Eva Nogales: «La biología molecular es fascinante»

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Eva Nogales (Colmenar Viejo, 1965) es investigadora en el Instituto Médico Howard Hughes, Catedrática de Bioquímica y Biología Molecular en la Universidad de California en Berkeley y científica sénior en el Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley. Es líder internacional en su ámbito con el uso de la criomicroscopía electrónica para estudiar los componentes de las células a nivel atómico. Su trabajo ha descubierto aspectos de la función celular que son relevantes en el tratamiento del cáncer y otras enfermedades. Entre otros muchos reconocimientos, ha recibido el Premio Shaw en Ciencias de la Vida y Medicina en 2023.

Eva Nogales (2023). Fotografía: Christopher Michel.

1. ¿Cuál es tu área de investigación?
Trabajo en biofísica molecular. Específicamente, soy una bióloga estructural que utiliza la criomicroscopía electrónica para visualizar complejos macromoleculares. Por un lado, estudiamos microtúbulos y otros componentes celulares que interaccionan con ellos durante la división celular y en el transporte de materiales en las neuronas. Y, por otro, estudiamos complejos de proteínas que regulan la expresión génica a nivel de transcripción y de silenciamiento génico.

2. ¿Por qué te dedicas a ella?
La biología molecular es fascinante. Para mí, que originalmente estudié física, es la manera en la puedo intentar comprender los procesos biológicos esenciales para la vida de la célula y el organismo a nivel atómico, entendiendo la química y la física de cómo funcionan.

3. ¿Has tenido alguna figura de referencia en tu trayectoria?
Siempre menciono a mis profesoras de instituto en matemáticas, física y biología, mujeres inspiradoras y excelentes profesionales.
Muchas personas me han influenciado durante mi carrera, como Mina Bissell, una bióloga celular en el Lawrence Berkeley National Laboratory, donde realicé mis estudios postdoctorales, quien rompió moldes en el estudio del cáncer de mama y que siempre ha sido un firme apoyo a jóvenes científicas. Más recientemente, una figura que sigue ejemplificando lo lejos que se puede llegar en ciencia y en tecnología, es mi compañera de Berkeley y amiga Jennifer Doudna, ganadora del Nobel de Química por su desarrollo de CRISPR/Cas9 como herramienta para la edición genética.

4. ¿Qué te gustaría descubrir o solucionar en tu campo?
¡Tantas cosas! Estoy muy interesada en cómo los microtúbulos pueden integrar muchas funciones celulares a través de sus interacciones con factores que se comunican unos con otros en su superficie, y cómo esto contribuye al papel que juega el citoesqueleto en la segregación de nuestros cromosomas cada vez que una célula se divide o en la organización del axón que permite el transporte intracelular necesario para la sinapsis entre neuronas. También me interesa cómo la lectura de nuestro genoma se regula a nivel de modificación postraduccional de histonas para favorecer o no la transcripción. Esta regulación involucra la actividad de grandes complejos proteínicos que contienen dominios funcionales intercambiables; me gustaría entender cómo evolucionaron y cómo funcionan de forma integrada.

5. ¿Qué consejo darías a quien quiera adentrarse en el mundo de la investigación?
Que lean mucha literatura científica; que tomen iniciativas para acceder a laboratorios y ganar experiencia, cuanto antes mejor; que se rodeen de investigadores que les inspiren y de quien puedan aprender; y que se expongan a distintos estilos de hacer ciencia, si puede ser, viajando y trabajando en diferentes países.

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