María Eugenia Vega Antolín: “ITER trabaja para traer la energía del Sol a la Tierra”

Protagonista

Fotografía © Izaskun Lekuona.

María Eugenia Vega Antolín (Santander 1970) nos recibe en su despacho en uno de los escasos días en que no caen chuzos de punta en Cantabria en las últimas semanas. Desde el amplio ventanal se aprecia parte de la extensa marisma, al sur de la bahía de la capital cántabra llena, en estas fechas, de fochas comunes, distintas especies de patos e incluso, una pareja de cisnes. Si se viaja desde fuera de Maliaño o Santander, seguramente pocos pensarían que un entorno como este, hoy de aguas casi rebosantes y tranquilas, alberga una de las empresas más importantes del mundo dedicada a la fabricación de componentes primarios para centrales nucleares: vasijas de reactores, generadores de vapor o contenedores para el almacenaje de combustible entre otros elementos, Equipos Nucleares (ENSA).

Javier San Martín (JSM) En su currículo como miembro del Comité de Dirección de ENSA, se puede leer que es usted Ingeniero Industrial por la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales y de Telecomunicaciones de Santander, ¿ingeniero o ingeniera?

María Eugenia Vega Antolín (MEVA) Soy ingeniera. De hecho, soy la primera promoción a la que le entregaron el título con la denominación de ingeniera. Eso fue en el año 96.

(JSM) El pasado mes de junio de 2016 publicamos en Mujeres con Ciencia la entrevista que mantuvimos con Pilar Ipiña, la primera mujer que se licenció en la entonces Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales de Bilbao, y nos decía que hace sólo 50 años no había baños para mujeres…

(MEVA) Hoy en día, en algunas áreas concretas de algunas centrales nucleares, tampoco. En las plantas nucleares ha habido mujeres trabajando, pero no era habitual que estuvieran, por ejemplo, en el área de contención así que, al principio, no había vestuarios para ellas y tenían que cambiarse en el de las visitas. Sin embargo, a la hora de acceder a contención, por el diseño de las plantas, los vestuarios estaban pensados para que la gente se cambiara y entrara directamente a esa área, con lo que había que pasar por el vestuario de los chicos obligatoriamente. Las mujeres entraban ya cambiadas, pero tenían que pasar por allí.

(JSM) ¿Y cómo se organiza eso?

(MEVA) Normalmente entrabas y gritabas: ¡Eh, qué paso! Pero ellos son bastante menos tímidos que nosotras…

(JSM) Desde el año 2009 es miembro activo de la asociación Women In Nuclear ¿A qué se dedica este colectivo?

(MEVA) Es una asociación de mujeres que estamos integradas dentro del sector nuclear. En España, forma parte de la Sociedad Nuclear Española, (SNE) y además de la industria, cubre otros sectores como la medicina, la radio-farmacia… Es un movimiento internacional que surgió pensando que las mujeres hacen llegar el mensaje más fácilmente a otras mujeres y, en materia nuclear, siempre ha sido difícil llegar a la sociedad. Es decir, que tiene un fin puramente divulgativo.

Trabajo diario

(JSM) ¿Cuál es el trabajo de una Directora de Desarrollo de Negocios en una empresa como ENSA?

(MEVA) La dirección de desarrollo de negocio tiene dos partes: una, es puramente comercial; y la otra es la de los proyectos. Siempre digo que aquí somos como una empresa dentro de otra. ENSA se dedica principalmente a la construcción de los componentes primarios, los principales, y nosotros, desde Desarrollo de Negocios, a todo lo demás: a los componentes más pequeños, a desmantelamientos, a trabajos en campo, o al tratamiento de residuos. Es la parte de diversificación de la fábrica.

Esta mañana, por ejemplo, hemos mantenido una reunión en la que hemos repasado todas las oportunidades comerciales, reuniones pendientes con clientes, programas que tenemos en marcha, previsión de ofertas… Nos hemos juntado diez o doce personas entre jefes de departamento, personal del área comercial, etc.

Realizamos una programación a más de una semana vista, porque las visitas a clientes hay que programarlas con tiempo y, en otras ocasiones, los viajes son muy largos. Ahora estamos programando un viaje a Australia y llevamos meses trabajando en ello, y otro viaje a Brasil lo estamos planificando para marzo.

