Cécile Biéler-Butticaz, la ingeniera eléctrica que estudió el invar

Vidas científicas

Cécile Biéler-Butticaz fue una ingeniera eléctrica que trabajó para promover las carreras de las mujeres en la Suiza francófona de principios del siglo XX.

Cécile Butticaz (1907). Wikimedia Commons.

Cécile Butticaz nació el 2 de julio de 1884 en Ginebra. Era hija de Eugénie Mercanton Butticaz y de Constant Butticaz, ingeniero y primer director de los servicios industriales de Ginebra desde 1896.

Tras finalizar sus estudios secundarios con un diploma en pedagogía, Cécile ingresó en la Escuela de Ingeniería de Lausana (antiguo nombre de la Escuela Politécnica Federal), convirtiéndose en 1907 en la primera ingeniera eléctrica de Suiza. Fue también una de las primeras ingenieras de Europa; Rita de Morais Sarmento obtuvo su grado de ingeniera civil en Portugal en 1894 (y se colegió en 1906) y le siguieron Agnes Klingberg y Betzy Meyer (Dinamarca, 1897), Julie Arenholt (Dinamarca, 1901) y Alice Perry (Irlanda, 1906).

Diversos trabajos, pocas oportunidades

Cécile Butticaz fue asistente de física en Lausana y después trabajó con su padre en una consultoría de ingeniería que Constant Butticaz había inaugurado en 1904 en aquella ciudad.

En 1909 Cécile comenzó a dirigir una oficina de mujeres ingenieras, proyecto que abandonó al casarse en 1910 con su colega Alfred Biéler, con quien tuvo tres hijos que ocuparon gran parte de su tiempo. Biéler trabajó en la construcción del túnel Lötschberg (en la segunda galería del túnel de Simplon) y dirigió la obra del puente Butin. Cécile Biéler-Butticaz colaboró con su marido en estos proyectos, aunque no se conocen los detalles de su papel en ellos.

En un momento en la que la situación económica de la familia necesitó de nuevos ingresos, ejerció como profesora de matemáticas en la educación privada en Lausana y Ginebra.

El invar como centro de su estudio y su investigación

En 1929 obtuvo un doctorado en ciencias físicas en la Universidad de Ginebra bajo la supervisión del físico Charles-Eugène Guye (1866-1942). Su tesis llevaba por título Recherches sur l’influence de l’écrouissage et du recuit sur quelques propriétés mécaniques et magnétiques de minces fils d’invar en fonction de la température (Investigación sobre la influencia del martillado y el recocido en algunas propiedades mecánicas y magnéticas de los hilos finos de invar en función de la temperatura). El objeto de su memoria, el invar, es una aleación inventada en 1896 por el físico suizo Charles Édouard Guillaume​ (1861-1938) y muy usada en la fabricación de piezas de precisión (relojería, aparatos de física, válvulas de motores, etc.) y de instrumentos para medir la longitud (como los utilizados en topografía). Guillaume fue galardonado con el premio Nobel de Física en 1920 «en reconocimiento de sus aportaciones sobre la medición de la precisión en física, por su descubrimiento de anomalías en las aleaciones de acero-níquel», es decir, precisamente por el invento del invar.

Comprometida con la educación y el apoyo a las mujeres

En 1949, Biéler-Butticaz cofundó el club Soroptimist de Lausana, una asociación de mujeres profesionales que sigue existiendo hoy en día en más de cien países; su objetivo es asegurar la igualdad de oportunidades de niñas y mujeres a través de la educación y el empoderamiento. También fue activa en varios movimientos y asociaciones.

Cécile Biéler-Butticaz también escribió libros para niñas y niños en colaboración con la ilustradora Marie Rie Cramer (1887-1977). Escribió textos de educación y crónicas, a menudo sobre cuestiones científicas, en varios periódicos y revistas de la Suiza francófona, como la Gazette de Lausanne.

Falleció el 1 de junio de 1966. En 2019, gracias al esfuerzo del proyecto 100Elles se propuso renombrar como «Rue Cécile-Biéler-Butticaz» una calle de Ginebra.

Propuesta de cambio de nombre de calle. Wikimedia Commons.

Su nieto, Philippe Biéler, comentaba sobre su abuela y esta iniciativa:

No era de las que se ponen por delante, pero sin duda estaría muy contenta, porque era una auténtica feminista. […] Era a la vez una mujer de carácter y una mujer de su tiempo, que renunció a gran parte de su profesión para criar a sus hijos.

Referencias

Sobre la autora

Marta Macho Stadler es doctora en matemáticas, profesora del Departamento de Matemáticas de la UPV/EHU y colaboradora en ::ZTFNews y la Cátedra de Cultura Científica de la UPV/EHU.

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