Margaret W. Mayall: el cielo cambia

Vidas científicas

Margaret Walton Mayall fue una astrónoma americana nacida en 1902. Dirigió durante veinticuatro años la American Association of Variable Star Observers (AAVSO). Fue una científica excelente y una mujer tenaz y luchadora por sus sueños.

En 1910 el cometa Halley cruzó nuestro firmamento. Fue entonces cuando Margaret Walton, a una temprana edad, comenzó a sentirse atraída por la astronomía. Aunque según ella ese fenómeno no fue del todo determinante: en una entrevista admitió que no era uno de esos astrónomos enamorados del cosmos desde la infancia. En cambio, su verdadero interés se fraguó en la universidad. Durante los dos primeros estudió matemáticas y química en la Universidad de Delaware. Allí su profesor de matemáticas, a través de ejemplos astronómicos en sus clases terminó por abonar su curiosidad. Es por ello que, acabado el segundo año, se cambió al Swarthmore College, donde Margaret pudo realmente estudiar astronomía.

En su último año comenzó a colaborar como asistente de investigación en el Observatorio del Harvard College (HCO) en 1925. Colaboró bajo la tutela Annie Cannon, una reputada astrónoma de la Sociedad Astronómica Americana (AAS). Allí trabajó como computadora con una calculadora mecánica, aunque pronto pudo hacerse con una eléctrica ya que, apoyada por sus profesores, estudió en el que probablemente fue el primer curso universitario de computación. Con anterioridad no se le había dado crédito a la materia.

Paralelamente, durante los dos veranos siguientes también colaboró con el Observatorio Maria Mitchell en Massachusetts. Conoció entonces a Margaret Hardwood —quien fue la primera directora del observario—. Gracias a ella se interesó por las estrellas variables. Hardwood era una especialista en espectrometría: una técnica necesaria para el estudio de estas estrellas. Fue también durante las prácticas de verano cuando conoció a quien sería su marido: Robert Newton Mayall.

Diferentes generaciones de investigadoras astrónomas de Harvard (Harvard College Observatory History in Images).
Última fila, de izquierda a derecha: Margaret Harwood, Cecilia Payne, Arville D. Walker y Edith F. Gill. Fila central, de izquierda
a derecha
: Lillian L. Hodgdon, Annie J. Cannon, Evelyn F. Leland, Ida E. Woods, Mabel A. Gill y Florence Cushman. Primera fila,
de izquierda a derecha
: Agnes M. Hoovens, Mary B. Howe, Harvia H. Wilson, Margaret Walton Mayall y Antonia C. Maury.

Gracias a esas prácticas se afilió al AAVSO, que por aquel entonces funcionaba bajo el auspicio del HCO, donde tenía, digamos, su cuartel general. Sin embargo, estaba formada por grandes astrónomos dispersos en diferentes observatorios del mundo.

Desde entonces se volcó en las investigaciones del AVVSO y, tras las prácticas, continuó trabajando en el HCO calculando, verificando las estrellas variables de ese y otros observatorios y catalogándolas. Su trabajo dio muchos frutos, entre ellos, más de veinte publicaciones científicas sobre estrellas variables. Estuvo realizando esta labor más de veinte años, exceptuando los años de la Segunda Guerra Mundial que fue trasladada al MIT con otras funciones como muchos otros prósperos científicos del momento.

El director de la AAVSO, Leon Campbell, se jubiló en 1949 y se propuso a Margaret como sucesora en el cargo. Mayall tuvo que elegir dejar de lado gran parte de su producción científica para poder desempeñar el puesto. Aunque fue una decisión difícil, nunca se arrepintió. Sin embargo, los años siguientes fueron difíciles para la asociación, por lo que la nueva directora tuvo que luchar y hacer frente a los problemas que se sucedían apoyada por su marido.

Estrella variable Monocerotis. Imagen: NASA.

En 1954 la organización tuvo que abandonar el HCO y dejó de tener fondos. Margaret prácticamente levantó la organización de esos obstáculos, trabajando varios años sin sueldo y solicitando fondos al gobierno, industria, etc. Consiguió salvar la asociación, impulsar numerosas carreras científicas e introducir la computación informática entre las prácticas de la asociación, siendo pionera en la profesión. Durante los primeros años de presidencia, recibió el premio Annie J. Cannon, que se concede a las mujeres astrónomas más ilustres cada tres años. Se retiró del cargo en 1973, cediéndole el puesto a Janet A. Mattei, quien ha sido directora hasta el año 2004.

Margaret falleció con 93 años de edad en 1995. La AAVSO aprobó en su honor las becas para asistentes a la investigación Margaret Mayall, para que con su nombre se sigan impulsando excelentes carreras científicas, como un recordatorio de la labor que ella realizó para la comunidad de astrónomos. También escribieron la balada de Margaret Mayall en su memoria:

Come all you observers
All over this land
I’ll tell you the tale of
Margaret Mayall’s command

To keep this Headquarters
From falling apart
As long as there’s clear skies
And plenty of charts

She was just a fair maiden
Whose name wasn’t known
When Annie Jump Cannon
Said «with me would you go?»

As a working astronomer
Margaret got her start
Measuring stellar spectra
For the HD Cat.

Margaret Mayall saw wonder
In those variable stars
As a VSO member
She curated the charts

First Recorder Leon Campbell
Is a name you well know
Came a day he said «Mayall,
Won’t you take control?»

She was named the Recorder
In nineteen forty nine
When AAVSO with Harvard
Was a pair at its prime

But when Shapley retired
In nineteen fifty-two
The Observatory required
AAVSO to move

Yes, some administrators
Said to Margaret «tough luck,
We’ve decided that variable stars
Aren’t important enough»

You may speak of your Miras
And your U Geminis
But no upswing inspires
As Margaret’s reply:

«Variable stars are important»
Was Margaret’s decree
«non-profit, independent,
is the way we shall be»

«Astronomy is for everybody»
Margaret Mayall would say
Amateurs and Astronomers
Each have their parts to play

Her first big achievement
As Director, you see
Was to start an endowment
Keeping VSO free

Then she set up Headquarters
Along Brattle Street way
making VSO stronger
While she worked without pay

It was Margaret Mayall
Who thought it correct
That we have our own journal
For all to inspect

And to aid young astronomers
Since seventy-four
An Assistantship’s named
For Margaret Mayall

Well she’s served as Director
For twenty-four years
And for that we all thank her
And we give her three cheers

As for Margaret’s success
With AAVSO
We can sum it all up as
Margaret Mayall’s Motto:

Come all you observers
And don’t ever quit
As long as there’s clear skies
And data to get!

Mike Saladyga, 1992

Poniendo en valor las estrellas de Mayall

Las estrellas variables siempre han tenido un gran interés: al descubrirlas en el siglo XVI se demostró que el firmamento cambia. Se llevaba pensando desde los tiempos de Aristóteles que era inmutable. Las estrellas variables pueden serlo intrínsecamente, cambiando la luz que emiten (debido a fenómenos de expansión y contracción, entre otros) o la luz que nos llega de esas estrellas puede variar a causa de pequeños eclipses que se generan debido a otras estrellas o materiales de la cercanía de la estrella.

La variabilidad de estas estrellas permite estudiar algunas de sus cualidades como su composición y temperatura que de otra forma no sería posible. Esos descubrimientos pueden trasladarse para el entendimiento de otras estrellas. Su estudio es vital para las investigaciones de astronomía moderna.

Bibliografía

Sobre el autor

Manuel San Martín Fernández de Heredia (@Cieniciencia) es microbiólogo y divulgador.

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