Y además de todo esto, están los proyectos, a los que hay que hacer un seguimiento muy cercano: planificación y desarrollo, calidad, atender a todos los clientes, ver cuál es la respuesta que recibimos de ellos y explorar otras oportunidades podemos tener en el futuro.

(JSM) ¿Qué hace falta para realizar bien este trabajo?

(MEVA) Creo que tiene que gustarte lo que haces. Llevo más de veinte años en ENSA y siempre digo que cada día disfruto con lo que hago. ¿Hacen falta unas condiciones especiales? No. Pero si hay cosas que te ayudan…

(JSM) ¿Por ejemplo?

(MEVA) Ser una persona abierta. Siempre intento hacer equipo con todo el mundo. Las reuniones comerciales también van enfocadas a que todos sepamos lo que está haciendo cada uno y veamos qué podemos aportar. Ser una persona abierta y sociable, ayuda mucho en tu trato con el cliente. Tener mucha empatía para saber qué quiere el otro y ponerte en su posición es muy importante.

(JSM) Ha dicho que tiene que viajar a otros países… Otras científicas nos han contado como, en ocasiones, tras quedarse embarazadas, se les recriminaba, en congresos internacionales, que no hubieran dejado su carrera para dedicarse al cuidado de sus hijos. ¿Usted se ha sentido respetada en esos ambientes?

(MEVA) Cuando he tenido a mis hijos y he vuelto a trabajar, no he tenido nunca esa sensación, pero sí conozco casos, por los contactos que tenemos en otros países que, o bien dejan de trabajar, o bien rebajan mucho sus horarios. Es algo que me llama mucho la atención porque pensamos que en el norte de Europa son países mucho más igualitarios y no es así realmente. Cuando te casas y ven que sigues firmando igual que antes, te preguntan: ¿pero no te casaste?, porque ellas siguen perdiendo su apellido, que para mí es parte de tu identidad.

María Eugenia Vega Antolín durante la
entrevista en su despacho de Equipos Nucleares.
Fotografía © Izaskun Lekuona.

(JSM) En el comité de dirección de ENSA, son una decena de personas, dos de ellas mujeres. ¿Esto refleja que las mujeres se han incorporado tarde a la industria nuclear?

(MEVA) Sí. En el comité de dirección de ENSA, como en el resto de la empresa, hemos ido avanzando mucho en cuanto a la presencia de la mujer se refiere. Hace años no había ninguna mujer. Cuando yo empecé había una, que ya se jubiló y ahora somos dos. No es un problema de discriminación. Aquí somos 470 empleados, la mitad aproximadamente en el taller, pero si paseas por allí, no verás soldadoras o montadoras, pero es que no las encontramos en el mercado. Ingenieras somos más, y vamos aumentando, auspiciadas además por un Plan de Igualdad, por el que hemos sido ganadores de varios premios a nivel nacional, que regula que a equivalencia de méritos se escoge al género menos representado, sea mujer o varón. Dentro de unos años podremos ser cuatro o cinco mujeres en el comité de dirección, o no, dependiendo de nuestra capacidad.

(JSM) ¿Y alguna de ellas será directora de la planta o presidenta de ENSA?

(MEVA) Quien sabe… (Risas) Estoy segura de que las oportunidades serán las mismas para todos.

(JSM) ¿Por qué siguen viniendo menos chicas a las entrevistas de trabajo?

(MEVA) Quizá porque estén muy enfocadas a determinadas especialidades. Cuando yo estudiaba, en la especialidad de química casi todas eran chicas, pero en mecánica, no había casi ninguna. En ENSA, por ejemplo, demandamos muy pocos químicos: algunos para residuos, o para áreas muy específicas, pero no es la especialidad de la que más varones vienen.

(JSM) ¿Cómo es un día típico en su vida? ¿A qué hora empieza y a qué hora acaba?

(MEVA) La jornada, en teoría, empieza a las 8 y media, pero la realidad es que nunca se sabe, porque tenemos clientes en todo el mundo, y hay gente que me llama a las 7 y media de la mañana porque saben que aún no he empezado y es más fácil encontrarme. Hay días que llego con el coche, aparco, y hasta que subo al despacho pasa media hora porque estoy al teléfono con alguien, y lo mismo pasa por la tarde. En ocasiones te vas a las 7, otras a las 9 y hay días que te vas, y sigues dándole vueltas a temas pendientes y recibiendo llamadas. Incluso el fin de semana, hay socios que te localizan con alguna urgencia, visitas, atenciones sociales… son compromisos que tienes que cumplir.

