréis de esta científica de la que os voy a hablar: Wang Zhenyi.
Wang Zhenyi (1768-1797) vivió durante la dinastía Qing, la última dinastía imperial China. La joven científica estudió astronomía, matemáticas, geografía y medicina. Casi nada, ¿verdad? Hoy en día, nos dedicamos a estudiar cosas muy específicas y aun así a veces nos cuesta. Cierto es que las épocas han cambiado, lo que nos alivia al pensar en estas científicas que podían con todo. Encima, podían con todo literalmente; ya no solo hablo de diferentes ramas de la ciencia, si no que podían también con el sistema, que no permitía estudiar a las mujeres. Por lo que, Wang Zhenyi tuvo que estudiar sola, convirtiéndose en una excelente autodidacta. Resumiendo, fue una mujer inteligente y luchadora. Claro está que le apasionaban diferentes ámbitos de la ciencia, pero eso no era lo único. Su otro hobby era la poesía. Sí, sí, habéis leído bien, le gustaba escribir poemas, y diría que lo hacía realmente bien, pues fue capaz de dejar su marca en ese mundo.
¿Queréis saber que tiene que ver esa fecha que os he mencionado con esta científica? Primero conozcámosla un poco más.
Entendiendo su pasión: Vida, familia y vocación
No podría estar más de acuerdo con la frase “Yo soy yo y mi circunstancia” del filósofo José Ortega y Gasset. La razón por la que os cito esta frase es porque es de vital importancia conocer la vida, las experiencias y todo lo que rodeaba a Wang Zhenyi para poder entender su pasión por la ciencia y la poesía. Empecemos por el principio.
La casa ancestral de Zhenyi estaba en la provincia de Anhui, pero la familia de su padre se mudó a Jiangning. Era una familia pequeña, constituida por su abuela, su abuelo y su padre. Se podría considerar una familia de alto nivel económico y social ya que su abuelo, Wang Zhefu, era un gobernador del condado de Fengchen y del distrito de Xuanhua. Además, el padre de la científica, Wang Xichen, estudió ciencias médicas y creó una colección de prescripciones médicas de cuatro volúmenes que se llamaba “Yifang yanchao”. A pesar de que prácticamente solo he encontrado el nombre la abuela, la cual se llamaba Dong, quisiera mencionarla. Por la falta de información, supongo, que sería una “simple” ama de casa. Pero como “Wang fue Wang y su circunstancia” y, en aquel entonces, las mujeres eran las que tenían que hacerse cargo de las siguientes generaciones, una gran parte de la educación de la pequeña Wang estuvo claramente influida por su abuela. Pero repito que esto son solo mis suposiciones. De todas formas, sí que se sabe que fue la abuela la que enseñó poesía a Wang Zhenyi. El abuelo le enseñó astronomía, y su padre medicina, geografía y matemáticas. Con estas tres influencias, y teniendo la casa llena de todo tipo de libros, es de entender que a la pequeña Zhenyi le gustara la lectura.
En 1782, cuando Wang tenía 14 años, su abuelo murió, y para darle una honorable despedida al gobernador, la familia viajó a Jilin, cerca de la Gran Muralla China. Se quedaron durante algunos años en esa región, donde la nieta del gobernador devoró toda la colección de libros del abuelo. Con más de 75 libros de colección, era normal que consiguiera un excelente conocimiento. Durante esos años, tuvo otra influencia importante: la mujer de un general mongolés, llamado Aa, que le enseñó algunas artes marciales, a montar a caballo y a tirar con arco.
Con 16 años, Wang Zhenyi y su padre viajaron al sur del rio Yangtze hasta que se mudaron de nuevo a Jiangning. ¡Sin duda tuvo que ser un viaje lleno de experiencias enriquecedoras y aventuras! Shaanxi, Hubei y Guangdong fueron algunos de los parajes que visitaron. Claramente, fue un viaje memorable que marcó la vida de Zhenyi, haciéndola madurar y obteniendo más conocimiento gracias a todo lo vivido.
En Jiangning, cuando tenía 18 años, se hizo amiga de otras estudiantes gracias a la poesía. A esa edad también empezó a tomarse muy en serio sus estudios de astronomía y matemáticas. Sin embargo, la gran mayoría de sus estudios los hacía por su cuenta, lo cual tiene mucho mérito, y fue de ese modo como consiguió aportar muchos avances a la ciencia.
La joven Wang se casó con 25 años con Zhan Mei que era de Xuancheng, una ciudad de la provincia de Anhui. Después de ser profesora de algunos estudiantes, se empezaron a conocer sus contribuciones en matemáticas y astronomía, así como sus poesías.
Desgraciadamente, Wang Zhenyi murió con 29 años. Sin embargo, antes de morir, le dejó a su mejor amiga, Madam Kuai (1763-1827), todos sus trabajos y manuscritos. Kuai, comprendiendo la importancia de esos trabajos, se los donó a un famoso erudito de aquella época, llamado Qian Yiji (1783-1850). Tras leer y analizar todos los documentos de Wang, la consideró como “la mujer erudita número uno después de Ban Zhao”, que fue una escritora, historiadora e intelectual china. Además, Yiji recopiló el trabajo de Zhenyi en un libro llamado Shusuan jiancun (Simples Principios del Cálculo).
