Inventora estadounidense, una de las más relevantes del siglo XIX. Nació en York (Maine) y muy pronto quedó huérfana de padre. Desde pequeña mostró mucha pericia para diseñar y hacer juguetes como cometas o trineos. A la edad de diez años, Knight dejó la escuela y se empleó junto a toda su familia en una fábrica textil de Manchester (New Hampshire), donde permaneció hasta 1858. Allí, con solo doce años de edad y como consecuencia de haber sido testigo de un accidente laboral, llevó a cabo su primer invento, un dispositivo de seguridad que detenía el telar de manera automática si algo quedaba atrapado en él.
En 1866, Knight se trasladó a Springfield (Massachusetts) para trabajar en la Columbia Paper Bag Company, una modesta fábrica de bolsas de papel en la que desempeñó multitud de tareas (reparar, tapizar, imprimir o daguerrotipar). Un año después, al comprobar que los envoltorios eran poco estables y tenían unos fondos que se rompían fácilmente, decidió inventar una máquina que hiciera las bolsas más firmes y resistentes.
La bolsa de papel y la máquina para fabricarla habían sido patentadas en 1852 por el diácono y naturalista estadounidense Francis Wolle (1817-1893). En 1869, Wolle fundó en Savannah (Georgia) la empresa Union Paper Bag Machine Company asociándose con el industrial George West (1823-1901), conocido a partir de entonces como “El Rey de la Bolsa de Papel”, dados los ingentes beneficios (hasta cuatro millones de dólares anuales) que se conseguían debido no solo al bajo coste de la materia prima (yute procedente de la India), lo que permitía ofertar los productos a menor precio que las habituales bolsas de tela de algodón, sino también a la compra de patentes y a los litigios relacionados con éstas. Sin embargo, estas primeras bolsas eran estrechos tubos de papel con fondo plano en forma de uve (no muy diferentes a un sobre), podían albergar poco peso y, además, tenían que ser pegadas a mano, por lo que era muy lento el producirlas.
La idea de Knight consistió en mecanizar todo el proceso de fabricación: corte, doblado y pegado. De esta manera, las bolsas adquirían mayor amplitud, mejor usabilidad y un fondo cuadrangular con el que podían mantenerse erguidas y aguantar más carga sin romperse. Nacía, por tanto, la bolsa de papel que enseguida acabó convirtiéndose en el estandarizado envoltorio empleado por infinidad de comercios estadounidenses, acompañante de las compras cotidianas o del consumo de comida rápida, pero también reutilizado para guardar y llevar casi cualquier objeto de manera cómoda y desapercibida, desde el almuerzo del trabajador o del estudiante hasta dinero de dudosa procedencia o la botella de contenido alcohólico para beberlo en la vía pública sin ser amonestado por ello.
En apenas un mes, Knight realizó los primeros bocetos de la máquina y en 1868 ya había construido un prototipo en madera que podía fabricar más de mil bolsas con solo accionar una manivela, realizando en poco tiempo el trabajo de treinta personas. El éxito de estos preliminares hizo que se planteara el patentar su invento, pero la administración exigía que los modelos de máquinas a depositar en el registro estuvieran hechos en hierro. Así que se desplazó a Boston (Massachussetts) para que un taller realizara el prototipo adecuado.
Sin embargo, al ir a presentar su invento, Knight se encontró con que su solicitud era rechazada, pues una patente (no. 110536) para una máquina similar había sido concedida en diciembre de 1870 a favor de Charles F. Annan, uno de los mecánicos de Boston, que sin escrúpulo alguno se había apropiado de la innovación. Knight interpuso entonces ante la Oficina de Patentes de los Estados Unidos un pleito de interferencia contra Annan, reclamando así la prioridad en los derechos de propiedad sobre la nueva tecnología y pagándose ella misma los 1600 dólares de los elevados costes legales de la demanda (a razón de cien dólares diarios).
Ante las contundentes evidencias aportadas por Knight (testigos, diseños y conocimientos), Annan alegó que su patente introducía unas mejoras, si bien no pudo precisar cuáles, aunque su principal defensa se basó en la imposibilidad de que una mujer llevara a cabo diseños técnicos sofisticados, un argumento que hoy día nos parece de un repugnante machismo y no se sostendría ante ningún tribunal, pero que en aquella época podía ser efectivo. Con buen juicio, no obstante, la administración hizo un dictamen a favor de Knight, quien finalmente pudo obtener su patente (no. 116842) en julio de 1871, lo que no sería impedimento alguno para que Annan recibiera otras (no. 132890 y no. 276744) en años posteriores (1872 y 1883) para el mismo tipo de máquinas.
