Louisa Garrett Anderson y las Women’s Hospital Corps

Vidas científicas

A principios del siglo XX, las mujeres recibían formación como médicas para atender específicamente a mujeres y niñas. La situación actual es diferente gracias a que hubo señoras que se negaron a aceptar las limitaciones impuestas por una sociedad que no creía suficientemente en ellas.

Las médicas y sufragistas inglesas Louisa Garrett Anderson (1873-1943) y Flora Murray (1869-1923) desafiaron al sistema y fundaron su propia organización hospitalaria de mujeres –médicas, cirujanas y enfermeras– para atender a los soldados heridos durante la Primera Guerra Mundial.

Este artículo centrado en la vida de Anderson nos acerca a sus figuras.

Louisa Garrett Anderson con sus perros William y Garrett. Wikimedia Commons.

Louisa Garrett Anderson nació el 28 de julio de 1873. Era la mayor de los tres hijos de Elizabeth Garrett Anderson, primera mujer en recibirse como médica en Gran Bretaña, cofundadora de la London School of Medicine for Women y la primera alcaldesa electa del país. Louisa era también sobrina de la activista político-sindical y escritora Millicent Garrett Fawcett.

A pesar de que el título de médica recibido por la London School of Medicine for Women en 1900 la capacitaba plenamente para ejercer su profesión, Anderson no pudo incorporarse a ningún hospital general porque las actitudes de la época se oponían a que las médicas atendieran a hombres y mujeres por igual. En consecuencia, en 1902 comenzó a trabajar en el New Hospital for Women, un hospital fundado por su madre donde se trataba a mujeres y niños. Allí se dedicó principalmente a realizar cirugías generales y ginecológicas.

Lucha activa por el derecho al voto de las mujeres

Siguiendo la estela de su tía, Louisa era miembro activa de varias organizaciones afiliadas a la Unión Nacional de Sociedades de Sufragio Femenino (NUWSS, por sus siglas en inglés), que abogaba por que las mujeres utilizaran medios pacíficos para reclamar su derecho a voto en Inglaterra, Escocia e Irlanda.

Frustrada por la falta de avances hasta el momento, en 1907 pasó a formar parte de la Unión Social y Política de las Mujeres (WSPU, por sus siglas en inglés), una organización de acción más radical pero mismos objetivos. En noviembre de 1910 participó en las protestas del Viernes Negro, una marcha de más de trescientas mujeres al Parlamento para exigir el derecho a voto, denominada así por la violencia que la policía y los espectadores ejercieron contra las manifestantes. Anderson fue detenida junto a más de cien mujeres. En 1912 volvió a prisión por romper las ventanas de varios edificios prominentes.

Un policía intenta arrebatarle la pancarta a una suffragette en el Viernes Negro. Wikimedia Commons.

A partir de 1914 se unió a United Suffragists, organización formada por exmiembros y simpatizantes de WSPU que también admitía a hombres y a sufragistas no militantes. Anderson estuvo a cargo de la delegación de Edimburgo.

El sufragio femenino no llegaría hasta 1918.

Cofundadora de Women’s Hospital Corps

En 1912, Anderson y su pareja Flora Murray fundaron un hospital en Harrow Road (Londres) para niñas y niños de clase trabajadora de la zona. Además de atender a sectores de la población que de otro modo no tendrían acceso a los servicios sanitarios necesarios, en este centro brindaban capacitación clínica en pediatría a médicas, una oportunidad formativa que de otro modo estaría restringida a los hombres.

Tras el estallido de la Primera Guerra Mundial en 1914, Anderson y Murray crearon Women’s Hospital Corps (WHC), una organización formada solo por mujeres –médicas, cirujanas y enfermeras– cuyo objetivo era atender a los soldados heridos en combate. A la hora de formar el grupo, Murray y Anderson vincularon explícitamente su trabajo con sus aspiraciones políticas, comprometiéndose a educar y formar a las mujeres bajo su mando en sus expectativas y obligaciones como futuras ciudadanas con plenos derechos.

Basándose en sus experiencias dentro del movimiento sufragista, la pareja sospechaba que las autoridades inglesas rechazarían cualquier ofrecimiento de ayuda por parte de mujeres médicas, por lo que se dirigieron directamente a las autoridades galas. Ofrecieron su ayuda a la Cruz Roja Francesa, que aceptó la oferta y les proporcionó el espacio de un hotel recién construido en París como hospital. Murray fue nombrada jefa médica y Louisa Garrett Anderson se convirtió en la cirujana jefa.

En su primer año de vida, el WHC de Murray y Anderson dirigió con éxito dos pequeños hospitales militares, uno en París y otro en Wimereux, en la costa del Calais. A principios de 1915 los heridos comenzaron a ser evacuados a Inglaterra en lugar de ser tratados en Francia. En paralelo, la Oficina de Guerra, que había recibido muchos informes favorables sobre los logros del WHC, invitó a la pareja a regresar a Inglaterra para dirigir el Hospital Militar de la calle Endell, dependiente del Royal Army Medical Corps.

La medicina y la cirugía necesarias durante la guerra no guardaban ninguna semejanza con la práctica clínica de los hospitales de mujeres en los que las médicas del WHC habían ejercido hasta 1914. Sin embargo, estas mujeres fueron capaces de desarrollar técnicas completamente nuevas para lidiar con las horribles heridas de los morteros y el gas que sufrían los soldados. No contentas con hacer frente a los grandes desafíos clínicos que representaba la sanidad militar, las facultativas de Endell Street irrumpieron en el ámbito de la medicina académica y estuvieron entre las primeras médicas británicas que llevaron a cabo investigaciones clínicas y de laboratorio sistemáticas y las publicaron en revistas científicas.

Personal del Hospital Militar de Endell Street, agosto de 1916. Flora Murray y Louisa Garrett Anderson
sentadas en sillas en el centro, Anderson con su perro. Wikimedia Commons.

El Hospital Miliar de la calle Endell estuvo abierto desde mayo de 1915 hasta finales de 1919, siendo considerado uno de los hospitales más notables de la guerra, en el que se calcula atendieron a cerca de 26 000 soldados heridos y realizaron más de 7000 operaciones. La historia de este hospital ha sido recientemente recogida por Wendy Moore en No es lugar para mujeres, libro que relata la valentía de un extraordinario grupo de mujeres entre los horrores y amenazas que sufría Londres durante la guerra.

El (no) reconocimiento a su labor

A diferencia de lo que se hubiese esperado hacia alguien al mando de un hospital militar, el ejército británico jamás otorgó rango a esta mujer. Sin embargo, por recomendación del gobierno, tanto ella como Murray fueron nombradas Comandantes de la Orden del Imperio Británico en 1917.

Tras la guerra, Anderson y Murray compraron una casa en Penn, al oeste de Londres, y siguieron ejerciendo la medicina. Louisa Garrett Anderson sobrevivió veinte años a su compañera y murió el 15 de noviembre de 1943, a los 70 años.

Una lápida compartida en el cementerio de Penn recuerda a ambas mujeres.

Hemos sido gloriosamente felices.

Referencias

Sobre la autora

Edurne Gaston Estanga es doctora en ciencia y tecnología de los alimentos. Actualmente se dedica a la gestión de proyectos en organizaciones que fomentan la difusión del conocimiento de la ciencia y la tecnología.

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