No cabe duda de que tuvo una vida llena de emociones, experiencias y aventuras; le apasionaba la lectura y le encantaba intentar explicar fenómenos desconocidos; le gustaba transmitir sus pensamientos y sentimientos mediante la poesía… Y a pesar de su fallecimiento precoz, fue capaz de dejar una gran marca en la historia, no solo oriental, sino mundial.
Un viaje por sus logros
“Sobre la longitud y las estrellas”, “Sobre la explicación de los eclipses lunares”, “La explicación del eclipse Solar” y “Sobre la procesión de los equinoccios” fueron algunos de los muchos artículos que escribió esta científica. Está claro que Wang Zhenyi destacó en matemáticas y astronomía. De hecho, fue capaz de explicar y probar simplemente como se producían los equinoccios y consiguió calcular sus movimientos. Y os preguntaréis, ¿qué es un equinoccio? Pues bien, el equinoccio se da cuando el sol se encuentra sobre el ecuador de la Tierra y es el momento del año en que el día y la noche tienen la misma duración.
Volviendo a la científica, su pasión por el cielo y los astros la llevaron a realizar distintas investigaciones: estudios sobre el número de estrellas; sobre la dirección rotacional del sol; investigaciones sobre la luna y los planetas Venus, Júpiter, Marte, Mercurio y Saturno; y por último, pero no por ello menos importante, realizó un estudio describiendo la relación entre los eclipses lunares y solares. Wang Zhenyi, además, pasó de las observaciones a los experimentos que, por cierto, eran simples pero brillantes. Por ejemplo, para llevar a cabo uno de los experimentos utilizó una mesa redonda como Tierra, una lámpara de cristal colgada del techo representando al sol y un espejo circular colocado al borde de la mesa representando la luna. Moviendo estos tres elementos según los principios astronómicos, estudió el eclipse lunar. Una genialidad que no deja de ser otra muestra más de su increíble capacidad intelectual.
En cuanto al ámbito matemático Zhenyi dominaba la trigonometría y escribió un artículo titulado “La explicación del Teorema de Pitágoras y la trigonometría”. Admiraba al matemático Mey Wending (1633-1721) y estudió en profundidad su libro “Principio del Cálculo”. Pero Zhenyi no solo se dedicaba a estudiar y a describir, también le dedicó tiempo a facilitar el estudio a las siguientes generaciones. Para ello, reescribió este libro en un lenguaje más sencillo y lo tituló “Las bases del Cálculo”; y con 24 años escribió otro libro llamado “Los simples principios del cálculo”. Además, simplificó las multiplicaciones y las divisiones para hacer que las matemáticas fueran más fáciles, y por lo tanto más divertidas.
Eclipses de muchos tipos
Ya que estamos hablando de eclipses, a pesar de que la gran mayoría sabemos que hay dos tipos de eclipses, solares y lunares, me gustaría explicarlo un poco más a fondo. Empecemos por el principio. Un eclipse solar se da solamente en la fase de luna nueva, esto es, cuando la Luna está situada entre la Tierra y el Sol, y además están en el mismo plano. Lo que se observa desde la Tierra es que Luna oculta el Sol. En cambio, un eclipse lunar se da cuando la Tierra que se sitúa entre el Sol y la Luna, y se observa un oscurecimiento de la Luna. Cada tipo de eclipse tiene tres subtipos, pero para entenderlos bien dejadme que os explique primero las diferentes partes de una sombra.
Las sombras tienen tres partes: umbra, penumbra y antumbra. La umbra es la parte de la sombra que es más oscura; se crea porque un objeto opaco bloquea por completo la luz del objeto emisor. La penumbra se da en las zonas en las que la luz está parcialmente bloqueada. Esto es, el objeto opaco no consigue bloquear completamente la luz del objeto emisor en esa zona. En cambio, para estar en la zona de antumbra, tienes que estar más alejado del objeto opaco (por ejemplo, en el plano 2 de la figura siguiente), ya que el objeto opaco es capaz de bloquear la fuente de luz, pero solo por el centro del objeto emisor. Por lo tanto, lo que se observa estando en la zona de antumbra es un disco de luz alrededor del objeto opaco. En el caso de los eclipses, la fuente de luz es el Sol y el objeto opaco es la Tierra, en los eclipses lunares, o la Luna, en los eclipses solares.
Como ya he dicho, hay tres tipos de eclipses solares: total, parcial y anular. Un eclipse total se observa solo en el área de la Tierra que está dentro del cono de umbra. Cuando esto ocurre la Luna cubre totalmente el Sol y esa área de nuestro planeta se oscurece por completo. En un eclipse solar parcial, la Luna solo cubre el Sol parcialmente. Los que observen este tipo de eclipse estarán en la zona de penumbra. Para que ocurra el último tipo de eclipse solar, es decir el anular, la Tierra tiene que situarse en la zona de antumbra y en este caso, la Luna no es capaz de bloquear completamente la luz emitida por el Sol. Por lo que, se observa un anillo amarillo-anaranjado alrededor de la Luna.