Asimismo, en 1870, con ayuda de un inversor de Newton (Mass.), Knight estableció en Hartford (Connecticut) la empresa Eastern Paper Bag Company a fin de dar una explotación industrial a su invento y fabricar las nuevas bolsas de papel, aunque desentendiéndose de la gestión empresarial. Por los derechos de uso de su patente, Knight recibió un total de 27500 dólares, además de 200 participaciones en el capital de la compañía. El éxito de las bolsas no tardó en llegar, siendo adquiridas por grandes almacenes neoyorquinos como R. H. Macy & Co. o Lord & Taylor, cuyos empleados podían acomodar de forma rápida en los nuevos recipientes las mercancías de la clientela sin tener que gastar tiempo en hacer paquetes y atarlos, lo que se traducía en un aumento del volumen de compras y en una mayor satisfacción de los consumidores. Esta auténtica revolución comercial trascendió velozmente las fronteras americanas hasta el punto que, en 1871, la reina Victoria de Inglaterra condecoró a Knight. Años más tarde, la inventora perfeccionó su máquina de fabricar bolsas de papel en relación a los dispositivos de plegado y de alimentación, mejoras recogidas en sendas patentes (no. 220925 y no. 9202) concedidas en 1879 y 1880.
La actividad innovadora de Knight no abarcó solamente la fabricación de bolsas de papel. También se desarrolló de modo prolijo en variados sectores tecnológicos (impresión, textil, cocina, calzado, máquinas-herramientas, vivienda o motores). A lo largo de su vida, obtuvo 21 patentes y realizó unos 90 inventos. En realidad, su primera patente no fue la de la máquina de fabricar bolsas, sino la concedida (no. 109224) a finales de 1870 para una máquina alimentadora de papel para imprentas que funcionaba gracias a un motor de aire comprimido.
En la década de 1880, Knight estableció su residencia en Ashland (Mass.). En esos años, centró su interés sobre cuestiones relacionadas con la vida cotidiana, registrando tres patentes (no. 282646, no. 306692 y no. 311662). Concedida en 1883, la primera de ellas era acerca de un protector de faldas contra la lluvia, la nieve y la suciedad, fácil de poner y quitar mediante unas correas. La segunda, de 1884, consistía en un sistema de abrochado elástico para batas y otros géneros textiles con la peculiaridad de poderlo acoplar a un punto fijo, como el respaldo del asiento de un carruaje para que el conductor pudiera ir convenientemente abrigado. La tercera patente fue registrada en 1885 y su objeto era un espetón de asar, compuesto por dos tenedores cuyas respectivas disposiciones en vertical y en horizontal permitían una mejor sujeción de la carne sobre el fuego, además de una mayor comodidad en el manejo, haciendo así posible que el cocinero diese el punto óptimo al asado.
Durante la siguiente década, Knight fijó su residencia en Framingham (Mass.) al emplearse en una fábrica de calzado. Como consecuencia de ello, entre los años 1890 y 1893 registró cuatro patentes (nos. 436538, 436539, 444982 y 494784) en relación a una máquina de cortar suelas (de caucho o cuero) y otros artículos con formas curvilíneas, todo de manera automática y siguiendo unos patrones prefijados. Knight vendió estas patentes a un grupo de inversores, quedándose ella con una cuarta parte de la propiedad de las mismas que acabó comprada por la Boston Rubber Co.
En 1894, obtuvo dos patentes (no. 521413 y no. 527205) asimismo asociadas a la industria del calzado. La primera de ellas consistía en un carrete de máquina de coser, específico para tiras u hojas sinuosas, hechas en materiales blandos y humedecidos o en caucho sin vulcanizar. La otra se trataba de un mecanismo con el que estampar números o distintos caracteres (referidos al tamaño, a la gama o al tipo de producto), aplicable a las máquinas de fabricar botas y zapatos, aunque también a otras. Aquel año, Knight registró una patente más (no. 519533), si bien esta vez no relacionada con la producción de calzados, sino para un marco de ventana de guillotina, cuyas hojas al moverse eran capaces de deslizarse y balancearse sin provocar desperfectos, además de fácilmente accesibles a su limpieza.
Con el nuevo siglo y el desarrollo de los primeros autos, Knight dirigió su inventiva hacia los motores, un aérea tecnológica de gran complejidad, demostrando con ello una vez más lo infundado de aquellas aseveraciones de Annan respecto a las mujeres. Así, Knight ideó varios modelos de motores rotativos a vapor que fueron protegidos entre 1902 y 1904 mediante cinco patentes (nos. 716903, 717869, 720818, 730543 y 758321). Este tipo de máquinas térmicas utilizaba la expansión del vapor para generar directamente la rotación del eje de transmisión, prescindiendo así del dispositivo convencional formado por pistón, biela y cigüeñal, lo que redundaba en un aparato mucho más compacto en el que el cilindro iba situado dentro de la cámara. El motor rotativo a vapor había sido patentado en 1765 por el propio James Watt (1736-1819) y desde entonces numerosos inventores fueron perfeccionándolo, aunque nunca llegó a ser una tecnología muy difundida industrialmente. Las innovaciones patentadas por Knight se referían a cuestiones relacionadas con cilindros, válvulas, buje, ubicación y diseño de pistones o reducción de la vibración y de las fricciones. En relación con estos motores, Knight inventó una herramienta automática para el taladrado o cepillado de superficies cóncavas y de cámaras cilíndricas, por la que recibió en 1902 una patente (no. 743293).
