Ada Lovelace, el musical

Ciencia y más

That Enchantress who has thrown her magical spell around the most abstract of Sciences and has grasped it with a force which few masculine intellects (in our own country at least) could have exerted over it.

Carta de Charles Babbage a Michael Faraday, 9 de septiembre de 1843

Ada Lovelace, the musical
Ada Lovelace, The Musical

Ada Lovelave, el musical es una historia novelada de la vida de Ada Lovelace, un musical organizado en dos actos.

Acto I

Ada es solo una niña, pero su creatividad es ya incontrolable. Sus institutrices se lamentan de su constante insubordinación. Lady Byron –su madre– no quiere que su hija siga los pasos de su padre –el poeta Lord Byron–, por ello intenta aplacar esos rasgos de desbordada imaginación que la relacionan con su progenitor.

Ada tiene 17 años: ella y su madre se trasladan a Londres para relacionarse la alta sociedad. Allí conoce a Charles Babbage, con el que comparte su interés por las matemáticas y los inventos científicos. Babbage se asombra de la gran perspicacia de la joven.

La madre arregla el compromiso matrimonial de Ada con el conde de Lovelace, intentando mejorar su posición en sociedad, y al mismo tiempo pretendiendo separar a su hija de un antiguo amigo de la infancia, Tom.

Ada Lovelace, the musical
Ada Lovelace, The Musical

Acto II

Ada propone a Babbage utilizar su posición en la sociedad victoriana para intentar conseguir financiación para construír la máquina analítica: se reúnen con el primer ministro Robert Peel, que se siente amenazado por la inteligencia de Ada, y la acusa de ser una ignorante desquiciada.

Mientras tanto, Lady Byron engaña a Tom mintiéndole sobre el embarazo de Ada; Tom decide retirarse. Ada, abatida por la pérdida de su amigo, se centra en su trabajo: se aleja así de esa imagen demasiado pasional de la que le acusan Peel y su propia madre.

Ada Lovelace, the musical
Ada Lovelace, The Musical

En el estudio de Babbage, el científico se lamenta porque han rechazado su solicitud de financiación. Habla a Ada de Luigi Federico Menebrea, que en su informe Notions sur la machine analytique de M. Charles Babbage (Bibliothèque Internationale de Genève 41, 352-376, 1842) reconoce la importancia de la máquina de Babbage. Ada comienza la traducción al inglés del trabajo de Menabrea, mientras su marido la reclama. El texto del ingeniero italiano apasiona a Ada, tanto que añade sus propias notas a la traducción. Babbage, cegado por los continuos fracasos en sus solicitudes de financiación, piensa que esos apuntes de su pupila pueden dañar su imagen: ‘no hay lugar para la imaginación en la ciencia’.

Ada Lovelace, the musical
Ada Lovelace, The Musical

La última oportunidad para conseguir apoyo económico es una fiesta organizada por la Reina Victoria: Babbage no quiere acudir a ella con Ada, porque piensa que le puede avergonzar. Sin embargo, ella recibe una invitación anónima –es Tom quien la consigue para apoyarla en su trabajo–: la Reina Victoria había oído hablar de la matemática, y la invita a explicar su teoría. La inteligencia y pasión de Ada cautivan a los invitados y Babbage finaliza elogiando el gran trabajo de la matemática.

Ada Lovelace, the musical
Ada Lovelace, The Musical

Nota

Este resumen se ha elaborado con la información contenida en la página web del musical, en la que pueden escucharse además algunos audios.

El libreto es de James Essinger y Mo Pietroni, la música de Ethan Lewis Maltby y la letra de las canciones de Jenna Donnelly.

Audios

Sobre el artículo original

Ada Lovelace, el musical fue publicado el 30 de octubre de 2014 en la sección de Teatro y Matemáticas de DivulgaMAT.

Sobre la autora

Marta Macho Stadler es doctora en matemáticas, profesora del Departamento de Matemáticas de la UPV/EHU y colaboradora en ::ZTFNews y la Cátedra de Cultura Científica de la UPV/EHU.

2 comentarios

  • Ojala se sigan incorporando cada vez mas Mujeres al mundo de la Ciencia, pero es muy dificil para cualquier persona el no dar prioridad a sus atributos naturales.Y las Mujeres son bellas por naturaleza. No es culpa de los hombres que no haya mas Mujeres cientificas : no es que los hombres seamos malos, es que Ellas son Bellas…

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