Ser mujer en la época victoriana era sinónimo de debilidad, pero también de ser frágil, dependiente, histérica y poseer una mente varios puntos inferior a la del hombre. Durante gran parte del siglo XIX la mujer no podía aspirar a brillar ni académica ni atléticamente, y aquellas que lo intentaban eran advertidas del terrible riesgo que asumían. La medicina convencional era clara en ese punto: soñar con estudios universitarios conducía a la locura, la infertilidad, o a ambas cosas. En medio de ese estado de cosas, Philippa Fawcett triunfó en el reto más difícil de todos ellos al situarse en primer lugar en el Mathematical Tripos de Cambridge en 1890; lo que obligó a una reevaluación de la creencia sobre la supuesta inferioridad del llamado “sexo débil”.
Philippa Garrett Fawcett nació en Cambridge, Inglaterra, el 4 de abril de 1868 y murió, también en Cambridge, el 10 de junio de 1948. Sus padres fueron Henry Fawcett y Millicent Garrett, en muchos aspectos bastante más famosos que su hija. Millicent Garrett también tuvo una hermana famosa, Elizabeth Garrett Anderson, primera mujer en graduarse en medicina en la Universidad de St. Andrews y pionera en la lucha por el derecho a ejercer como médica.
Millicent y Henry se casaron en 1867. Henry había estudiado en Cambridge, donde se había presentado a la primera parte del examen final de matemáticas. En vista del resultado decidió continuar su carrera en la Economía y más tarde en la política. Cegado en un accidente de caza a los 25 años, en 1858, se convirtió en profesor de Economía Política en Cambridge en 1863 y fue elegido miembro del Parlamento, por Brighton, en 1865. Después de la boda, Millicent ayudó a Henry a desempeñar sus funciones, por las limitaciones que le imponía su ceguera; mientras que Henry siempre apoyó la labor de Millicent en pro de los derechos de las mujeres. Henry y Millicent tuvieron a su única descendiente, Philippa, en 1868; año en el que Millicent hizo su primer discurso a favor del sufragio femenino, iniciando así una carrera en la que llegó a ser Presidenta de la Unión Nacional de las Sociedades de Sufragio Femenino. Millicent también jugó un papel importante en la fundación, en 1871, del Newnham College, uno de los primeros centros universitarios ingleses para mujeres, junto con el Girton College.
Quizás para poder conocer un poco el ambiente en el que se crió Philippa, sea bueno señalar que cuando Millicent publicó su autobiografía Lo que recuerdo no mencionó el nacimiento de su hija, pero sí que a los dos años Philippa estuvo presente en las reuniones en las que discutieron la creación del Newnham College. Por otra parte, uno de los pocos recuerdos que sobrevive de la infancia de Philippa es la de patinar junto a su padre a lo largo del río, de Cambridge a Ely, una distancia de más de 15 millas, silbando para guiarle.
De la primera educación de Philippa se ocupó Jane Smith, una maestra formada en el Newnham College en 1872, que era amiga de la familia Fawcett y llegó a la casa familiar de Cambridge para leerle a Henry. Cuando Henry perdió su escaño parlamentario por Brighton (1865-1874) fue elegido para representar a Hackney (1874-1884), en el condado de Middlesex, en Londres, lo que obligó a la familia a repartir su hogar entre Cambridge y Londres, por lo que la educación escolar de Philippa se desarrolló en Londres, primero en el Clapham Middle School y luego en el Clapham High School. Durante este período ella vivía con sus padres cuando éstos estaban en Londres y con una familia de Worcester Park, cuando sus padres se desplazaban a Cambridge.
A los 15 años Philippa ya mostraba unas dotes notables para las matemáticas, por lo que sus padres decidieron contratar un tutor para ella. Al año siguiente Henry Fawcett, su padre, falleció. Ese mismo año Philippa comenzó a asistir a clases de matemáticas simultáneamente en el Bedford College –primera universidad británica en permitir la asistencia de las mujeres, que más tarde pasaría a formar parte de la Universidad de Londres– y en el University College of London, donde estudió Matemáticas Puras y Aplicadas entre 1885 y 1887.
