STEMettes es una asociación creada en el 2014 que trabaja, sobre todo en Gran Bretaña e Irlanda, para inspirar y alentar a las jóvenes a estudiar carreras científicas (ciencia, tecnología, ingenierías y matemáticas) conocidas como STEM.
Las STEMettes, que obviamente se inspiran para su nombre en las Sufragettes, las mujeres que lucharon por conseguir el voto femenino a principios del siglo XX, desarrollan distintas acciones para acercar la ciencia a las jóvenes y en su web tienen iniciativas pensadas para niñas y jóvenes desde los cinco años.
Una de las confundadoras, Jacquelyn Guderley, publicó recientemente un artículo titulado Girls in STEM: Smashing the stereotypes con una serie de consejos e indicaciones para padres, profesores, colegios y sociedad en general para fomentar la diversidad de vocaciones entre las niñas y, sobre todo, para terminar con los estereotipos que las niñas encuentran al crecer y que les restan confianza y seguridad a la hora de elegir una determinada carrera profesional.
1. Abrir puertas
No puedes ser ni pensar en llegar a ser lo que no ves, lo que no sabes qué existe, por eso hay que dar oportunidades a todos para conocer todas las opciones que están a su alcance.
2. Ir más allá de las etiquetas
Cuando en la radio, en la prensa, en los colegios, en las charlas, en cualquier sitio decimos «los niños que vienen de familias con bajo nivel de renta no acceden a la universidad» o «las niñas estudian menos carreras científicas o se rinden antes», estamos constatando un hecho pero, a la vez, otorgamos etiquetas a esos niños y jóvenes que piensan en sí mismos con esas etiquetas. Ellos mismos se etiquetan a partir de la realidad que la sociedad les cuenta.
3. Empleos para las niñas
Es muy importante que las niñas y las jóvenes entiendan que los empleos científicos no son algo exclusivo de los hombres. Las niñas adquieren desde muy pequeñas la idea de que los científicos son hombres, la tecnología es para los chicos y los grandes empleos en investigación están ocupados siempre por hombres. Además, existe también la idea de que la ciencia es para ricos. Los jóvenes necesitan saber que los trabajos científicos están ocupados por gente como ellos, como sus padres, su vecino o la mujer con la que se cruzan todos los días en el autobús.
4. Acabar con los estereotipos
La confianza en uno mismo es algo que hay que trabajar. Podemos otorgar confianza en sí mismas a las niñas desde el primer momento, podemos incluso cambiar la idea que tienen sobre ellas mismas para inspirarlas confianza a la hora de elegir estudiar ciencias. No digamos «las niñas no quieren/no estudian ciencias», animemos a todas a que exploren sus opciones.
5. Recordar a las pioneras y a las mujeres que trabajan en ciencia actualmente
La presencia de las mujeres en la ciencia ha sido siempre constante, con grandes figuras a las que la humanidad debe importantes avances. El problema no es que no haya habido mujeres, el problema es la visibilidad que esas mujeres han tenido y tienen ahora mismo en el sistema educativo. Lo mismo ocurre con la presencia de mujeres científicas en activo. Estamos hartos de ver como a la hora de recabar la información de un especialista, la mayor parte de las veces se recurre a un hombre, invisibilizando el trabajo femenino en ciencia.
Presentar, mostrar, explicar a todas las mujeres científicas de la historia en los colegios es una manera de hacer sentir a las niñas que la ciencia es también cosa de mujeres, es también para ellas.
6. Encontrar algo que las inspire
Buscar, probar y encontrar el motivo que las inspire. Esto es un trabajo largo y complicado, no a todas las niñas les inspira lo mismo y, además, la motivación puede llegar por cualquier cosa. No hay que cerrarse a nuevos canales para llegar a conocer algo motivador: la tele, las redes, un cómic, un programa de televisión, una canción, cualquier cosa puede servir para enganchar a nuestras niñas y jóvenes con la ciencia.
7. Opciones para las niñas
No hay trabajos para hombres ni trabajos para mujeres pero eso no quiere decir que ahora debamos empeñarnos en que todas las niñas piensen en la ciencia como la opción «adecuada». Hay otras miles de opciones laborales y de estudio a las que dedicarse y todas son igualmente válidas. Se trata de que las niñas tengan la misma amplitud de posibilidades que los niños tanto en sus cabezas como en la realidad.
8. Buscar la oportunidad
Tenemos que pensar en la manera de abrir la puerta de la ciencia a las niñas, mostrarles el camino que otras mujeres ya han abierto a lo largo de la historia y que está ahí para ellas si quieren.
No debemos olvidar que las niñas, muchas veces, no estudian ciencias o se dedican a la tecnología no porque no quieran sino porque no saben qué pueden hacerlo, eso es lo que tenemos que cambiar.
Como dice Jacquelyn Guderley «cuando lo vean, podrán ser lo que quieran».
Hagamos que lo vean.
Sobre la autora
Ana Ribera (Molinos), historiadora con 16 años de experiencia en el mundo de la televisión. Autora de los blogs: Cosas que (me) pasan y Pisando Charcos.
3 comentarios
Maravillosa iniciativa, seria maravilloso que estuviera en todos los países. En mi familia hay dos mujeres en las ciencias; me siento muy orgullosa de ellas. La ciencia seria otra con más mujeres.
Gracias por tu comentario Lucia. De eso tratamos en este blog, de conseguir que haya más mujeres en ciencia y sean más visibles.
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