Frances Northcutt Poppy (1943): Houston, yo salvé la misión Apolo 13

Vidas científicas

Módulo de servicio dañado del Apolo 13 fotografiado
desde el módulo de mando después de la separación.
Imagen: Wikimedia Commons.

A las 21:08 del 13 de abril de 1970, dos días después del despegue de la nave Apolo 13, el astronauta Jack Swigert se comunicó con la NASA: “Ok, Houston, we’ve had a problem here” (“Vale, Houston, hemos tenido un problema”). Los tanques de oxígeno habían explotado y los astronautas estaban a unos 320.000 km de distancia de la Tierra. La situación era alarmante. Pero todo el mundo conoce esta historia: la misión lunar fallida que no acabó en tragedia, pero casi.

La supervivencia de la tripulación estuvo en manos de un equipo de ingenieros que contaba en sus filas con la matemática Frances Northcutt, más conocida como Poppy. Trabajaba para la empresa aeroespacial TRW Systems, que a su vez fue contratada por la NASA, para desarrollar programas que calculaban las trayectorias en las misiones para la vuelta a la Tierra de la tripulación. Los controladores de vuelo de la NASA no conocían los programas del equipo de Poppy por lo que su ayuda fue vital en el centro de control.

En palabras de Northcutt: “Es como si tuvieran una nueva aplicación y aún no supieran usarla”. De esta manera, ella, junto a su equipo, programó el software que calculó las maniobras necesarias para que los astronautas del Apolo 13 llegaran sanos y salvos a la Tierra. Por ello recibieron la Medalla Presidencial de la Libertad, una de las más importantes de Estados Unidos.

En una entrevista que concedió a la BBC, Poppy explicó que su trabajo consistía en calcular los ángulos en los que se debían encender los propulsores y durante cuánto tiempo para asegurar que la nave estuviese en la trayectoria correcta para regresar a la Tierra, esto es, en el corredor de reentrada, un pasillo estrecho necesario para acceder a la atmósfera terrestre, para que la nave y la tripulación no sufrieran ningún daño. Se trata de un cálculo muy exacto; si la nave hubiese quedado fuera de ese pasillo, podría haberse quemado.

“La rubia en el control de la misión”

Sin embargo, esta no fue la primera misión, Poppy participó desde el principio en el Programa Apolo; fue la primera mujer ingeniera que llegó al centro de control de la NASA en 1968. Estudió matemáticas en la Universidad de Texas y comenzó a trabajar en la empresa aeroespacial TRW Systems. Antes de adentrarse en las misiones, fue «computadora humana», al igual que muchas otras mujeres que se encargaban de los cálculos matemáticos que ordenaban los hombres (la película Figuras Ocultas muestra este trabajo atribuido a mujeres, condenadas a estar en la sombra). Tras quince tediosos meses, fue promocionada al puesto de ingeniera asalariada.

Frances Northcutt.

Comenzó con la misión Apolo 8, que se vio acelerada por la competición que mantenían con Rusia por ser los primeros en llegar a la Luna. Asimismo, participó en la exitosa misión Apolo 11 que, tras trece minutos agónicos en los que se creía que fracasarían, finalmente “el Águila aterrizó”. Su trabajo consistía en calcular las trayectorias para el retorno de la nave pero también diseñar y construir el motor de descenso para el aterrizaje lunar del Apolo. Ocho días después, los trajo de vuelta a la Tierra. Uno de los reconocimientos por su trabajo pionero en el Programa Apolo fue que en su honor llamaron a un cráter lunar por su nombre.

En aquellos años, muy pocas mujeres pudieron trabajar en la NASA; ella lo hizo rodeada de hombres. No obstante, según indicó en una entrevista, fue “mucho más complicado” tener que lidiar con los medios de comunicación que con los propios ingenieros. Los medios eran sexistas y excluyentes cuando hablaban de mujeres y ella no fue una excepción. Poppy rescató el Apolo 13 y participó en la misión Apolo 11, pero para los periódicos solo fue «la rubia en el control de la misión» o «la rosa de Texas de la NASA». Del mismo modo actuó una emisora de la ABC, en 1968, cuando la invitaron para hablar de su trabajo en las misiones y solo le preguntaron por su apariencia.

Una lucha a favor de los derechos de las mujeres

Tras su paso por el Programa Apolo y constatar que existía la brecha salarial (a sus compañeros hombres les pagaban las horas extras y a ella no), Northcutt empezó a leer artículos sobre el movimiento por los derechos de las mujeres y decidió estudiar derecho por las noches en la Universidad de Houston porque quería amparar a todas las mujeres desde el conocimiento de las leyes. Se licenció en 1981.

Tal y como lo ha relatado ella en más de una ocasión, en aquella época no había mujeres en el departamento de bomberos y muy pocas ocupaban los puestos municipales. Ante esa realidad, ella trabajó para aumentar la presencia de estas en muchos ámbitos. Asimismo, se encargó de mejorar el tratamiento de la policía a las mujeres que denunciaban casos de violación, y no solo eso, ayudó a aprobar una ley que prohibía a los hospitales acusar a las que venían a hacerse las “pruebas de violación”. Poppy fue miembro de la Junta Directiva de la Organización Nacional de Mujeres y se sumergió en el Movimiento de liberación de las mujeres ayudando a coordinar manifestaciones y huelgas.

Frances Northcutt (2019). Imagen: Wikimedia Commons.

Todos conocen el momento en el que el astronauta Neil Armstrong aseguraba, con la Luna a sus pies, que la misión era «un pequeño paso para un hombre, pero un gran salto para la humanidad». Poppy también dio muchos pasos en la lucha, primero de forma solitaria, por los derechos de las mujeres desde la sala de control de la NASA, y más tarde, en las calles, arropada, entre compañeras. Ella calculó la trayectoria de las naves de vuelta a la Tierra, pero hizo algo más importante: dibujó el camino para que otras mujeres se iniciaran más adelante en el mundo de la ingeniería y el espacio.

Referencias

Sobre la autora

Uxue Razkin es periodista y colaboradora del blog de la Cátedra de Cultura Científica de la UPV/EHU Zientzia Kaiera.

3 comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *.

Este sitio está protegido por reCaptcha y se aplican la Política de privacidad y los Términos de servicio de Google