Los resultados sobresalientes en Álgebra y Geometría de Philippa Fawcett le permitieron obtener una beca Gilchrist para estudiar matemáticas en el Newnham College de Cambridge. Allí compaginó su trabajo académico con otras actividades como la participación en el equipo de hockey del Newnham o tomar parte en los debates del College.
En Newnham, Fawcett trabajó duro en sus estudios matemáticos. Su éxito en el examen del Trinity Intercollege, al que se presentó después de dos años en Cambridge, hacía presagiar que iba a sobresalir en los exámenes del Tripos de 1890; pues, aunque en ese momento sólo los hombres tenían derecho a ser clasificados como Wrangler, las mujeres aparecían en lista aparte desde que 10 años antes, en 1880, otra mujer –Charlotte Angas Scott– consiguió el derecho para las mujeres a presentarse a dicho examen.
Sobre esta época de preparación del examen del Tripos, en la que estuvo asesorada por el profesor EW Hobson –considerado en su tiempo el segundo mejor entrenador para ese examen– señala Stephen Siklos, un matemático actual de Cambridge: “Fawcett llevó una vida disciplinada y ordenada, se levantaba a las 8 de la mañana y rara vez se acostaba más tarde de las 23:00 h. Estudiaba 6 horas diarias, pero se negó a ceder a la práctica, entonces habitual entre los aspirantes a Wranglers, de trabajar toda la noche con una toalla húmeda envuelta alrededor de la cabeza. Probablemente una de las razones de su comportamiento era que sabía que estaba siendo vigilada y no quería dar munición a los que pretendían hacer ver que los Colleges de mujeres estaban llenos de excéntricas.”
Las expectativas sobre el papel que desempeñaría Fawcett en el examen final eran altas, así lo comentaba su madre en una carta a un amigo: “Me voy mañana una semana a Cambridge y no volveré a ver a Philippa hasta después del examen. He decidido no ser demasiado ansiosa. Hay muchas cosas en el mundo más importantes que derrotar a otros en un examen.” Sin embargo, vencer a otras personas fue exactamente lo que hizo Fawcett en las 12 horas que duró el examen.
El presidente del tribunal de matemáticas ese año fue Walter Rouse Ball. Era su deber leer la lista de las mujeres después de haber leído previamente la lista ordenada de los hombres y así lo hizo. Cuando Rouse Ball empezó a leer la lista de mujeres dijo: “En primer lugar Miss Philippa Garrett Fawcett, por delante del Senior Wangler.” Fawcett se había convertido en la primera mujer en Cambridge en alcanzar el número 1 en el “Tripos”.
La noticia corrió como la pólvora por todo el mundo, con titulares como “Una Lady bate al Senior Wrangler” del Daily News; o bien el “Honor a Miss Fawcett: la chica que superó al Senior Wrangler” que encabezó una columna del New York Times. O con artículos como el del Telegraph del día siguiente: “Una vez más una mujer ha demostrado su superioridad frente a un mundo incrédulo y hostil… Acaba de caer la última trinchera, y toda la ciudadela del aprendizaje se encuentra abierta e indefensa ante las victoriosas estudiantes del Newnham y Girton. Ya no hay ningún campo del aprendizaje en el que no haya sobresalido una dama”. El último bastión del “machismo científico” fue derrumbado por esta joven de 22 años.
Desde una clave más interna, así recogía la noticia el North Hall Diary del Newnham College: “El gran acontecimiento del año ha sido el logro de Philippa Garrett Fawcett en el examen final de Matemáticas. Por primera vez una mujer ha estado por delante del Senior Wrangler. La emoción en el Senado cuando se leyeron las listas fue inigualable. Los aplausos ensordecedores de la multitud de estudiantes redobló cuando Miss Fawcett abandonó la Cámara del Senado por la puerta principal. A su llegada al College fue recibida con entusiasmo por una multitud de compañeros de estudios que le hicieron un paseo triunfal hasta el Clough Hall. Flores, cartas y telegramas llovieron durante todo el día. El College fue profusamente decorado con banderas. Por la noche, todo el College cenó en Clough Hall. Después de la cena se brindó por la directora, Miss Fawcett, por su entrenador Mr Hobson, y las Senior y Junior Optimes. A las 9:30 p.m. los jardines del College se iluminaron y se encendió una fogata en el campo de hockey, alrededor de la cual fue llevada triunfalmente tres vueltas en medio de gritos de ‘Para ella que es una buena compañera’.”