Como si quisiera desmontar los prejuicios de Annan, Margaret Knight continuó investigando y diseñando en los últimos años de su vida motores todavía más complejos, como los de explosión. Así, entre 1911 y 1915, obtuvo tres patentes (no. 1.068.781, no. 1.086.299 y no. 1.132.858), la última con carácter póstumo, para motores de combustión interna, en los que mejoraba el mecanismo de las válvulas (corredizas y en forma de media luna), la junta del cilindro y la expulsión de gases.
El resultado era un motor de cuatro cilindros, más sencillo y poco ruidoso, con menor recalentamiento y de fácil lubricación, buena carburación y una mayor potencia, velocidad y vida útil. En 1912, formó la empresa Knight-Davidson Motor Company, con sedes en Boston y Saratoga (Nueva York), para la comercialización de estos motores con la idea de aplicarlos en turismos de lujo, de los que llegaron a fabricarse unas pocas unidades, para cinco pasajeros y a un precio de 6000 dólares, que fueron presentados en el Salón del Automóvil de Boston (1913), diseñados por Charles R. Greuter (1861-1937) y construidos por Moore & Munger, una compañía de Nueva Inglaterra. Asimismo, Knight inventó también el sistema de ruedas, de alta resistencia, obteniendo por ello en 1912 una patente (no. 1.015.761).
Margaret Knight falleció en Framingham a la edad de 76 años como consecuencia de la confluencia fatal de una neumonía y de una litiasis biliar. A pesar de los miles de dólares que sus patentes le proporcionaron, su herencia era de solo 275 dólares. En 2006, Knight fue incorporada al National Inventors Hall of Fame.
Bibliografía
- McCully, Emily Arnold: Marvelous Mattie: How Margaret E. Knight became an inventor; Nueva York, Farrar, Straus & Giroux, 2006
- McHenry, Robert (ed.): Famous American Women: A Biographical Dictionary from Colonial Times to the Present; Mineola, Dover Publications, 1983, p. 228
- Carey, Charles W.: American Inventors, Entrepreneurs, and Business Visionaries; Nueva York, Facts on File, 2011, pp. 256-257
Enlaces
- Margaret E. Knight (1838-1914), National Women’e History Museum
- Margaret Knight. Invention of the Paper Bag Machine, Famous Women Inventors
- Wikipedia
- Hadley Meares, The invention of the paper bag was a triumph of feminism, Aeon
- Erik Haugsjaa, Margaret Knight, Erik’s Blog
- Margaret E. Knight Biography (1838-1914), How products are made
- Avil Beckford, Wisdom Wednesdays: Margaret Knight, Inventor, The Invisible Mentor
- Margaret Knight: Inventor of The Flat-bottomed Paper Bag Machine, Ilmusiana
- Michael Abrams, Margaret Knight, ASME
- El tradicional, La Bolsa de Papel, Historias de empaques
- Margaret E Knight, Paper Hall of Fame
- Fascinating facts about the invention of the Paper Bag by Francis Wolle in 1852, The Great idea Finder
- John H. Lienhard, Paper Bags, The Engines of Our Ingenuity
- History of Early American Automobile Industry. 1891-1929
- The K-D Automobile & The K-D Motor Co., American Automobiles
Sobre el artículo original
Museo Virtual de la Propiedad Industrial.
Un especial agradecimiento al Equipo de Investigación sobre Propiedad Industrial. Convenio de Colaboración OEPM-UAM por permitir su reproducción en Mujeres con ciencia.
Sobre la autora
Raquel Heredia Pintado. Equipo de Investigación sobre Propiedad Industrial. Convenio de Colaboración OEPM-UAM.
Editor: Luis Fernando Blázquez Morales.
4 comentarios
Hola,
Una duda: me parece que la mujer de la fotografía, tanto por su peinado como por la ropa que viste debe ser de los años 40 del siglo XX, por lo que no puede corresponder a la protagonista de esta entrada.
Me parece que una imagen más acorde de Margaret Ellen Knight (o más bien, de la auténtica) la puedes encontrar en el segundo de los enlaces que sugieres en esta entrada, la de las mujeres inventoras.
Saludos,
Marian.
Gracias por el comentario, se lo trasladamos a la autora.
Marta (editora)
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