La importancia de los ecosistemas marinos para la salud humana es un tema que despierta un gran interés en la ciencia y la sociedad. Aborda diferentes aspectos que a menudo se han tratado de manera independiente, pero que en realidad están estrechamente relacionados: la conservación de los ecosistemas marinos, la promoción de la salud y la prevención y tratamiento de determinadas enfermedades. En este sentido, se han desarrollado diferentes estudios e iniciativas innovadoras que pretenden dar a conocer mejor estas relaciones complejas. Una de ellas es la Cátedra Océanos y Salud Humana de la Universidad de Girona, una nueva herramienta para estudiar y dar a conocer la importancia de los ecosistemas marinos para la salud y el bienestar de las personas y que cuenta con la colaboración de más de cincuenta expert@s de la biología marina, medicina, educación ambiental, antropología, veterinaria, salud, etc. En esta temática “Océanos y Salud Humana”, el papel de las mujeres ha sido, es y será crucial, si bien a menudo la importancia de su trabajo no se visualiza lo suficientemente bien.
En este texto os presentamos a cinco excelentes investigadoras y gestoras del medio marino, colaboradoras de la Cátedra, que trabajan para estudiar las relaciones entre los océanos y la salud y con el fin de preservar los ecosistemas marinos y la salud y bienestar de las personas. Entusiastas y expertas en su trabajo, también nos ofrecen su visión y opinión sobre el papel y liderazgo que la mujer debería de tener (y que la Cátedra comparte íntegramente) en un tema clave para que las futuras generaciones puedan continuar disfrutando de los beneficios que ofrecen los mares y océanos, minimizando los riesgos. Aunque no sabemos qué mares querrá explorar nuestra sociedad en el futuro, es incontestable que sólo mejorando la posición de la mujer en la ciencia y en la gestión de los ecosistemas marinos y la salud podremos llegar a buen puerto.
Dra. Elisa Berdalet
Científica Titular del Institut de Ciències del Mar (CSIC)
Desde niña, he estado siempre atraída por el conocimiento y la protección de la naturaleza. A los 14 años decidí ser bióloga. En 1986, me licencié en Biología por la Universitat de Barcelona y en 1991 presenté la tesis doctoral en fisiología del fitoplancton marino en el Institut de Ciències del Mar del CSIC. A lo largo de mi trayectoria científica he estudiado la complejidad de los ecosistemas marinos centrándome en diversos grupos de organismos (bacterias, microalgas, zooplancton, larvas de peces) y las interacciones entre la biología y los procesos físico-químicos. He tenido la suerte de poder trabajar en el laboratorio y en contacto directo con la naturaleza en el Mediterráneo, el Atlántico y la Antártida. Comprender la dinámica y los aspectos tóxicos de las proliferaciones de algas nocivas, con impactos en la salud humana y en los ecosistemas, constituye una línea fundamental de mi investigación. Valoro extraordinariamente la colaboración entre equipos de investigación multidisciplinares e internacionales y por ello, desde hace más de diez años estoy implicada activamente en favorecerla. Mi participación en la Cátedra Océanos y Salud Humana me ofrece la oportunidad de ampliar los horizontes de la ecología marina hacia otros sectores de la sociedad, vinculados con la salud y trabajar para el uso sostenible de los mares y océanos.
La actividad científica es una de las facetas más extraordinarias de la humanidad, y por definición, la ciencia la hacen mujeres y hombres. A lo largo de mi vida profesional, ha habido periodos en los que he trabajado con más mujeres que hombres y viceversa. Afortunadamente, siempre me he sentido valorada como persona, y también he valorado a quienes me han acompañado, por sus valores humanos. Es muy importante destacar que mi marido, hijo e hija, nos apoyamos mutuamente para desplegar nuestra actividad profesional manteniendo la riqueza de la vida familiar.
El problema de la mayor o menor visibilidad de las mujeres en la ciencia, proviene, en gran parte de la aplicación de un sistema patriarcal y capitalista en la valoración de la ciencia. Este sistema, que perjudica tanto a hombres como a mujeres, prima la competitividad y el liderazgo dominante por encima de otros valores humanos considerados «poco productivos». Yo no deseo que las mujeres tengamos más visibilidad por el hecho de reforzar este sistema. Tampoco quiero que se me escoja para una trabajo o responsabilidad por el simple hecho de ser mujer, sino por mis capacidades. La visibilidad de las mujeres vendrá de manera natural si va acompañada de un cambio en la ciencia y en la sociedad. Y ese cambio lo vamos a conseguir trabajando juntos, hombres y mujeres, por una ciencia y una sociedad más humanas.
Sra. Rosario Allué
Sub-directora general de Política Marítima, Control y Formación. Dirección General de Pesca y Asuntos Marítimos de la Generalitat de Catalunya
En la Dirección General de Pesca y Asuntos Marítimos de la Generalitat de Catalunya la mayoría de las personas que trabajamos somos mujeres. Entre todas –administrativas, subdirectoras, jefas de servicio, auxiliares, técnicas, jefas de sección y coordinadoras– llevamos a cabo una labor diversa y pluridisciplinar, necesaria y esencial para el buen funcionamiento de la Dirección General y para el logro sus objetivos últimos: la preservación de los ecosistemas costeros y marinos como garantía para el mantenimiento y el desarrollo sostenible de los sectores económicos dependientes.
