El cambio climático es uno de los problemas capitales al que se está enfrentando la humanidad. En la serie distópica Years and Years, uno de los personajes explica mediante un brillante monólogo la situación desesperanzadora: “Aún decimos: ‘quedan 10 años para el cambio climático, para las inundaciones, para las selvas tropicales’. Llevamos 30 años así. Ya no queda tiempo. Todos lo saben. Puedes reciclar, hacer campaña y protestar, pero nos inundaremos, nos quemaremos y pasaremos hambre”. La serie nos muestra un futuro devastador, pero no hace falta avanzar mucho en el tiempo –como ocurre en ella– para ver la amenaza que supone este problema. Hay demasiado CO2 en la atmósfera debido a la actividad humana. ¿Pero cómo lo combatimos?
Puede que la clave esté en desarrollar “superplantas”. Dicho así parece que estuviésemos en el futuro y estas fueran parte del mundo que creó Emilio Bueso en el libro Transcrepuscular, pero no estamos tan lejos de esta realidad. La genetista Joanne Chory, recientemente ganadora del Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica, está desarrollando un vegetal que podría absorber veinte veces más de dióxido de carbono que las plantas actuales y resistir sequías e inundaciones sin dejar de ser nutritivo. Su labor está siendo muy importante ya que estas plantas podrían retrasar el cambio climático.
La suberina es la clave
Chory se graduó en biología en el Oberlin College (Estados Unidos). Se doctoró en microbiología en la Universidad de Illinois en 1984. Cuatro años más tarde, en 1988, realizó sus estudios de postdoctorado en la Escuela de Medicina de Harvard y se incorporó al Instituto Salk como profesora asistente. En 1994, trabajó como profesora agregada y en 1998 fue nombrada directora de investigaciones. En 1997, entró a trabajar en el Instituto Médico Howard Hughes y en 1999, fue nombrada profesora asociada en la facultad de biología celular y del desarrollo, de la Universidad de California de San Diego. Este año ha recibido el premio Princesa de Asturias por su contribución al conocimiento de la biología de las plantas, que son “trascendentales para la lucha contra el cambio climático y la defensa de la diversidad biológica”.
Actualmente es directora del laboratorio Plant Molecular and Cellular Biology del Instituto Salk e investigadora en el Instituto Médico Howard Hughes. Sus estudios se centran en la genética molecular para averiguar cómo las plantas responden a su entorno; estudia, por ejemplo, cómo perciben la luz y producen hormonas de crecimiento, y cómo es la respuesta ante el estrés hídrico. En definitiva, investiga las respuestas moleculares y genéticas de las plantas a diferentes condiciones ambientales.
Son varios los experimentos que ha llevado a cabo a lo largo de más de 25 años. Uno de los más importantes es una investigación que lucha por conseguir que las plantas capturen y almacenen el dióxido de carbono y se adapten a distintas condiciones climáticas. Este experimento de retención de carbono tiene como clave la suberina. Las plantas crean este producto natural que se encuentra en sus raíces, y de esta manera, pueden estabilizar el carbono fijado por la planta y transformarlo en algo que le beneficie. Según explica la propia Chory en una conferencia, las plantas tienen que fabricar más suberina y “tienen que ser más eficientes de lo que ya son”. Para ello, necesitan tres “superpoderes”: que produzcan más de este biopolímero, que tengan más raíces y que estas sean más profundas. Todas esas características pueden combinarse en una planta y de hecho ya las están experimentando con la Arabidopsis thaliana. Cuando se consiga, la idea es que dentro de diez años puedan hacer lo mismo con las plantas de cultivo.
Otras contribuciones
Además de crear estas “superplantas”, el equipo liderado por Chory descubrió que las plantas producen y responden a una hormona esteroide para controlar su tamaño final. En un estudio genético, los investigadores mapearon todo el sistema de señalización de hormonas vegetales, definiendo un nuevo paradigma para la percepción de esteroides que es distinto al de los humanos. Asimismo, su equipo descubrió que más del 90% de los aproximadamente 30 000 genes de la Arabidopsis tienen un pico de expresión en un momento particular del día. Esta información podría ser válida para los agricultores y así poder hacer frente con más eficacia a las consecuencias del cambio climático. También aportó nueva información sobre el papel del fitocromo y la corregulación de genes que participan en la fotosíntesis.
Entre los galardones recibidos, destacan el Premio Gruber en Genética (2018), el Breakthrough Prize (2018) otorgado por descubrir cómo las plantas optimizan su crecimiento, desarrollo y estructura celular para transformar la luz solar en energía química, y el Premio L’Oréal-UNESCO a Mujeres en Ciencia (2000). En 2012, recibió la condecoración de la sociedad estadounidense de genética y es miembro extranjera de la Royal Society y la Academia de Ciencias de Francia. Desde 1998, es además, miembro de la Academia Estadounidense de las Artes y las Ciencias y un año más tarde, la nombraron parte de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos.
Chory sigue con su vida dedicada al conocimiento de las plantas, que según indica la propia protagonista, “son unas excelentes máquinas cuyo trabajo ha consistido en absorber el CO2. Y lo hacen muy bien porque llevan haciéndolo más de 500 millones de años”. Sin embargo, ahora somos nosotros los que debemos echar una mano. Quizá podamos cambiar el futuro tan negro que pintan las series futuristas como Years and Years y todavía estemos a tiempo de elegir el camino correcto.
Referencias
- Rafael Salido, Joanne Chory, Premio Princesa: Una solución a la crisis climática estaba a simple vista, EFE VErde, 6 junio 2019
- Las biólogas Joanne Chory y Sandra Myrna Díaz, Premio Princesa de Asturias de Investigación, EFE Oviedo, 5 junio 2019
- Joanne Chory, Salk Institute
- Superplantas que podrían retardar el cambio climático, Mujeres con ciencia, En la red, 19 mayo 2019
Sobre la autora
Uxue Razkin es periodista y colaboradora del blog de la Cátedra de Cultura Científica de la UPV/EHU Zientzia Kaiera.
2 comentarios
[…] Joanne Chory (1955): La bióloga que quiere retrasar el cambio climático | Vidas científicas | Muj… […]
[…] Fuente: Mujeres con Ciencia […]