Los maravillosos y no reconocidos dibujos de la señora Gould

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Elizabeth Gould. Imagen: Wikimedia Commons.

Nicholas Coxen era un militar de carrera y un devoto marino. Ambas profesiones habían calado en su ascendencia desde hacía varias generaciones. Aquel navegante no podía imaginar que sería su única hija la próxima en asumir el rol de exploradora en el árbol genealógico familiar.

Elizabeth nació el 18 de julio de 1804. Aparentemente, su infancia transcurrió en Ramsgate, Inglaterra, junto a otros diez hermanos. Sin embargo, son pocos los datos que se conservan sobre los primeros años de vida de la joven.

A los 22 años fue aceptada como institutriz de la hija del Jefe de la Oficina de Procuraduría del Rey, en Londres. Al parecer, la muchacha había recibido una educación esmerada, a pesar de los impedimentos de pertenecer a una familia de clase media y de haber sido mujer durante el periodo histórico en el cual vivió.

Elizabeth llegó a dominar varias lenguas extranjeras, un par de instrumentos musicales y destacaba por su capacidad para el dibujo y las acuarelas.

A pesar de su posición laboral, la muchacha pasó algunas dificultades. Sus historiadores conservan cartas escritas a su madre donde la joven aseguraba que apenas podía pagar sus deudas y donde también demostraba una severa melancolía.

En 1829, la vida de la señorita Cohen cambió radicalmente. La investigadora Roslyn Russel asegura que el matrimonio fue una especie de balsa de salvamento para las penurias de Elizabeth. En realidad, el compromiso fue un gran beneficio para ambos contrayentes.

John Gould ya era conocido en el mundo de las ciencias al momento de su boda. Su carrera como ornitólogo estaba en la cúspide, pues había sido nombrado curador y preservador del Museo Zoológico de Londres. Poco después del matrimonio, propuso a su esposa que se vinculara más con sus proyectos.

La señora Gould se entusiasmo con la idea de contribuir con el trabajo de su marido a través de sus cualidades artísticas. Comenzó a recibir clases, fundamentalmente de litografía, con Edward Lear. Poco a poco, la joven perfeccionó su estilo y técnica.

Litgrafía de Elizabeth Gould.
Imagen: Wikimedia Commons.

En menos de una década, Elizabeth consiguió terminar cerca de 600 dibujos para los primeros libros de John. Muchos de los especímenes eran inmortalizados en el lienzo gracias a piezas disecadas que eran presentadas ante el señor Gould. De esta manera, el matrimonio trabajó con aves traídas de todas partes de Europa y hasta del Himalaya – A Century of Birds from the Himalaya Mountains (1932) y The Birds of Europe (1837), entre otros –.

Durante aquellos años, John Gould fue escogido para trabajar en el tomo de ornitología que recogía las observaciones realizadas por el joven naturalista Charles Darwin. El explorador había notificado diversos descubrimientos, entre ellos aves, los cuales quedarían recogidos en los diversos volúmenes de Zoología del viaje del HMS Beagle (1838) y que, posteriormente, contribuirían a sus postulados sobre el origen de las especies.

Poco tiempo después, llegó el momento en que Elizabeth viviría sus propias travesías. En 1838, a pesar de algunos reparos, la señora Gould acompañó a su esposo en un viaje a Australia. Luego del éxito de sus libros anteriores, John deseaba hacer observaciones in situ para completar un texto mucho más excelso. Ambos fueron acompañados del menor de sus cuatro hijos y un sobrino que los ayudarían en las diferentes tareas de trabajo.

La primera parte del manual Birds of Australia fue publicado en diciembre de 1840. Rápidamente, los esposos, ya nuevamente en Inglaterra, empezaron a trabajar en un segundo tomo. Sin embargo, Elizabeth moriría prematuramente el 15 de agosto de 1841, tras dar a luz por sexta ocasión.

Si bien la ilustradora había adelantado gran parte del trabajo, quedaban varios pendientes. Para culminar la obra, John contrató al dibujante Henry C. Richter, quien firmó con su propio nombre los últimos trazos de la esposa.

Según la investigadora Alexandra Alvis, no existen documentos se recojan grandes muestras de pesar de parte del señor Gould debido el deceso de su compañera de vida y trabajo.

A pesar del talento demostrado por Elizabeth y la aceptación de la calidad de sus litografías dentro de los círculos de expertos, su nombre nunca recibió aplausos. Su obra fue eclipsada por el éxito de su esposo quien, todavía hoy, es considerado unos de los mayores ornitólogos del Reino Unido.

Una pequeña ave multicolor australiana es conocida como el pinzón gouldiano, pues John Gould denominó al pájaro Chloebia gouldiae, en honor a la esposa a la que tanto se esforzó en eclipsar.

Referencias

Sobre la autora

Claudia Alemañy Castilla es periodista especializada en temas de ciencia y salud. Trabaja en la revista Juventud Técnica.

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