Luz Zalduegi, veterinaria con convicción (1914-2003)

Vidas científicas

Mi abuela era de Mallabia y con frecuencia nos contaba historias sobre los personajes ilustrados del pueblo, el cura, la maestra, el aguacil…. Pero nunca me contó nada sobre Luz Zalduegi. Conocí la historia de Luz Zalduegi Gabilondo por casualidad, buscando un artículo antiguo en una hemeroteca. Así fue como me encontré con aquella mujer nacida en el mismo pueblo de mi abuela, la primera mujer veterinaria del País Vasco.

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Luz Zalduegi Gabilondo.

Mallabia es un pequeño pueblo de Bizkaia. Aunque está situado en el Duranguesado tiene una fuerte relación con Gipuzkoa y en lo que respecta a la prestación de servicios, pertenece al Bajo Deba. Actualmente tiene alrededor de 1.200 habitantes, los mismos que tenía hace cien años. Allí nació, el 1 de junio de 1914, nuestra protagonista de hoy, Luz Zalduegi Gabilondo.

En aquella época la actividad económica principal de Mallabia eran la agricultura y ganadería. Quizá fuera ese uno de los factores que suscitó su interés por la veterinaria, pero parece ser que esa no fue la razón principal.

Luz nació en el barrio Osma de Mallabia. Era la menor de cuatro hermanos y hermanas. Su padre, Félix Zalduegi Aginaga, era secretario del Ayuntamiento y su madre, Josefa Gabilondo Iriondo, se ocupó de criar a los hijos. Los padres animaron por igual a sus hijas e hijos a estudiar y les enviaron a cursar sus estudios a Vitoria-Gasteiz. Pero en 1928 los cuatro jóvenes fueron a estudiar a Madrid ya que el hermano mayor, Miguel Félix, iba a cursar la carrera de veterinaria allí.

Una vez terminado el bachillerato Florencio y Pilar decidieron estudiar magisterio y Luz, por su parte, optó por estudiar veterinaria. A los padres les sorprendió la decisión, eran de la opinión de que los estudios de magisterio eran más apropiados para ella. Ante aquella decisión los padres de Luz pidieron a su hija que lo meditara: “piénsatelo bien, debe ser una decisión muy meditada porque es para ti y será para toda la vida”.

Luz tenía clara su opción, sabía que lo suyo era la veterinaria gracias a sus amigas Paquita y María Roldán. El padre de Paquita y María era administrador del Matadero Municipal de Madrid y las tres jóvenes solían acudir a visitarle a menudo. En aquellas visitas tuvieron la oportunidad de hablar con los veterinarios que trabajaban en el matadero y conocer de primera mano en qué consistía su trabajo. Esas visitas les llevó a a decidir que las tres querían ser veterinarias. A Luz le atrajo el trabajo que realizaban en aquellos laboratorios en torno a la producción de suero y vacunas y a los análisis de alimentos. Empujada por dicho interés, decidió seguir adelante y en el curso 1930-31 comenzó sus estudios, junto a sus amigas, en la Escuela de Veterinaria de Madrid. En el primer curso eran 192 alumnos, 4 de ellas mujeres.

Si bien fue capaz de superar la reticencias de sus padres, a su hermano Miguel Félix no le gustó nada la decisión de Luz. Él estaba en tercero de carrera y hasta asegurarse de que la decisión de su hermana era seria, le pidió que cursara el primer año por libre. Luz aceptó su petición y el primer año asistió a las clases como oyente. Pero se presentó a todos los exámenes y los aprobó con muy buenas notas. A la vista de los resultados, Félix dejó de lados sus dudas y no puso más pegas a su hermana.

El curso siguiente Luz se matriculó oficialmente y se convirtió en la primera mujer que cursaba estudios oficiales de veterinaria. El 18 de julio de 1935 terminó sus estudios con calificación de sobresaliente. Ese mismo año, a punto de terminar su formación, logró plaza de alumna asistente en la Cátedra de Química Inorgánica y Orgánica y Análisis Clínicos por oposición, e hizo las prácticas allí. Al terminar sus estudios preparó las oposiciones para ser inspectora municipal. Las aprobó en julio de 1936. Acababa de comenzar la Guerra Civil y volvió a su casa, a Mallabia.