Por lo que se refiere a las que ocupamos un puesto técnico, la mayoría somos biólogas con mucha experiencia en investigación pesquera. Nuestro día a día se basa en la recopilación y el análisis de datos desde enfoques tremendamente diferentes, pero profundamente dependientes: el teórico y el empírico, el más enriquecedor. Bajo el primero, analizamos la biología de las especies objetivo, las capturas de las diferentes flotas, la geolocalización de los caladeros o el estudio de su productividad. Bajo el segundo, el práctico, visitamos puertos pesqueros y Cofradías, hacemos muestreos de lonja y nos embarcamos en embarcaciones comerciales de las diferentes modalidades de pesca para recoger muestras, analizar el estado de los caladeros, compartir conocimiento con los pescadores, evaluar la actividad, en definitiva, para conocer, de primera mano, el patrimonio cultural inmaterial que es nuestra actividad de pesca y marisqueo y llevar a cabo una gestión adaptativa de los recursos pesqueros de nuestro litoral.
Esta actividad técnico científica que desarrollamos nos permite estar en contacto y trabajar conjuntamente con investigadoras de universidades e instituciones científicas con las que compartimos horas de mar y laboratorio y también aplicamos el modelo de la cogestión, cuyo principio fundamental es el siguiente: la comunidad científica, las administraciones, las ONG y el sector pesquero nos sentamos, discutimos, compartimos, aprendemos, consensuamos y tomamos decisiones vinculantes.
Dra. Lora Fleming
Directora del European Centre for Environment and Human Health, University of Exeter Medical School, Reino Unido
¡Yo llegué a la ciencia y la investigación por la puerta trasera! Era la nieta mayor de muchos médicos, así que fui «elegido» para seguir una carrera médica, y mi padre me dijo que, si investigaba, tendría «mis veranos libres …». Así que me convertí en médico en el Bronx (Nueva York) en medio de lo que ya empezaba a configurase como “epidemias” de SIDA y de “Crack-Cocaína”, una situación que me ayudó a comprender bien la generosidad y la resistencia de las personas en circunstancias extremamente adversas. Pero por más que amé a mis pacientes y sus familias, lo que realmente me motivaba y despertó mi curiosidad fue las interconexiones entre los seres humanos y sus entornos, todos sus entornos.
Comencé fascinada por mis trabajos sobre este tema en New Haven y Miami (EE. UU.), y terminé trabajando con investigadores en Cornwall (Reino Unido) y de todo el mundo, explorando los beneficios y los riesgos para los humanos y su salud / bienestar a partir de las interacciones con la naturaleza, especialmente los entornos «azules» (The European Centre for Environment & Human Health; BlueHealth; Blue Communities; Seas, Oceans & Public Health in Europe). Y he tenido la suerte de trabajar con diversos e interesantes investigadores/as, con una preponderancia cada vez mayor de mujeres increíbles de todas las edades, antecedentes, experiencia y nacionalidades.
Desde entonces, me he obsesionado con la idea de que nuestra salud y bienestar, toda la salud humana, dependen completamente de la «salud» de nuestro medio ambiente, en particular para mí, de los mares y los océanos. Me encanta pensar y explorar cómo podemos estar en riesgo y beneficiarnos al mismo tiempo de interactuar con el océano, y cómo entender y comunicar esta interacción; y, además, pensar que nuestras «soluciones» a menudo llevan a consecuencias no deseadas tanto para los seres humanos como para el medio ambiente. Y en medio del clima y otros cambios ambientales y advertencias extremas para los seres humanos y otros organismos, encuentro una gran esperanza e inspiración para los seres humanos y nuestro planeta en la investigación, las actividades y las acciones de las generaciones más jóvenes y diversas.
Sra. Victòria Riera
Directora del Parque Natural de Cap de Creus, Generalitat de Cataluña
¿Qué puedo aportar de mi experiencia a la cultura científica y que a la vez pueda animar a las mujeres a seguir trabajando para conservar y mejorar nuestro entorno en particular, y nuestro medio ambiente en general?
Buena parte de mi trayectoria profesional la he desarrollado trabajando como gestora en espacios naturales protegidos y siempre –porque no decirlo–, cerca del mar. Mis inicios fueron hace ya unos años en la reserva marina de las Islas Medes, espacio privilegiado por el valioso patrimonio natural que acogen sus fondos marinos. Mi trabajo en esta reserva marina, que actualmente forma parte de un parque natural y de sobras es conocida por su actividad de buceo, si bien fue corto, me enseñó a comprender qué quiere decir gestión, teniendo en cuenta lo que supone buscar el equilibrio entre la conservación de un espacio y el uso turístico que se hace del mismo.