En cuanto a los eclipses lunares, también existen tres tipos: total, parcial y penumbral. En el caso del total, la Luna entra completamente en la zona de umbra. Sin embargo, el satélite no desaparece, sino que asombrosamente se enrojece. Esto ocurre porque la luz Solar se proyecta sobre la Tierra, y mientras que la luz azul y verde se dispersan, la luz roja es capaz de pasar por la atmósfera, llegando así a la Luna y reflejándose en la misma. Cuando se da este tipo de eclipse también se le llama Luna de Sangre y, como podéis ver en la figura de debajo, es impresionante, al menos en mi opinión. El eclipse lunar parcial ocurre cuando solo una parte de la luna está en la zona de umbra, y la otra parte en la zona de penumbra. Por lo que, la parte que está en zona de umbra no se observa, y la parte que está en la penumbra está más oscura de lo habitual. El último tipo de eclipse lunar, el penumbral sucede cuando la Luna se encuentra solo en la zona de penumbra. En este tipo, la Luna está un poco más oscura de lo normal y la parte de la Luna que se acerca más a la zona de umbra se ensombrece más. Realmente, hay otro subtipo de eclipse penumbral que se denomina penumbral parcial, y ocurre cuando una parte de la Luna está en la zona de penumbra. Sin embargo este tipo de eclipse lunar es muy difícil de observar a simple vista.
Viendo lo hermosos que son todos los tipos de eclipses no me extraña que a Wang Zhenyi le apasionara estudiarlos. Y a vosotros… ¿cuál es el tipo de eclipse que más os gusta?
Poesía revolucionaria
Una de las características más importantes de la poesía escrita por mujeres de la época de Wang Zhenyi es el uso de palabras florales. Pero esta mujer rompió con la poesía típica femenina de la época. Se inspiraba en sus viajes, en sus aventuras y en sus investigaciones. Logró dejar una gran huella en la literatura, dejando como legado una colección de trece volúmenes de Ci (un tipo de poesía), prosa y prefacios y postdatas escritas en otras obras. Hasta el famoso escritor Yuan Mei de la dinastía Qing hizo mención a la poesía de Wang Zhenyi diciendo que “su poesía tenía el sabor de una gran pluma”.
La riqueza de la poesía de Zhenyi traspasaba las barreras de sus viajes y sus investigaciones, siendo capaz de transmitir la penosa vida de los plebeyos, especialmente la vida de las mujeres trabajadoras de la dinastía Qing. Se puede sentir el duro trabajo de estas mujeres en poemas como “Mujeres criadoras de Gusanos de Seda” y “Lavado de ropa”. Teniendo en cuenta que hablamos del siglo XVIII, es impresionante la importancia que le daba Zhenyi a la igualdad de género. Ella creía que las oportunidades debían de ser igualitarias tanto para hombres como para mujeres, y se reflejaba en su poesía (ver la figura siguiente). Es más, está registrado que formuló frases como “cuando se habla sobre el aprendizaje y las ciencias, la gente no piensa en las mujeres”, “las mujeres no solo deberían cocinar y coser, y no se las debería de molestar por escribir artículos para publicarlos, estudiar historia, componer poemas o hacer caligrafía” y “son personas, que tienen la misma razón para estudiar”. Queda claro que no solo tuvo una notable importancia en la sociedad científica y literaria, si no que tuvo una importancia social, reivindicando los derechos de las mujeres.
Wang Zhenyi fue una mujer increíble, una científica luchadora en toda regla. Con todo lo que aportó es normal que la Unión Astronómica Internacional le diera su nombre a un cráter del planeta Venus. ¿Os gustaría reconocer de alguna manera su trabajo? Os propongo un bonito plan para ello. En la fecha que os he mencionado al principio de este artículo, el 31 de enero de 2018, habrá un eclipse lunar total. Así que, si tenéis opción de estar en un lugar del planeta donde el eclipse sea visible, y la suerte de tener el cielo despejado, id a un lugar tranquilo, y observad este fenómeno mientras pensáis en Wang Zhenyi.
Bibliografía
- Wang Zhenyi, Wikipedia
- Wang Zhenyi (astronomer), Wikipedia
- Olivia Bullock, Badass Ladies of Chinese History: Wang Zhenyi, The World of Chinese, 17 octubre 2014
- Wang Zhenyi, Universitat Rovira i Virgili, Observatorio de la Igualdad
Sobre la autora
Arantza Muguruza Montero es graduada en Biotecnología por la UPV/EHU, estudiante del máster en Biología Molecular y Biomedicina de la UPV/EHU y alumna interna en un grupo de investigación del Instituto Biofisika.
9 comentarios
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