Blanca Catalán de Ocón, primera botánica española

Vidas científicas

Dentro del rico repertorio de mujeres naturalistas, nos parece de interés recordar a la primera botánica española, la aragonesa Blanca Catalán de Ocón y Gayolá, nacida en Calatayud (Zaragoza) el 22 de agosto de 1860. Fue la hija mayor de una pareja aristocrática formada por Loreto de Gayolá (1839-1887) y Manuel Catalán de Ocón (1822-1899). Unos años más tarde nació su hermana, Clotilde, que con el tiempo se convertiría en una competente entomóloga.

Blanca Catalán de Ocón.

Según podemos leer en la Real Academia de la Historia, Loreto de Gayolá, una persona culta que se había educado en Suiza, quiso que sus dos hijas se convirtieran en mujeres con estímulos e intereses intelectuales. Aunque ninguna de ellas asistió a clases en la universidad, ambas recibieron una buena educación en casa y en colegios de Teruel.

Profundamente interesada por la historia natural, Loreto de Gayolá despertó en sus hijas una gran vocación por el estudio de la naturaleza. Durante las largas temporadas que pasaban en el Valle del Cabriel (sierra de Albarracín), donde la familia poseía un caserón junto al nacimiento del río, las niñas se entusiasmaron por las ciencias naturales. Bajo la tutela de su madre, en Blanca se despertó una clara vocación por la botánica, mientras que Clotilde se entusiasmó con el estudio de los insectos.

Blanca Catalán de Ocón, como se explicita en la Real Academia de la Historia, logró labrarse una extensa cultura gracias a la influencia materna y a la selecta biblioteca que poseían en casa. En aquel entorno, desde pequeña cultivó intensamente su afición a la botánica, que pasó de ser un mero entretenimiento a una tarea que realizaba con creciente seriedad y precisión. La joven recolectaba plantas de la zona y las dibujaba con esmerado cuidado en un cuaderno, detallando sus características con acertadas descripciones, al igual que el lugar y la fecha de la colecta. Consiguió formar un pequeño y selecto herbario con ejemplares apenas conocidos en su tiempo.

Con los años, su colección terminaría por revelarse como un trabajo crucial para el conocimiento y estudio de la flora aragonesa. Entre las plantas recolectadas, algunas resultaron ser nuevas especies, mientras que otras eran especies locales endógenas. Según relatan diversas fuentes, entre ellas Mireia Capsir en el blog Espores de la Universidad de Valencia, fue el destacado naturalista y canónigo de Albarracín Bernardo Zapater y Marconell (1823-1907), quien más estimuló y ayudó a Blanca Catalán en el estudio directo de la flora del valle.

Las contribuciones de Blanca Catalán

El primer trabajo que se conoce de la joven aragonesa, continua Mireia Capsir, salió publicado en el periódico La Provincia en 1880 (reproducido en Miscelánea Turolenseen 1894), con el título de Catálogo de las plantas colectadas por la Srta. Blanca Catalán de Ocón en Valldecabriel. Se trata de un estudio que describe numerosas especies con sus respectivos nombres científicos, acerca del cual el naturalista Zapater escribiría: «La Señorita Blanca Catalán de Ocón […] se ha distinguido recientemente recolectando plantas muy notables, que ha presentado al mundo científico admirablemente preparadas por su propia mano, y destinadas a enriquecer nuestra Flora Aragonesa».

Bernardo Zapater, reconociendo el talento de la joven, consiguió que su amigo el prestigioso botánico alemán Heinrich Moritz Willkomm (1821-1895), notable estudioso de la flora española, tuviera conocimiento del trabajo de Catalán de Ocón. Gracias al empeño del párroco, en los años 1878 y 1879 Blanca pudo mantener una enriquecedora correspondencia con el afamado botánico

Tal como relatan Ana María Iglesia y Mireia Capsir, el 31 de octubre de 1871, Willkomm escribía a Zapater acusando el recibo de las investigaciones que Blanca Catalán de Ocón había llevado a cabo. El botánico alemán concluía su misiva ponderando los méritos de la aragonesa con la elogiosa frase: «La carta que ha escrito Dª Blanca la conservaré como autógrafo de la primera botánica de España».

