Bessie Blount Griffin: «Una mujer negra puede inventar algo en beneficio de la humanidad»

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Una mujer negra puede inventar algo en beneficio de la humanidad.

Bessie Blount
Bessie Blount Griffin.

Bessie Blount Griffin nació el 24 de noviembre de 1914 en Hickory, una pequeña comunidad rural de Virginia (Estados Unidos). Allí asistió a una escuela para niñas y niños afroamericanos. En algún momento durante su escolarización, una de sus maestras la reprendió por escribir con la mano izquierda. Bessie, por lo que parece que sin frustrarse demasiado, aprovechó la ocasión, y se convirtió en ambidiestra. Y no sólo eso, aprendió a escribir sin usar ninguna de sus manos, sujetando un lápiz con sus dientes o sus pies.

Después del sexto grado, los recursos económicos dedicados a niñas y niños afroamericanos se agotaron, y Bessie no pudo continuar con su escolarización. La familia se mudó a Nueva Jersey, donde la pequeña se formó de manera autodidacta. Asistió más adelante al programa de enfermería del Community Kennedy Memorial Hospital y tras obtener su título, continuó su educación en el College de Educación Física e Higiene Panzer y se convirtió en fisioterapeuta.

Tras la Segunda Guerra Mundial, muchos soldados regresaron de Europa con diferentes miembros amputados. Como fisioterapeuta, Bessie enseñó a los veteranos con las manos incapacitadas nuevas maneras de realizar sus tareas cotidianas. Para completar una actividad, les mostraba cómo reemplazar sus manos por sus dientes y pies. Blount se dio cuenta que uno de los mayores retos para estos pacientes era ser capaces de comer de manera independiente. Así, a pesar de lo duro de sus heridas, su autoestima aumentaba.

Mientras trabajaba en el Hospital Bronx de Nueva York, Bessie inventó un aparato eléctrico de autoalimentación para ayudar a comer a los veteranos con amputaciones. Consistía en un tubo que transportaba bocados individuales de comida a la boca del paciente. El veterano debía morder el tubo y la comida se dispensaba directamente a la boca. Pero, en Estados Unidos rechazaron este invento y Blount decidió venderlo al gobierno francés.

En abril de 1951, Bessie Blount recibió la patente no. 2.550.554 por el invento de un soporte portátil de recipientes: se colgaba alrededor del cuello de la persona enferma y un accesorio sostenía la taza o tazón.

Patente no. 2.550.554 (el apellido Griffin es por matrimonio). Imagen: United States Patent and Trademark Office.

Blount fue fisioterapeuta de Theodore Miller Edison, hijo de Thomas Edison. Bessie y el inventor entablaron amistad y conversaron sobre diferentes ideas y proyectos. En aquellos tiempos, Blount inventó un modelo desechable de palangana para vomitar: estaba hecho de harina, agua y periódico que se horneaba hasta que el material estaba duro. En su país no se interesaron por este aparato, así que Bessie vendió los derechos a una empresa belga.

En 1969, Blount comenzó a colaborar con los departamentos de policía en Nueva Jersey y Virginia. ¿De que manera? Mientras ejercía como fisioterapeuta, observaba a sus pacientes y comparaba las propiedades de la escritura a mano y las enfermedades. Ella pensaba que la forma de escritura reflejaba el estado de salud de las personas. Y asesoró a diferentes departamentos policiales en grafología en Estados Unidos y también en Reino Unido. Además utilizó su propia experiencia forense para examinar documentos anteriores a la guerra civil relacionados con la esclavitud.

Bessie Bount falleció a la edad de 95 años, el 30 de diciembre de 2009. Sin duda, su ingenio y su tesón ayudaron a muchos veteranos de guerra a mejorar su autonomía y su autoestima.

Referencias

Sobre la autora

Marta Macho Stadler es doctora en matemáticas, profesora del Departamento de Matemáticas de la UPV/EHU y colaboradora en ::ZTFNews y la Cátedra de Cultura Científica de la UPV/EHU.

2 comentarios

  • «Mujeresconciencia.com» es una web ¡Excelente! porque hace justicia con las realizaciones de la mujer a lo largo de la Historia de a Humanidad. Algo que ha pasado inadvertido a lo largo de los años…Esta web merece ser más conocida. Siempre se ha dicho: «Detrás de un gran hombre siempre va una gran mujer», desconozco su autor, lo que sí sé y es que: «Al lado de un gran hombre siempre va una gran mujer».

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