De una forma más personal relata el acontecimiento un primo segundo de Philippa, Marion: “… la galería estaba llena de chicas y unos pocos hombres… El suelo estaba atestado de estudiantes universitarios… los nombres de todos los hombres se leyeron primero, el Senior Wrangler fue muy ovacionado… Por fin, el hombre que había estado leyendo gritó ‘Mujeres’. Los estudiantes universitarios gritaron ‘Ladies ‘y durante un rato hubo un gran alboroto. Debe de haber sido un momento de gran nerviosismo para Philippa; el examinador no podía empezar a leer los nombres hasta que hubiera un período de calma, lo que solicitaba levantando una y otra vez la gorra, pero se negó a decir ladies en vez de señoras, creo… Al fin leyó el nombre de Philippa y anunció que estaba por encima del Senior Wrangler. Hubo prolongados vítores; muchos de los hombres se volvieron hacia Philippa, que esperaba sentada en la galería con Miss Clough y levantaron sus sombreros. Cuando el examinador pasó a los otros nombres, hubo gritos de ‘El nombre de Miss Fawcett de nuevo’, pero él no hizo caso. No creo que los nombres de las otras mujeres se hayan escuchado, porque los hombres estaban haciendo un ruído tremendo…”.
Millicent Garrett, siempre consciente de su papel de apoyo al sufragio femenino, escribió así sobre el éxito de su hija: “La noticia del sábado me hizo muy feliz. Sabrá que me importa, principalmente por el bien de las mujeres; pero por supuesto también me siento especialmente dichosa por el hecho de que ese gran paso haya sido realizado por mi hija.”
Después de su éxito en el examen final de matemáticas, Fawcett recibió la beca Kennedy Marion que le permitió realizar un año de investigación en Cambridge, a consecuencia del cual resultó la publicación de un un trabajo sobre dinámica de fluídos en el Quaterly Journal of Applied Mathematics. A continuación Fawcett fue nombrada profesora del Newnham College. De esta etapa suya como profesora en el Newnham College, uno de sus alumnos la recordaba del siguiente modo: “… la velocidad, la concentración y alegría por lo que estaba enseñando era contagiosa y también su paciencia con los estudiantes.”
Sin embargo sus intereses vitales superaban con mucho su carrera como profesora de matemáticas del Newnham College y en 1899 se tomó un descanso para pasar nueve meses de viaje por la India y Japón. Dos años antes su madre se había convertido en Presidenta de la Unión Nacional de Sociedades por el Sufragio Femenino y, en 1901, en la época de la guerra con los Boers, Millicent Fawcett fue enviada por el Gobierno Británico para realizar un informe sobre los campos de concentración británicos de civiles Boer. Philippa acompañó a su madre en esta misión que acabaría siendo un acontecimiento importante en su vida. En Sudáfrica vio que la gente que estaba en los campos de concentración estaba dispuesta a recibir educación. Sintió que era algo a lo que ella podía contribuir y al regresar a Cambridge solicitó permiso para volver a Sudáfrica para ayudar a establecer un sistema educativo en el Transvaal. Una vez conseguido el permiso, renunció a su puesto en el Newnham College y regresó a Sudáfrica en julio de 1902 como profesora de matemáticas de la Normal School de Johannesburgo. Sir Fabian Ware escribe sobre esta etapa de su vida: “Cuando regresó a Sudáfrica en 1902 fue nombrada secretaria particular del Director en funciones de Educación. En esa función se centró principalmente en el desarrollo de un sistema de escuelas agrícolas que permitieran satisfacer las demandas de la población Boer dispersa por toda la sabana. En estas escuelas, para obtener la confianza de aquellos con quienes hacía muy poco habíamos estado en guerra, era necesario que todos los funcionarios británicos empleados en este trabajo tuviesen un verdadero espíritu de conciliación y sus circunstancias personales fueron cuidadosamente analizadas. No cabe duda de que la deslumbrante trayectoria académica de Philippa Fawcett le aseguró un alto grado de confianza de los sectores de la población británica. Su ascendencia política le proporcionó puntos de contacto con los Boers, cuya simpatía se había ganado su distinguida madre. Philippa Fawcett era una trabajadora infatigable a la hora de perseguir sus fines aunque para ello tuviese que recorrer vías tortuosas. Ella puede ser realmente considerada como una de los fundadores del sistema educativo general en el sur de África.”