(JSM) Y ¿el tiempo para sí misma, para la familia?…

(MEVA) Tienes que aprender a tener un equilibrio… todos tenemos nuestra vida privada, tenemos familia, y también hay que atenderla. Hay que saber compatibilizar todo eso, que es muy importante.

ITER

(JSM) Uno de esos proyectos de los que nos hablado es el ITER, ¿Qué es el ITER?

(MEVA) El ITER es un reactor de investigación para probar la viabilidad de la fusión nuclear. Como proyecto, no está pensado para producir energía nuclear, pero sí va ser un reactor que se va a poder replicar en el futuro. Desde el punto de vista científico tiene muchos retos, como el control de la temperatura, la fabricación de materiales de un grado no conocido hasta ahora que se ha denominado “grado ITER”, mejorados y específicos para este proyecto, la producción de tritio, muy escaso en la naturaleza, con lo que tienen que tener sus propios sistemas de producción para poder mantenerlo… y también tendrá grandes ventajas porque no utilizará uranio, y aunque sus niveles de radioactividad son altos, la radiación está perfectamente confinada, con lo que se garantiza la seguridad. En ITER tienen un lema muy curioso: “Traer el poder del sol a la Tierra”. Casi nada.

(JSM) Aquí en ENSA tienen lo que llaman cariñosamente, los “gajos de naranja” del ITER…

(MEVA) Sí, en 2012 ganamos un contrato para ensamblar los nueve sectores que componen la vacuum vessel o vasija de vacío del reactor. Ahí es donde se producirá el plasma. Estos sectores tienen 14 metros de alto y 8 de ancho. ¡Son unos monstruos! Hay que enfrentarlos, posicionarlos correctamente, tomar dimensiones para poder hacer unas juntas de soldadura, y luego soldar. Dicho así parece fácil, pero es un trabajo realmente complicado.

(JSM) ¿Por qué?

(MEVA) En primer lugar, porque hemos tenido que desarrollar las máquinas para soldar, que no son convencionales y, en segundo lugar, porque no hay acceso por la parte de atrás para comprobar la calidad de la soldadura, por lo que todas las radiografías, los ensayos no destructivos, las pruebas de helio, los exámenes que, en definitiva, necesitamos hacer para comprobar que las soldaduras se han realizado correctamente, deben realizarse a distancia. Para cada etapa de la soldadura hemos tenido que desarrollar un equipo diferente y nuevo, algo que no estaba en el mercado hasta ahora, así que es un proyecto precioso. Tenemos ya finalizado prácticamente todo el desarrollo de equipos y vamos a empezar a trabajar en la maqueta para probarlo todo en febrero o marzo.

Esquema y características del ITER. Fotografía: Foro Nuclear e ITER.

(JSM) Ya sé que esta pregunta es de esas imposibles de responder en la ciencia pero, ¿para cuándo?

(MEVA) El dato oficial es que en el 2025 se obtendrá el primer plasma.

(JSM) ITER es un proyecto internacional, ¿cómo es la relación ingenieros o ingenieras de otros países?

(MEVA) Después de Chernóbil en España se pararon todos los proyectos. Para ENSA era cuestión de morir o sobrevivir, así que empezamos a mirar al exterior. Trabajamos desde hace mucho tiempo en el extranjero, en China, Corea, Estados Unidos, con toda Europa… para nosotros no es inusual. Es verdad que en las reuniones de ITER, en torno a la mesa hay, al mismo tiempo, muchas nacionalidades pero, al final, todos hablan como una misma mente, han conseguido pensar como uno solo.

(JSM) Parece que siempre damos más importancia o valoramos más a los de fuera que a los de casa. En esa foto que nos hace de la mesa en el ITER, ¿qué lugar ocupamos?

(MEVA) En el ITER hay muchas contratas y muchos trabajadores españoles y somos empresas muy bien valoradas. Los españoles somos muy autocríticos con nosotros mismos, lo que está bien, si no nos machacamos excesivamente.

(JSM) ¿Es el desconocimiento de lo nuestro lo que nos lleva a pensar que no somos capaces de estar a la altura de otros países?

(MEVA) Estoy segura de que sí. Yo siempre digo que la impopularidad de la energía nuclear viene determinada, en buena medida, porque tuvo un principio fatal que fue la bomba atómica. Desgraciadamente, después hemos tenido un Chernóbil y un Fukushima, y todo eso no ayuda, pero las personas no ven la cantidad de tecnología que hay detrás de la energía nuclear, el personal altamente cualificado y profesional que trabajan en mejoras y en seguridad, para hacer las plantas seguras. Además de económicamente, es una energía interesante, de base, que no contamina…

(JSM) ¿Y los residuos?

