Antonia Ferrín Moreiras: simplemente, una científica indescriptible

L@s que habrán leído alguno de mis artículos saben que me suele gustar describir en el titular un rasgo característico de las mujeres científicas sobre las que escribo. He estado dándole muchas vueltas… y en este caso no he sido capaz de encontrar una única palabra para resumir la vida y aportación de esta mujer. Y no precisamente porque haya pocos adjetivos donde elegir… es que hay demasiados. Supongo que el titulo más fácil que podría haber utilizado habría sido “Antonia Ferrín Moreiras: la astrónoma gallega”, pero creo, sinceramente que me hubiera quedado corta.

Antonia Ferrín Moreiras fue mucho más que una astrónoma. Fue matemática, profesora, investigadora, estudiante… fue demasiadas cosas para ponerlas en un sólo titular. Creo que fue, simplemente, indescriptible.

Antonia Ferrín Moreiras nació en Ourense el 13 de mayo de 1914. Era la tercera de cuatro hermanas nacidas en el seno de una familia humilde. Humilde sí, pero con esperanzas de un gran futuro. Y es que el objetivo del padre de Antonia, profesor de matemáticas, era que sus cuatro hijas estudiaran en la universidad, lo que hizo que la familia se trasladara a Santiago de Compostela cuando Antonia tenía apenas seis años.

El esfuerzo familiar mereció la pena. Antonia comenzó a destacar en los estudios a una temprana edad, y aún comenzando la escuela con siete años, con nueve ya estaba preparada para ir al instituto. Después de cursar bachillerato de forma ejemplar, comenzó sus estudios superiores de Química en la Facultad de Ciencias de la Universidad de Santiago de Compostela (USC) a la edad de dieciséis años. Aquella era la única licenciatura que ofertaba la Facultad de Ciencias de la USC en aquella época y gracias a las matrículas gratuitas y diversas becas que obtuvo, Ferrín se licenció en Químicas en el año 1935, al mismo tiempo que consiguió el Título de Maestra Nacional.

A partir de aquel momento comenzó una carrera académica, docente e investigadora espectacular e incansable.

Entre 1934 y 1936 trabajó como profesora ayudante de Física y Matemáticas en la Facultad de Ciencias de la USC, al tiempo que ejercía de ayudante interina en el Departamento de Ciencias del Instituto Arcebispo Xelmirez de Santiago y estudiaba la licenciatura de Farmacia además de realizar cursos de Ciencias Exactas (actualmente Matemáticas). Sí, todo al mismo tiempo.

El golpe de estado y posterior Guerra Civil no sólo hicieron parar la actividad universitaria de Antonia, también tuvo que sufrir su represión en forma de denuncia anónima por su ideología política que le llevó a tener un Expediente de depuración en 1937. Fue condenada con la inhabilitación para el desempeño de cargos directivos y de confianza, y se le apartó de la docencia.

Terminada la guerra, en 1940 pidió una revisión de su causa, que por suerte derivó en una cancelación de la pena. Antonia pudo volver a ejercer de profesora en la Facultad de Ciencias y se licenció en Farmacia en aquel mismo año.

Fue también en 1940 cuando conoció a la persona que probablemente cambió su vida, Ramón María Aller, fundador y director del Observatorio Astronómico de la USC. Fue él quien la introdujo en la astronomía y aquellas primeras colaboraciones dieron fruto en un trabajo de más de veinte años juntos. En 1950 Ferrín consiguió una beca para realizar investigaciones en el Observatorio, trabajo que finalmente derivaría a un contrato de asistente de investigación.

Fue también en 1950 cuando Antonia se licenció en Matemáticas por la Universidad Central de Madrid (actualmente Universidad Complutense) consiguiendo así la tercera de sus licenciaturas. Sí, la tercera de sus licenciaturas.

No contenta, Antonia Ferrín siguió estudiando para obtener su doctorado en Astronomía en 1963, con una tesis titulada “Observaciones de pasos por dos verticales” y dirigida por su amigo y maestro Ramón María Aller. Aquella tesis doctoral fue la primera tesis de astronomía defendida por una mujer en el estado español y la primera defendida en la Facultad de Ciencias de la USC, donde años antes Ferrín y Aller impulsaron la creación de la Licenciatura en Matemáticas. De hecho, Antonia fue la primera mujer profesora de esta Facultad.

Los años posteriores fueron igual de impresionantes. Además de profesora en la USC, fue nombrada catedrática numeraria de matemáticas en la Escuela de Magisterio Santa María de Madrid, donde impartió clases de astronomía y mecánica celeste y ocupó cargos directivos. También ejerció de docente en la Universidad Complutense, además de trabajar como adjunta en diferentes cátedras a lo largo de toda su vida.

Con una vida más que fructífera a sus espaldas y con el reconocimiento de ser la madrina del 50 aniversario de la Facultad de Matemáticas de la USC en 2008, Antonia Ferrín Moreiras murió en Santiago de Compostela el 6 de agosto de 2009.

Sus contribuciones principales a la astronomía consisten en trabajos sobre ocultaciones estelares, medidas de estrellas dobles y determinación de pasos por dos verticales.

Personalmente, la contribución más importante que me ha dejado esta mujer es ese incansable espíritu de estudio y trabajo que demostró a lo largo de toda su vida. Antonia Ferrín Moreiras lo hizo todo, absolutamente todo; estudió, enseñó, investigó, trabajó… y lo hizo en una sociedad y en una época donde las mujeres no lo tenían fácil. Mi aplauso y admiración.

Referencias

• Josefina F. Ling, Antonia Ferrín Moreiras. La primera astrónoma gallega, IAA. CSIC
• Matilde Ríos Fachal, Antonia Ferrín Moreiras. A contadora de estrelas, Álbum de mulleres, Cultura gallega
• Marta Macho Stadler, Centenario del nacimiento de Antonia Ferrín Moreiras, ZTFNews, 2014
• Antonia Ferrín, la primera astrónoma gallega, La Voz de Galicia, 20 junio 2017
• Antonia Ferrín Moreiras, Mujeres con Ciencia, Efemérides, 13 mayo 2014
• Antonia Ferrín Moreiras, Wikipedia

Sobre la autora

Aitziber Lopez (@lopez_aitzi) es doctora en química por la UPV/EHU.