En 1905, Millicent se enteró que iba a ser cubierto un puesto en la Dirección de Educación del Condado de Londres y se puso en contacto con su hija para que lo solicitara. A pesar de no estar en ese momento en el país, lo que le impidió asistir a la entrevista personal, Philippa Fawcett fue nombrada para el puesto, desde el que jugó un papel central en el desarrollo de las escuelas secundarias.
Se retiró en 1934, después de haber alcanzado el rango más alto que nunca una mujer había tenido en el Consejo del Condado de Londres. Durante la mayor parte de este período vivió con su madre en Gower Street, en la casa sobre la cual –según Millicent Fawcett– habían caído en 1890 telegramas de felicitación como copos de nieve durante una tormenta.
Philippa Fawcett murió el 10 de junio de 1948, dos meses después de haber cumplido los 80 años, y justo un mes después de haber sido aprobada “La Gracia” que abría Cambridge a las mujeres. Había vencido a la sinrazón humana, los cerebros masculinos no tienen por qué ser superiores a los femeninos.
El siguiente poema anónimo, recogido en A Newnham Antology, fue escrito para celebrar el éxito de Fawcett.
Referencias
- Mike Dash, The Woman Who Bested the Men at Math, Smithsonian.com, 2011
- Philippa Garrett Fawcett, en la cima de la matemática victoriana, Matemolivares, 2014
- Stephen Siklos, Philippa Garrett Fawcett, 1868 – 1948, Newnham College, University of Cambridge, 2004
- Special Collections, London Mathematical Society
- Philippa Garrett Fawcett, MacTutor biography, University of St Andrews
- Obituario, The Times
- Larry Riddle, Philippa Fawcett, Biographies of Women Mathematicians, Agnes Scott College
- Miss Fawcett, Notes on the motion of solids in a liquid, Quarterly Journal of Pure and Applied Mathematics, Vol. 26 (1893) 231-258
- Newnham College Roll Letter, February 1949, 46-54. Newnham College Archives
Sobre la autora
Amelia Verdejo Rodríguez es doctora en matemáticas y profesora del Departamento de Matemáticas de la UVigo. Su página web es Matemáticas en pie de Igualdad.
8 comentarios
Les felicitó por su labor en pro de la mujer. Deseándoles que sus ejemplos impulsen a las jóvenes mujeres (en especial a las jóvenes Mexicanas) Exito
¡Muchas gracias! Un caluroso abrazo desde el otro lado del charco.
[…] Philippa Garrett Fawcett. Ser mujer en la época victoriana era sinónimo de debilidad, pero también de ser frágil, dependiente, histérica y poseer una mente varios puntos inferior a la del hombre. […]
Si fuimos el sexo débil , pero nuestra debilidad fueron las matemáticas.¿por qué ? por que somos capaces de ver muchas variantes y hemos sabido superar barreras por que hemos calculado muy bien.
Excelente material el cual desconocía en su totalidad. Felicidades por la publicación.
Este trabajo se me había pasado por alto. Quizás estaba de vacaciones y no lo vi bien. Me ha gustado mucho. Muy buen artículo, Amelia.
Saludos cordiales
Carolina
Le felicito, Amelia por este buen artículo.
Tengo una duda sobre el lugar de nacimiento y el de defunción, Dice que nació y murió en Cambridge, pero he leído en otras páginas que nació en Brighton y murió en Londres. Entre los enlaces a los que hace referencia, está http://www-history.mcs.st-and.ac.uk/Obits/Fawcett.html donde dice que murió en Londres.
Un saludo
Excelente artículo ! Gracias Amelia Verdejo
Fascinante la vida de estas grandes científicas un orgullo para las mujeres sus logros!