Saxifraga granulata. Imagen: Wikimedia Commons.

Gracias a Willkomm, el nombre de Blanca Catalán de Ocón y Gayolá figura junto al de los principales recolectores de plantas en el libro Prodromun Florae Hispanicae (Prodromun de la Flora Española), una extensa obra con ilustraciones y descripciones botánicas publicada por el alemán entre 1861 y 1880. El tratado incluye la lámina de una nueva especie a la que el científico, en honor a la botánica aragonesa, dio el nombre de Saxifraga blanca (también conocida hoy como Saxifraga granulata). Puntualicemos, como detalla Ana María Iglesia, que el término de origen latino «saxífraga», hace referencia a lo que nace entre las piedras, y fue precisamente «entre las piedras donde Blanca encontró y sacó a la luz aquella flor a la que hasta entonces nadie había prestado atención, ni a la que nadie había puesto nombre».

A lo narrado hay que añadir que la perspicaz naturalista alcanzaría el honor de ser la primera botánica española, y su nombre hoy figura en la nomenclatura científica universal. Valga recordar que la nomenclatura tiene como finalidad designar a todos los organismos, vivos o extintos, de forma precisa y sin ambigüedades, lo que permite su identificación exacta.

Imagen: BVA.

Dentro de España, los trabajos de Blanca Catalán también fueron valorados en su tiempo. Así por ejemplo, el autorizado botánico aragonés, Francisco Loscos Bernal (1823-1886), la incluyó en su Tratado de plantas de Aragón. Igualmente, la naturalista se relacionó con uno de los botánicos más destacados de su época, el valenciano Carlos Pau (1857-1937), que no solo la citaría en sus Notas Botánicas, sino que también le dedicó su nombre a la especie Linaria blanca. Además, el acreditado botánico describiría algunas de las especies que la aragonesa le había enviado, como por ejemplo Serratula albarracinensis (en la actualidad más conocida por el nombre Klasea nudicaulis Pau, el último término hace referencia al apellido del botánico que describió la planta).

En 1888, según la Real Academia de la Historia, Blanca Catalán se alejó del Valle del Cabriel, y abandonaba la actividad botánica al casarse con el magistrado Enrique D. Ruiz de Castillo, quien fue destinado al juzgado de Vitoria. La pareja tuvo dos hijos, pero Catalán de Ocón falleció de una enfermedad pulmonar el 17 de marzo de 1904 a los 44 años de edad.

Según el portal digital Librújula, hoy se conservan dos herbarios de Blanca Catalán de Ocón y Gayolá; uno de ellos lleva por título «Recuerdos de la Sierra de Albarracín. Herbario de botànica de plantas raras de Valdecabriel», y el segundo, «Souvenir des Aigues-Bonnes. Herbier de Botanique des plantes rares de la Vallée d’Ossau». Aparte de estos dos herbarios, mencionan diversas fuentes, la información que de ella se tiene es muy escasa. Apenas existen trabajos y, señala Ana María Iglesia, «su nombre ha terminado convirtiéndose en una nota al pie en muchos manuales de botánica».

Por otra parte, la escritora Claudia Casanova, miembro de la American Historical Association, ha publicado recientemente una novela inspirada en la vida de Blanca Catalán (Historia de una flor). En diversas entrevistas esta autora ha afirmado no sentirse preocupada porque, debido a los movimientos feministas, se pueda caer en el error de dar una transcendencia inmerecida a las mujeres solo por el hecho de ser mujeres. «La historia, afirma la escritora, ha construido personajes masculinos secundarios que tampoco deberíamos conocer, no me parece mal que, por un tiempo, compensemos. Ahora la balanza nos tiene que llevar a recuperar figuras femeninas y, por qué no, descartar algunas». Aún así, opina Casanova, «no es este el caso de Blanca Catalán. Ella fue una pionera».

Referencias

Sobre la autora

Carolina Martínez Pulido es Doctora en Biología y ha sido Profesora Titular del Departamento de Biología Vegetal de la ULL. Su actividad prioritaria es la divulgación científica y ha escrito varios libros sobre mujer y ciencia.