(MEVA) Está muy controlado. Lo que más polémica suscita son los residuos de larga vida. Se almacenan en contenedores. Son tanques tan seguros que si te acercas y los tocas no recibes radiactividad. Sabemos que es algo que tendremos que custodiar durante muchos años, pero sabemos que podemos hacerlo de forma segura, y que además representan un gran valor para el futuro, cuando la evolución de la técnica lo permita, puesto que la capacidad energética empleada en un elemento combustible ronda el 4%.

(JSM) Un editorial de la revista de la Sociedad Nuclear Española hablaba de la ciberseguridad de las centrales nucleares. ¿Estamos preparados para las amenazas del ciberespacio en el sector nuclear?

(MEVA) Sin duda. En el último gran ataque que tuvimos a nivel mundial, que casi paraliza medio planeta, las centrales en España entraron en posición segura, cortaron todo tipo de acceso y no hubo fuga datos o ningún otro tipo de problema. También es un sector en el que se va aprendiendo día a día, pero ya hace muchos años que se viene trabajando en ello y la prueba es que, en este ataque, ha habido empresas importantes que han tenido problemas y las centrales nucleares no han tenido absolutamente ninguno.

La Directora de Desarrollo de Negocios de ENSA. Fotografía © Izaskun Lekuona.

(JSM) También es presidenta del Cluster de la Industria Nuclear de Cantabria (CNIC), ¿hay tantas empresas dedicadas a este sector como para que sea necesario un Cluster?

(MEVA) Ahora mismo somos quince empresas. Todas las asociadas se dedican al área nuclear, pero no todas las que se dedican a esta área están asociadas. Equipos Nucleares, que trabaja exclusivamente en lo nuclear y además a nivel internacional es, de alguna forma, el motor del Cluster. Quizá en Cantabria, en comparación con otras regiones, hay más presencia de empresas que trabajan en este sector. Realmente un Cluster no surge de una necesidad, sino de la oportunidad de poder aglutinar las experiencias, el conocimiento, el saber hacer,… facilitando, por ejemplo, la preparación ofertas conjuntas.

(JSM) ¿Cómo llega María Eugenia Vega a la industria nuclear? ¿Lo tenía claro desde pequeña?

(MEVA) No. Cuando era pequeña quería ser maestra. En mi casa había mucha presión, sobre todo por mi abuela, para dedicarse a las profesiones “femeninas”, muy enfocadas a las mujeres, así que en esta fase también estaba entre las alternativas la enfermería, pero luego perdí mucho interés por eso, y con 12 o 13 años empezaron a gustarme las carreras técnicas. Iba enfocada a la arquitectura, no sé porqué en el último momento di ese bandazo y me fui a la ingeniería industrial. Yo creo que acerté.

(JSM) ¿Quién la animó y quién le dijo que ese no era su camino?

(MEVA) Tuve alguna presión por parte de algún profesor. Me decían, ¿tú que eres una persona muy humana, te vas a meter a una ingeniería que son todos cabezas cuadradas? En casa me animaron mucho, sobre todo mi hermano mayor que es jefe de máquinas (maquinista naval) y siempre estuvo en carreras técnicas. Mi madre, que siempre he pensado que fue uno de los mayores alicientes que he tenido, nos empujó mucho a mi hermana y a mí, para que estudiáramos y nos forjáramos una profesión en la vida y, sobre todo, a que fuéramos autónomas económicamente.

Mi madre no tuvo la posibilidad de estudiar. Trabajaba en casa haciendo los ajuares de novias, los faldones de bautizo… se dedicaba a eso, hasta que pudo, hasta que la espalda ya no la dejó. Ella tuvo muy claro que la mujer debía trabajar y lograr una independencia económica.

Sobre los autores

Esta entrevista ha sido realizada por Javier San Martín (@SanMartinFJ) e Izaskun Lekuona (@IzaskunLekuona) y es una colaboración de Activa Tu Neurona (@ACTIVATUNEURONA) con el blog Mujeres con Ciencia.

1 comentario

  • Cómo quisiera ser participe de algo tan grande y maravilloso, mucho éxito, les mando un abrazo

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