Charlotte Friend, la viróloga solitaria

Vidas científicas

Nuestra comprensión del cáncer y sus causas no serían las actuales sin las contribuciones de la científica estadounidense Charlotte Friend (1921-1987), experta en bióloga celular e inmunología, quien ayudó a establecer el concepto de oncovirus.

Charlotte Friend.

Charlotte Friend nació el 11 de marzo de 1921 en Manhattan, Nueva York. Sus padres, Morris Friend, empresario, y Cecilia (Wolpin) Friend, farmaceútica, eran judíos emigrados desde Rusia. Charlotte tenía dos hermanas mayores y un hermano menor, nacido después de que su padre falleciera, cuando ella tenía solo tres años. Su madre, que había optado por dejar su trabajo fuera de casa para dedicarse a la crianza de sus hijos, quedó a cargo de cuatro menores que tuvo que sacar adelante durante la Gran Depresión.

Friend supo aprovechar todas las oportunidades y ayudas que Nueva York brindaba a las buenas estudiantes. En 1943 se graduó en Hunter College, una universidad municipal para mujeres, icono del excelente sistema de educación gratuita que ofrecía la ciudad. Posteriormente se alistó en la Marina de Guerra de los Estados Unidos, donde llegó a servir como oficial en los laboratorios de hematología. Desde niña, a menudo había pensado en ser científica, pero fue aquella primera experiencia de trabajo real en un laboratorio la que la convenció de que quería dedicarse a ello.

Tras la Segunda Guerra Mundial, Friend contó con el apoyo económico de G.I. Bill of Rights (Servicemen’s Readjustment Act, Ley de Reajuste de Militares), el mecanismo legal que permitía a los soldados veteranos acceder a estudios técnicos o universitarios. Se inscribió como estudiante de posgrado en el Departamento de Microbiología de la Universidad de Yale y allí recibió un doctorado en inmunología en 1950, con una tesis sobre los efectos del salicilato de sodio en las reacciones antígeno-anticuerpo.

Permanecería allí hasta 1966, cuando se convirtió en directora del Centro de Biología Celular Experimental en la nueva escuela de medicina establecida por el Hospital Mount Sinai.

El virus de Friend

Charlotte regresó a Nueva York y se unió al recién fundado Sloan-Kettering Institute for Cancer Research. Allí se interesó por biología celular y, junto con Cecily Cannan Selby, decidió observar bajo un microscopio electrónico las estructuras de las células del carcinoma de ascitis de Ehrlich, un modelo comúnmente utilizado para la investigación del cáncer. En el citoplasma de aquellas células observaron estructuras que se parecían a las previamente encontradas en células infectadas por virus. Esto despertó el interés de Friend sobre la posibilidad de que el cáncer fuera causado por un virus, lo que se convirtió en el foco principal de sus investigaciones.

Charlotte trabajó hasta conseguir aislar el virus de Friend (FLV, por sus siglas del inglés: Friend Leukemia Virus), una cepa del virus de la leucemia murina que infecta a ratones adultos inmunocompetentes, produciéndoles leucemia. Al tratarse de un virus que podía transmitirse de ratón a ratón, con el tiempo, el virus de Friend se convertiría en uno de los sistemas modelo más utilizados por la comunidad científica para estudiar la resistencia a la leucogénesis viral.

Charlotte Friend. National Academy of Science.

Sin embargo, Charlotte Friend difícilmente olvidaría la recepción que tuvo su descubrimiento durante una reunión de la American Association for Cancer Research, en 1956. Ocurrió en un momento en el que el concepto de cáncer inducible por virus todavía era acogido con gran escepticismo. El hecho de que el hallazgo del virus oncogénico lo comunicara una joven posdoc tampoco ayudó. Los argumentos de la audiencia en contra de su descubrimiento no distaban demasiado de los que el Premio Nobel Peyton Rous había escuchado años atrás cuando describió un tumor de pollo inducible por un agente transmisible. Argumentaron, por un lado, que el agente aislado no podía tratarse de un virus si inducía una enfermedad maligna; por otro, que la enfermedad no podía ser maligna si era inducida por un virus.

Friend respondió a la lluvia de preguntas con dignidad y coraje, sin embargo la comunidad científica solo cambió su actitud cuando el reconocido patólogo Jacob Furth salió en defensa de los hallazgos de la joven Charlotte. Rous, que por aquel entonces era coeditor del Journal of Experimental Medicine y un gran apoyo para Friend, le ayudó a escribir y editar, de manera convincente, la publicación científica que describiría el nuevo virus, en 1957. El trabajo resultante proporcionó la información que la comunidad científica necesitaba para aceptar el virus y reconocer su potencial como un sistema modelo ideal con el que estudiar tanto la oncología viral como la patogénesis de la neoplasia.

Las células de la eritroleucemia de Friend

En 1966 se abrió una nueva etapa profesional para Charlotte al ser nombrada directora del Center for Experimental Cell Biology del Hospital Mount Sinai de Nueva York. Estando allí realizó otra contribución científica significativa al demostrar que, partiendo de células derivadas de la leucemia inducida por FLV, un agente exógeno podía inducir la diferenciación de células cancerosas y, por tanto, hacer que estas perdieran su capacidad de multiplicarse, evitando así su crecimiento ilimitado. Las células de la eritroleucemia de Friend (FELC, por sus siglas del inglés: Friend ErythroLeukemia Cells) se convirtieron entonces en un modelo ampliamente utilizado para estudiar el control de la síntesis de hemoglobina, así como para analizar la regulación general de la expresión génica en la proliferación y diferenciación celular. Charlotte fue muy generosa y distribuyó su virus (FLV) y sus células (FELC) a todas aquellas personas que quisieron investigar con ellas, brindándoles además la orientación que necesitaban para su trabajo.

Posteriormente, Friend contribuyó a sentar las bases de la retrovirología moderna. Sus técnicas y estudios de caracterización permitirían el futuro aislamiento del virus de la inmunodeficiencia humana.

Reconocimiento nacional e internacional

Charlotte recibió reconocimiento nacional e internacional por sus logros y contribuciones. Entre los muchos premios honorarios que recibió están el Premio Alfred P. Sloan Jr. para la Investigación del Cáncer (1962), el Prix Griffuel (1979) y el Premio Papanicolaou (1982). En la década de 1970, fue elegida miembro de la Academia Nacional de Ciencias de EE. UU. y presidenta de tres grandes sociedades científicas: la Academia de Ciencias de Nueva York, la American Association for Cancer Research y la Sociedad Harvey.

Charlotte Friend. The New York Academy of Sciences.

Friend supo que padecía linfoma el día de su 60 cumpleaños. A pesar de someterse a una terapia extensiva y debilitante, continuó trabajando y mantuvo su enfermedad en secreto en la medida que pudo. Una de sus últimas apariciones públicas ocurrió en mayo de 1986, cuando recibió un doctorado honorífico por la Universidad Brandeis.

Charlotte Friend murió el 13 de enero de 1987 a los 65 años. Perteneció a una generación de mujeres científicas que, a lo largo del siglo pasado, realizaron contribuciones extraordinarias a campos como la botánica, la astronomía o la microbiología. Fue una persona naturalista, observadora y, en muchos sentidos, solitaria. No en vano 70 de sus 163 artículos científicos publicados los firmó como única autora o con otra persona solo, algo poco común en ciencia.

Referencias

Sobre la autora

Edurne Gaston Estanga es doctora en ciencia y tecnología de los alimentos. Actualmente se dedica a la gestión de proyectos en organizaciones que fomentan la difusión del conocimiento de la ciencia y la tecnología.

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