Natalia Zylberlast-Zand, neuróloga y una de los mártires médicos del Holocausto nazi

Vidas científicas

Natalia Zylberlast-Zand.

Natalia Zylberlast-Zand fue una de las primeras neurólogas académicas de Europa. Nació el 28 de marzo de 1883 en Varsovia, hoy Polonia y por entonces parte del imperio ruso. De familia judía, entre sus padres, su hermano, sus dos hermanas y ella, solo una de sus hermanas sobreviviría al Holocausto nazi.

Natalia Zylberlast (el apellido Zand es por su matrimonio con Maksymilian Zand) se graduó de la secundaria en 1899 en Varsovia, y poco después se trasladó a Suiza para estudiar Medicina en la Universidad de Ginebra. En 1907 realizó su tesis, titulada Un cas de leucémie myéloïde chez un enfant de neuf mois (Un caso de leucemia mieloide en un niño de nueve meses), bajo la dirección de Edouard Martin, pediatra y cirujano. Ese mismo año volvió a Polonia y pasó el examen para que su título obtenido en Suiza fuera reconocido también en Rusia.

Experta en tejidos y patologías cerebrales y espinales

Empezó a trabajar en el hospital de Kochanówka, cerca de Lodz y muy pronto se interesó por la rama de la neurología. En 1908 comenzó a trabajar en el Hospital Judío de Czyste, cerca de Varsovia, como primera asistente del neurólogo Edward Flatau, junto al que publicó varios estudios sobre el tratamiento quirúrgico de tumores espinales y casos de sordera. Colaboró con otros reputados neurólogos judeopolacos y fue también asistente del Instituto de Biología Experimental Marcelo Nencki.

En su tiempo en Varsovia se convirtió en una reconocida investigadora experta en histología y patología del cerebro y la médula espinal. Publicó más de 80 artículos en polaco, alemán, francés e inglés. En 1912 publicó sobre un caso de problemas mentales relacionados con una meningitis vírica con alucinaciones crónicas y migraña. En 1913 publicó un trabajo sobre los efectos de la sífilis en el sistema cerebroespinal, y en 1915, otro sobre dos casos de tétanos crónicos a partir de una infección dental.

Activista en el cuidado infantil y los derechos de las mujeres

Además de su actividad clínica y de laboratorio, dedicaba parte de sus conocimientos y su tiempo a la parte social de la práctica médica, por ejemplo dando consejos sobre crianza en organizaciones de atención a los trabajadores. Era una convencida socialista y colaboraba con organizaciones de atención a la infancia, en especial a los niños judíos. Fue también defensora y activista por los derechos de las mujeres y fue una de las fundadoras de la Asociación Polaca de Mujeres Médicas. En 1937 fue la única delegada polaca en la Cuarta Conferencia Internacional de la Asociación de Mujeres Médicas, en Edimburgo. Fue miembro activo de la Asociación Polaca de Psiquiatría y una opositora feroz de la idea de la eugenesia.

Investigó sobre un amplio abanico de enfermedades neurológicas como la parálisis, la meningitis, la encefalitis letárgica, la epilepsia… Se interesó en la posibilidad de utilizar procedimientos quirúrgicos para curar la meningitis tuberculosa, y en realizar análisis biológicos y bacteriológicos del fluido cerebroespinal para saber más sobre esa enfermedad. En los años 20 se centró en estudiar el síndrome de Korsakoff, una afección que presentan algunas personas que padecen determinadas enfermedades mentales cuando, además, han presentado abuso de alcohol. También estudió algunos reflejos oculares y del párpado en determinados casos de enfermedad de Parkinson.

La invasión nazi y el gueto de Varsovia

Al estallar la Segunda Guerra Mundial, Zulberlast-Zand sufrió toda la crueldad acumulada que recibieron los polacos, los judíos y las mujeres. Fue privada de todos sus derechos civiles y obligada a trasladarse al gueto de Varsovia, donde siguió ejerciendo como médica y donde colaboró para acoger y cuidar a niños que habían quedado huérfanos. En julio de 1942 comenzó la operación para aniquilar a los judíos encerrados en el gueto, y Zylberlast-Zand logró salir escondida por algunos amigos.

Muro del gueto de Varsovia. Wikimedia Commons.

Sin embargo, dos semanas después de escapar, la noche del 23 al 24 de noviembre de 1942, fue apresada junto a su amiga, la ginecóloga también judía Zofia Garlicka. Fueron llevadas a la prisión de Pawiak e interrogadas. Zylberlast-Zand reconoció allí su origen judío, y al día siguiente fue ejecutada. Su cuerpo fue enterrado en una ubicación desconocida. Su carrera científica, pero sobre todo su vida, quedaron interrumpidas de forma cruel y abrupta en un conflicto que devastó Europa y afectó al mundo entero.

Años después del Holocausto, los emigrantes judíos polacos en Estados Unidos y sus descendientes llevarían a cabo un homenaje a los que llamaron los médicos mártires de Polonia, los 2500 médicos judeopolacos asesinados durante el Holocausto. Entre sus nombres se encuentra el de Natalia Zylberlast-Zand.

Referencias

Sobre la autora

Rocío Benavente (@galatea128) es periodista.

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