Estos primeros pasos como gestora, aunque en sus inicios no fueron del todo sencillos, que me aportaron la experiencia necesaria para dar el salto y pasar a dirigir –desde su creación el año 1998–, el parque natural de Cap de Creus, el primer espacio marítimo terrestre que se protegió en Catalunya.
Todos estos años de trabajo me han aportado mucho, no sólo experiencia en el campo de la gestión, sino también el privilegio de poder trabajar para un espacio protegido tan singular y especial, de una gran belleza y con unos valores naturales excepcionales. También he tenido y tengo aún la oportunidad de colaborar no sólo con la gente que vive y trabaja en esta zona, sino también con otras muchas personas, ya sea del mundo de las empresas, asociaciones, de la ciencia o las universidades; a la vez que me ha dado también la oportunidad de establecer contactos y compartir experiencias con otras áreas marinas protegidas del Mediterráneo.
La gestión de los espacios naturales protegidos no es exclusiva de los hombres puesto que somos algunas las mujeres que estamos al frente de la dirección de los mismos, no obstante, cabe decir que en Catalunya somos minoría. ¿Por qué ocurre esto? Quizás deberíamos buscarlo en la tradición más ancestral, cultural o familiar, por la que los hombres acaban teniendo más puestos de dirección que las mujeres. Si bien en mi caso y en mi entorno más cercano no he sentido esta discriminación por el hecho de ser mujer, ni en mis relaciones laborales, ya que creo que la mujer que desarrolla cargos técnicos o científicos está bien considerada.
Siempre que exista esta discriminación, por pequeña que sea, nuestra sociedad debería trabajar para revertir este cambio de tendencia y de exclusividad masculina en algunos casos, si queremos que nuestra sociedad sea más igualitaria en todos los sentidos.
Dra. Magda Vila
Técnica Superior Especializada de los OPIs, Institut de Ciències del Mar (CSIC)
Desde siempre me he sentido muy atraída por la naturaleza; el espacio natural me llena de energía y me hace sentir viva, ¡además hay tantas cosas por aprender! ¡¡ Y hay tanta belleza!! Supongo que esto y la curiosidad que siempre he sentido por las cosas más pequeñas me ha llevado a dedicarme al estudio de las algas microscópicas. He tenido la suerte de trabajar en ciencias naturales desde un punto de vista aplicado (o, ¿será que lo he buscado?…). Durante mi doctorado diseñamos e implementamos el programa de control de microalgas nocivas en la costa catalana. Pudimos determinar cuáles eran las microalgas tóxicas presentes en las aguas costeras de Cataluña, aquellas que se deben controlar porque podrían causarnos intoxicaciones alimentarias a través del consumo de mejillones, ostras, almejas, navajas… Determinamos dónde se encontraban, cuántas había, en qué épocas había más, elucubramos sobre el porqué ahora hay más que antes y decidimos propusimos cómo debía ser el programa de vigilancia. Después trabajé en la Directiva Marco del Agua, la directiva europea que tenía el objetivo de lograr una buena calidad de las aguas litorales… un tema complejo… ya llegará… Con todo ello, hace unos años, nos encontramos con unas microalgas de origen tropical que han empezado a proliferar en diferentes playas mediterráneas y que se han relacionado con irritaciones respiratorias leves en las personas que están en las playas durante largas horas… Todo esto me ha llevado a interaccionar con las personas afectadas y también con médicos epidemiólogos. Y ha aflorado más en mí la inquietud que tenía para mostrar a los niños, a los jóvenes y a la ciudadanía en general, lo que hay en el mar y no vemos, haciendo visible lo invisible, haciéndoles partícipes en ciencia (Ciencia Ciudadana) y al mismo tiempo sensibilizándolos sobre uso (y no abuso) de la naturaleza.
Recuerdo, de pequeña, cruzar el río de mi pueblo que bajaba lleno de espuma de colores, hoy naranja, mañana rojo o lila, dependiendo del colorante con el que teñían en la empresa textil que había aguas arriba. Y es que en el “país de cuando yo era pequeña” los ríos eran verdaderas cloacas y vertederos a cielo abierto. Ver el río ahora, lleno de vida otra vez, me llena de esperanza. Sé que si queremos, y somos muchas las personas que lo queremos y trabajamos en ello, conseguiremos implementar buenas políticas medioambientales para tener unos mares y océanos saludables. Las mujeres y hombres de la Cátedra Océanos y Salud Humana trabajamos para restablecer una buena relación con la naturaleza y, así, conservar los ecosistemas marinos y poder seguir disfrutando de los beneficios que nos ofrece.
Nota
Este artículo es una colaboración de la Cátedra Océanos y Salud Humana y la Cátedra de Cultura Científica de la UPV/EHU para visibilizar el papel de las mujeres cientificas y gestoras.
Sobre el autor y las autoras
Josep Lloret (director de la Cátedra Océanos y Salud Humana y del Grupo de investigación en Ecosistemas Marinos y Salud Humana (SeaHealth), Universitat de Girona, Institute of Aquatic Ecology), Elisa Berdalet, Rosario Allué, Lora Fleming, Victòria Riera y Magda Vila.
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