13 comentarios

  • Si, efectivamente, mi bisabuela. Pero mis tíos, o sea los nietos de Blanca CdeO, antes de la publicación de la novela y al comprobar que lo que se escribía nada tenía que ver con la biografía de la botánica, comunicaron a la autora que era falso lo que escribía y por lo tanto no lo autorizaban. Al no hacer caso la autora, hubo que dirigirse a la editora, que por fin obligó a la autora a cambiar el nombre. Si hubiera querido información para la biografía de mi bisabuela, se la hubiéramos dado con mucho gusto, y habría sido una novela preciosa, porque la historia de amor de mis bisabuelos fue un cuento de hadas. Qué pena. Por un lado es verdad que se ha dado a conocer el nombre de esta insigne botánica española, pero por otro, nos molesta profundamente que quede una reseña de su vida que nada tiene que ver con lo que cuenta la novelista. Estas cosas deberían de ser penalizadas.

  • Muchas gracias por tu comentario, Pilar. Supongo que estarás muy orgullosa de tu bisabuela, y no es para menos. Me gustó mucho recordar su vida. Desconocía que tu familia hubiera tenido un desencuentro con la autora de la novela, una lástima.
    Un cordial saludo
    Carolina

  • Pues sí, Carolina, efectivamente es un orgullo para toda la familia, y nos encanta que se ponga de manifiesto y se de a conocer su trabajo.
    La foto publicada está equivocada, esa es su hermana Clotilde.
    Hubo una publicación del CEU que pusieron las fotos cambiadas, y está muy extendido este error.
    En todos los sitios donde lo vemos, lo vamos advirtiendo.
    Gracias por tu respuesta y por la difusión de la obra de mi bisabuela.
    Saludos cordiales,
    Pilar

  • Hola Pilar, como ves, nuestra querida editora ya ha cambiado la foto. Muchas gracias por tu corrección.
    Un abrazo
    Carolina

  • Buenos días:
    Me llamo Cristina y alumnas del IES donde trabajo han hecho un trabajo sobre Blanca con motivo del Día Internacional de la Mujer y la niña en la Ciencia. Han querido darle visibilidad también a su hermana Clotilde y nos hemos encontrado con estas apreciaciones sobre la confusión de imágenes.. entiendo que la que se ve actualmente en esta página es Blanca y sobre Clotilde, ¿sería esta?: https://3.bp.blogspot.com/-Roi2s_A5cIg/VRHKpC3OVFI/AAAAAAAAENI/SBKIOA4F-Sc/s1600/blanca.jpg
    Un saludo y esperamos vuestra respuesta.

  • Me encantaría conocer la verdadera biografía de vuestra abuela. Debió ser una mujer excepcional. Me alegra saber que la novela no refleja la vida real de Blanca, nuestra primera botánica. ¿Siguió ella con sus estudios después de casarse?…

    • Elena, veo ahora tu comentario. Soy consciente de que han pasado casi dos años, pero te respondo que en la actualidad se está escribiendo una biografía sobre mi bisabuela, con carácter científico y en el marco de la Real Academia de las Ciencias. Se le está facilitando todo tipo de documentación familiar a la persona que investiga y realizará este proyecto, de manera que lo que se publique estará revisado por la familia y se ajustará a la realidad. Después de casada se trasladó a Cartagena donde ejercía como Magistrado mi bisabuelo Enrique Ruiz del Castillo y Pérez, y fue recorriendo las plazas que iba ocupando su marido. Finalmente murió en Vitoria, donde estaba destinado mi bisabuelo, próximo a la casa familiar de Villalba de Rioja. Abandonó su afición por investigar sobre las plantas, pero no por casarse, ya que su hermana Clotilde, que fue soltera, se trasladó a Barcelona y abandonó también su afición por los insectos y naturaleza. Ambas hermanas continuaron escribiendo poemas. Un saludo y gracias por tu interés

  • Hola Elena, solo puedo apuntar que después de casarse, según la Real Academia de la Historia, en 1888 Blanca Catalán abandonó la actividad botánica, y murió en 1904.
    Un saludo
    Carolina

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