Sus contribuciones a la física de altas energías, a través de su participación en la creación de la “máquina de Dios” que sirvió para descubrir y caracterizar el bosón de Higgs, junto con su trabajo en el estudio de los rayos cósmicos, la llevaron a obtener recientemente el Premio Internacional L’Oréal UNESCO a las Mujeres en la Ciencia 2025 para América Latina y el Caribe. La argentina María Teresa Dova (1959), especialista en física de partículas, inspira a nuevas generaciones y ha llevado a su país a ocupar un lugar destacado en la física experimental mundial.

La distinción que acaba de ganar fue creada en 1998; reconoce anualmente a científicas destacadas de cinco regiones del planeta y se entregó el 12 de junio en la sede de la UNESCO en París.
La física y la música, sus dos grandes pasiones
Teresa nació el 21 de septiembre de 1959 en la localidad de Alberti, en la provincia argentina de Buenos Aires. Estudió una Licenciatura en Física en la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de La Plata, en donde se doctoró en 1988.
Al año siguiente obtuvo una beca posdoctoral y viajó a Europa para realizar estudios en los inicios del experimento L3, un detector diseñado para explorar la física del modelo estándar, dirigido por Samuel Chao Chung Ting (Premio Nobel de Física en 1976) en la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN, por sus siglas en inglés). Allí comenzó su carrera en física experimental de altas energías.
Regresó a su país en 1992 e ingresó como docente e investigadora a la Universidad Nacional de La Plata, en donde había estudiado. Se convirtió también en investigadora principal del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y creó el equipo de física experimental de altas energías que dirige desde entonces. Sus especialidades son la física, las partículas elementales, las altas energías y la radiación cósmica.
Estudió música y, a la hora de elegir un instrumento, se inclinó por el piano. Según sus propias palabras, encontró muchos puntos comunes entre la música y la física, sus dos pasiones:
Ambas son producto de la creatividad, no solo de perseverancia. Por ejemplo, en las fugas de Bach, hay algo que se repite y se va complicando y da lugar después a esa obra extraordinaria. Y finalmente es lo que hago (en la actualidad): estudiar los componentes fundamentales, esas doce partículas presentes en nuestro universo primitivo que fueron dando origen al complejo universo de hoy.
La “máquina de Dios”
Dova lidera desde 2005 la participación del equipo argentino de investigación en el proyecto ATLAS, creado por el CERN. Trabajó en el desarrollo de uno de los detectores multipropósito del Gran Colisionador de Hadrones (LHC, por sus siglas en inglés), experimento crucial de la historia de la física. El LHC es el acelerador de partículas más potente del mundo y la máquina más grande construida por el ser humano.
Fue diseñada, entre otros, para buscar el bosón de Higgs, una partícula fundamental descubierta en 2012, que sirve para explicar cómo las partículas subatómicas obtienen su masa, y es crucial para entender la existencia de diferentes formas de materia. Fue llamada así en honor a Peter Higgs, el primer científico que la describió en 1964.
El trabajo de Dova fue esencial en este experimento que hace mover las partículas de alta energía a una velocidad cercana a la de la luz, antes de colisionar. Es popularmente conocida cómo “la máquina de Dios” porque posibilita estudiar cómo es la interacción post colisión para buscar respuestas al origen y estructura del universo.

Aunque ella pone en duda que esto explique exactamente el origen del universo. “Lo que nosotros estudiamos emula las condiciones presentes fracciones de segundos después del Big Bang. El impacto de este descubrimiento en lo que es el conocimiento es impresionante, porque es el mecanismo por el que las partículas adquirieron masa, permitiendo que se formen los átomos y las moléculas, y después los planetas y los galaxias”, tal como argumenta.
Partícipe necesaria del único observatorio de rayos cósmicos del fin del mundo
Otra de las contribuciones fundamentales de Dova a la física mundial comenzó a gestarse a mediados de la década de 1990. La científica fue convocada por el físico estadounidense James W. Cronin (Premio Nobel de Física en 1980) para formar parte de la creación del Observatorio Pierre Auger, diseñado para estudiar rayos cósmicos de altas energías. Se trata de una iniciativa conjunta de diecisiete países, en la que colaboran actualmente unos cuatrocientos científicos de noventa instituciones. Está ubicado en un sitio llamado Pampa Amarilla, al sur de la provincia de Mendoza, en el oeste de Argentina. Finalmente comenzó a construirse en 1999 y fue inaugurado oficialmente el 14 de noviembre de 2008.
Es el primer experimento en el mundo concebido para este tipo de investigaciones y tiene como objetivo observar las lluvias de rayos cósmicos de altas energías para tratar de responder interrogantes, tales como: ¿de dónde provienen?, ¿qué tipo de partículas son?, ¿cómo llegan a la Tierra con tan elevada energía?
La científica argentina contribuyó con estudios relevantes sobre la propagación de los rayos cósmicos de ultra-altas energías (UHECR) en el medio intergaláctico y la composición de los rayos cósmicos. Además, su participación en el proyecto marcó el ingreso de la Universidad Nacional de La Plata al experimento internacional.
En 2001 fue elegida presidenta del Consejo Directivo del Proyecto Auger, integrado por representantes de 49 instituciones de los diecisiete países participantes. Fue reelecta hasta 2006.
Aportes a la física experimental mundial y a la visibilidad de científicas
Ha realizado investigaciones que han contribuido a proyectos internacionales destacados y únicos en la historia de la ciencia, como la creación del Observatorio Pierre Auger y la búsqueda y caracterización del bosón de Higgs, como ya se ha mencionado. Además trabaja en la búsqueda de una «nueva física» (como la materia oscura y la supersimetría) y demuestra que es posible hacer ciencia de calidad, aún cuando es una de las áreas más afectadas por la crisis económica de su país.
En cuanto al rol de las mujeres en la física y otras actividades de investigación, Dova defiende la idea de mostrar lo que hacen. “Hay que hacerlo visible para que en el momento en el que alguien tenga que decidir una posición de liderazgo en ciencia y tecnología, la evidencia sobre los logros y los aportes de las mujeres científicas sea abrumadora”, tal como explica.
Referencias
- Daniela Blanco, La física argentina que desentrañó la partícula de Dios ganó el Premio internacional L’Oréal-Unesco 2025: “Soy feliz curioseando los orígenes del universo”, Infobae, 26 mayo 2025
- Gabriela Navarra, María Teresa Dova, doctora en física argentina, ganó un importante premio internacional, La Nación, 26 mayo 2025
- María Teresa Dova, Amautas
- María Teresa Dova, CONICET
- María Teresa Dova, Fundación Konex, 2023.
- María Teresa Dova, Wikipedia
- Observatorio Pierre Auger
- Universidad Nacional de La Plata, La física de la UNLP, María Teresa Dova obtuvo el Premio Internacional L’Oréal UNESCO Por las Mujeres en la Ciencia 2025, UNLP, 26 mayo 2025
Sobre la autora
Analía Boggia es comunicadora, periodista, docente y divulgadora. Actualmente cursa el Máster en Comunicación Social de la Investigación Científica en la Universidad Internacional de Valencia.