La enfermedad neurodegenerativa que más personas afecta en el mundo no es el alzhéimer, a pesar de su popularidad, sino el glaucoma. Los datos sobre su prevalencia indican que afecta a un 2,5 % de la población, más del doble que el alzhéimer (un 1,1 %). Mucho más atrás queda el párkinson, con un 0,157 % de la población afectada. Es más, si nos fijamos en la franja de población entre 40-80 años, el glaucoma se eleva hasta un 3,5 % de la población.
En el Día mundial de la visión, queremos destacar que el glaucoma es la primera causa de ceguera en el mundo y se le conoce también como la enfermedad silenciosa, porque la ceguera comienza por la muerte de neuronas en la periferia del ojo. Como apenas nos fijamos en lo que vemos en la periferia, el afectado no se da cuenta de la pérdida visual hasta que acude al oftalmólogo. Y para entonces, normalmente el 50 % de sus neuronas han muerto y ya no se pueden recuperar
Como su propio nombre indica, una enfermedad neurodegenerativa afecta a las neuronas. Y la retina, la parte sensible del ojo, está formada por neuronas muy especializadas. La causa que produce la ceguera en el glaucoma es la muerte de las neuronas que conducen el mensaje visual desde el ojo hasta el cerebro, denominadas células ganglionares de la retina (aunque, en sentido estricto, deberían ser denominadas neuronas ganglionares de la retina). Esto puede generar confusión, ya que si bien todas las neuronas son células, no todas las células son neuronas. Y las que se mueren en glaucoma son las neuronas que conectan el ojo con el cerebro.
Un tremendo gasto farmacéutico y quirúrgico
El glaucoma no es una enfermedad que cause la muerte, pero si es la primera causa de ceguera en el mundo, en estos momentos irreversible. Por otro lado, el tratamiento del glaucoma supone un gasto médico y farmacéutico a nivel mundial que supera a cualquier otra enfermedad neurodegenerativa por la extensión en el tiempo del tratamiento
La variedad más frecuente es el denominado glaucoma primario de ángulo abierto, y aparece en edad adulta. Una vez diagnosticado requiere un tratamiento farmacológico diario con gotas de por vida, al que además se pueden sumar diferentes intervenciones quirúrgicas necesarias a medida que avanza la enfermedad.
En las demás enfermedades neurodegenerativas, tanto el tratamiento farmacológico como el quirúrgico son desafortunadamente escasos. La esperanza de vida también es menor en el caso del alzhéimer y del párkinson, por lo incapacitantes que resultan.
Una neurodegenerativa no suficientemente investigada
El ser humano ha alcanzado grandes retos en investigación, como llegar a Marte o impedir el avance de una pandemia con una vacuna generada en pocas semanas. Con este potencial, podemos pensar que conseguiríamos curar todas las enfermedades actuales si para ello realizamos suficiente inversión en investigación. Sin embargo, en la mayoría de las convocatorias de investigación sobre enfermedades neurodegenerativas no se incluye al glaucoma, y eso va en detrimento de la investigación sobre esta patología.
En la actualidad, un consorcio de investigadores internacionales –RReSTORe– nos hemos agrupado para sumar esfuerzos, compartir resultados e intentar potenciar que se financie la investigación.
El consorcio se divide en cinco subgrupos de discusión con los siguientes objetivos:
- Desarrollar y diferenciar nuevas neuronas en la retina que sean capaces de sustituir a las que se mueren.
- Desarrollar métodos y modelos de trasplante de estas células en el ojo.
- Estudiar cómo las nuevas neuronas se integrarán en la retina y realizarán las conexiones correctas con el resto de las neuronas.
- Procurar la reconexión de estas nuevas neuronas con el cerebro a través del nervio óptico.
- Conectar los terminales de estas neuronas con las neuronas del cerebro adecuadas para restaurar la visión.
Necesaria mas investigación para encontrar la cura
Si bien es necesario un apoyo de la industria farmacéutica para el descubrimiento de nuevos tratamientos, en el caso de la investigación hacia la prevención o la cura de las enfermedades como el glaucoma la cosa cambia. Para poder investigar hasta conseguir detectar el origen de la patología, e incluso llegar a una recuperación de la visión, se necesita una financiación sin cortapisas ni intereses económicos, procedente fundamentalmente de los Estados y de organizaciones sin ánimo de lucro.
El aumento en la financiación de la investigación revertirá en la mejora de la calidad de vida de las personas y en un ahorro del gasto farmacéutico para los estados.
La asociación de los afectados es muy importante, ya que pueden influir sobre las decisiones que realicen quienes toman las decisiones y apoyar la investigación. En España, la asociación de pacientes de glaucoma (AGAF) está en este camino.
Sobre la autora
Elena Vecino Cordero, Catedrática de Biología Celular (UPV/EHU), IdEX Prof. Univ. Bordeaux (Francia), Life Member Clare Hall Cambridge (UK). Directora del Grupo Oftalmo-Biología Experimental (GOBE), Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea
Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Ir al artículo original.