Olive Dennis, ingeniería, ergonomía y diseño sobre raíles

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Olive Wetzel Dennis (1908).

Si Mary Walton fue pionera en atajar los problemas que generaban los ferrocarriles hacia afuera, especialmente la polución en forma de contaminación por los humos y cenizas que constantemente escupían sus chimeneas, y también el intenso ruido que generaban al circular por las vías; Olive Dennis pensó en cómo mejorar los trenes por dentro.

Entre otras muchas ideas que puso en práctica y que ayudaron a atraer a más personas a viajar en los trenes, inventó y patentó el ventilador Dennis, un aparato que permitía la entrada de aire fresco en los vagones sin causar corrientes.

Olive Wetzel Dennis nació el 20 de noviembre de 1885, en Thurlow, Pennsylvania, aunque se trasladó a Baltimore siendo una niña.

Su interés por la ingeniería se desarrolló muy temprano. Tanto, que sus padres se sorprendieron al verla construir casas y muebles para sus muñecas, en lugar de coser ropa para ellas, que era lo que esperaban. También construyó juguetes para su hermano, entre ellos, la maqueta de un tranvía con asientos reversibles.

Se graduó en la Western High School. Fundada en 1844, es la escuela secundaria pública, sólo para chicas, más antigua de los Estados Unidos; y viendo su aptitud para el diseño y la ingeniería, se inscribió en el Goucher College, donde obtuvo una licenciatura en Artes en 1908, y un título de máster en matemáticas y astronomía en la Universidad de Columbia al año siguiente.

Después de terminar su maestría, enseñó matemáticas en una escuela profesional de Washington durante diez años, pero siempre mantuvo su amor por la ingeniería civil. Tras asistir a dos sesiones de la escuela de verano de ingeniería de la Universidad de Wisconsin, pasó un año completo en la Universidad de Cornell donde Olive Dennis se convirtió, en 1920, en la segunda mujer en obtener el grado en ingeniería civil por ese centro educativo.

Ingeniera de ferrocarril

A pesar de sus estudios, Olive tuvo que enfrentarse a los prejuicios de los empleadores, reacios a contratar a una mujer como ingeniera. Sin desanimarse, siguió intentando lograr su objetivo y se acercó a Daniel Willard, Presidente de la compañía de ferrocarril Baltimore y Ohio Railroad (B & O) y le pidió trabajo. Finalmente, en septiembre de 1920, consiguió entrar en el departamento de ingeniería de la compañía como dibujante.

Su cometido inicial fue diseñar puentes, pero a los pocos meses, Willard observó que, dado que la mitad de los pasajeros del ferrocarril eran mujeres, una medida práctica sería nombrar a una dama para mejorar el servicio a los pasajeros. Así, Olive Dennis fue ascendida a un puesto de reciente creación, “Ingeniera de Servicio”, en 1921.

Durante los primeros años desempeñando las tareas en su nuevo puesto, viajó mucho en los trenes de la compañía, experimentando y observando los problemas rutinarios a los que se enfrentaban los pasajeros.

Uno de los primeros cambios que realizó fue en el cuadro de horarios de trenes, que pensaba era innecesariamente complicado. Ella lo simplificó e hizo su consulta más sencilla para los viajeros.

A lo largo de su ocupado programa de viajes, a menudo pasó toda la noche en los vagones de pasajeros para testar los asientos o probar nuevos colchones. Encontró que los asientos sean incómodos y aportó muchas sugerencias para mejorar la opinión de los usuarios.

A lo largo de las tres décadas que trabajó en el ferrocarril, incorporó algunas de las comodidades que hoy disfrutamos en los viajes en tren, especialmente si son largos.

Los asientos parcialmente reclinables, la tapicería resistente a las manchas, la iluminación del techo de intensidad regulable o los tocadores para mujeres provistos de toallas de papel, jabón y agua fueron inventados e incorporados a los convoyes por Olive Dennis. También fue una defensora del aire acondicionado en los coches. De hecho, B & O fue la primera compañía del mundo en operar coches con aire acondicionado.

Otros inventos

Las materias investigadas y descritas por Olive Dennis en sus informes a la compañía fueron diversas y no se limitaron cuestiones propias de la ingeniería, sino que representaban diferentes líneas de actividad.

Probablemente nada estaba más alejado de su formación como ingeniera que el menú servido en los coches restaurante.

Realizó un estudio exhaustivo sobre dietética y nutrición en los trenes y, después de una investigación suficiente para asegurarse de que las autoridades de la compañía respaldarían sus ideas, elaboró una carta de menús ligeros con combinaciones más adecuadas buscando dietas más equilibradas.

Interior de un vagón restaurante.

Hizo especial hincapié en la incorporación de ensaladas para complacer a las pasajeras, que se habían mostrado especialmente interesadas en este aspecto. Sorprendentemente, cuando los menús ligeros fueron incorporados a las cartas del restaurante, probó que eran tan populares entre los hombres como entre las mujeres.

No sólo los menús, el propio servicio de comidas y el marco en que éstas se servían fueron también parte de su objeto de estudio.

Le llevó tres años completar la tarea de diseñar el atractivo menaje de porcelana de estilo colonial que se proporcionaba a los clientes en los vagones comedor.

La vajilla estaba decorada con motivos pictóricos alusivos a la historia de la compañía ferroviaria B & O y con recreaciones de lugares y vistas que los viajeros podrían disfrutar a lo largo del viaje.

El éxito de esta porcelana fue tal que, ejemplares de los platos para las cenas fueron reservados para ser vendidos como souvenir en la celebración del centenario de la compañía en 1927; durante las tres semanas que duró la Feria del Caballo de Hierro, se recibieron más de dos mil órdenes de compra para ser enviadas a todas las partes del mundo, y muchas más entre 1933 y 1934, en la Exposición Universal de Chicago. El público no sólo compraba los platos, sino servicios completos.

A Olive Dennis se le atribuye la frase: “No importa lo exitoso que pueda parecer un negocio, puede serlo aún más si se considera el punto de vista de las mujeres”.

También sugirió que a bordo de los convoyes deberían viajar azafatas, enfermeras y otros ayudantes listos para prestar sus servicios cuando fueran requeridos.

Reconocimientos

Olive Dennis fue una de las pocas mujeres de su época en embarcarse en los estudios de ingeniería y una pionera en la industria del ferrocarril.

En 1940 fue nombrada como una de las cien mujeres de carrera más destacada de su país y durante la Segunda Guerra Mundial sirvió como consultora de la Oficina Federal de Defensa para el Transporte, un organismo que entre 1941 y 1945 regulaba el transporte, por rutas públicas, de bienes considerados vitales para el esfuerzo bélico.

Se retiró en 1951 siendo la primera mujer en convertirse en miembro de la Asociación Americana de Ingeniería del Ferrocarril.

Olive Dennis murió el 5 de noviembre de 1957, en Baltimore, Maryland, a la edad de 71 años.

Sobre los autores

Colaboración realizada por Javier San Martín e Izaskun Lekuona (Activa Tu Neurona, @ACTIVATUNEURONA) para el blog Mujeres con Ciencia.

2 comentarios

  • Javier e Izaskun, os habeis lucido con este artículo. Me ha parecido estupendo y la frase “No importa lo exitoso que pueda parecer un negocio, puede serlo aún más si se considera el punto de vista de las mujeres”, me encanta. La creatividad de Olive Dennis y su talento están muy bien reflejados.
    Un cordial saludo.

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