Estando allí, el director de Ganadería del Gobierno Vasco, Martiniano Alkorta Sáez de Buruaga, acudió a ella para que se hiciera cargo del funcionamiento de los comedores que los servicios sociales habían abierto para dar de comer a quienes venían huyendo de Gipuzkoa. Aceptó la propuesta y se ocupó de los comedores sociales hasta que Bizkaia cayó en manos de los franquistas.

Pocos meses después logró plaza de inspectora municipal en Bermeo. Se dedicó a hacer análisis de bromatología a pescados y leche en el puerto, en el mercado y las fábricas de conservas. En diciembre de 1939 pidió plaza de inspectora en el Ayuntamiento de Eibar y, tras ser aceptada, se trasladó a trabajar allí. Pero en julio de 1940 presentó su dimisión para casarse.

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Luz Zalduegi Gabilondo con dos de sus compañeros de estudios, al finalizar los mismos.
El derecha de la fotografía es su marido, Leandro Carbonero.

Se casó con Leandro Carbonero Bravo, compañero de estudios. Tras finalizar la Guerra Civil la pareja se preparó para los empleos creados en el Protectorado de Marruecos y participó en las oposiciones. Pero Luz no hizo las pruebas. El mismo día de la oposición, el jefe de servicios de la convocatoria le dijo que ese puesto no era adecuado para las mujeres y le pidió que se retirara. Un año después prohibieron a las mujeres inscribirse en dicha oposición.

Leandro, su marido, aprobó la oposición y se fueron a vivir a Marruecos. Permanecieron cinco años allí y cuando Leandro estaba fuera, Luz sustituía a su marido haciendo las inspecciones en el matadero y en el mercado. En el mercado, las ventas del día no comenzaban hasta que el veterinario finalizase la inspección. Una mañana que realizaba su labor, una bilbaína que esperaba para comprar pescado comentó a la pescadera al ver a Luz inspeccionando el puesto: “Lo que nos faltaba, la mujer haciendo la inspección en lugar del marido. Claro, ¡si da igual quién la haga! Algún día pasará algo y tendremos un verdadero problema”. Cuando Luz terminó su trabajo y autorizó la venta de pescado, la pescadera respondió a la señora Amilibia: “Efectivamente, da igual quién haga la inspección, porque ella también es veterinaria”. Tras aquello pidió disculpas a Luz y con el paso del tiempo entablaron lazos de amistad.

La pareja vivió durante cinco años en Marruecos. Allí nacieron las dos hijas mayores. Posteriormente, en 1945 preparó las oposiciones al Colegio de Veterinarios de España y las aprobó. Tras obtener plaza, trabajó en el Instituto de Biología Animal. Allí investigó la fiebre aftosa y tuvo intención de hacer la tesis doctoral en torno a ese tema. Con el propósito de hacer el doctorado, se matriculó en el programa de posgrado pero finalmente no llegó a realziar la tesis.

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Luz Zalduegi en 1995. Fotografía tomada
en el homenaje que le brindó
el Colegio Oficial de Veterinarios de Gipuzkoa.

Del Instituto de Biología Animal pasó a la Dirección General de Servicios Agrícolas, para dirigir el Departamento de Investigación y Educación. Siguió investigando y se involucró también en tareas de inspección. Por ejemplo, fue responsable de vigilar la importación de aves en la aduana de Barajas. Desde 1955 hasta jubilarse trabajó en el Departamento de Estadísticas Agrarias del Ministerio de Agricultura. Entre 1982 y 1984 fue presidenta del Consejo Superior Agrario.

Luz Zalduegi Gabilondo estuvo colegiada en los colegios de veterinarios de Bizkaia, Gipuzkoa y Madrid. Nunca perdió el contacto con el País Vasco, donde sus hijos e hijas pasaban el verano en el caserío de su abuela. Con el tiempo compró un piso en la localidad Zaldibar para pasar las épocas estivales. Le gustaba ir a la playa de Deba y charlar con los amigos del pueblo.

Quienes conocieron a Luz Zalduegi destacan su buen hacer en el trabajo, su inteligencia, fortaleza, honestidad y humildad. Una mujer con gran rigor intelectual y que mostró un gran compromiso para con los demás. En 1995 recibió el homenaje del Colegio de Veterinarios de Gipuzkoa y en junio de 2014 los ayuntamientos de Mallabia y Zaldibar realizaron un acto público para rememorar el trabajo y la figura de la primera mujer veterinaria del País Vasco.

Referencias

Sobre el artículo original

Este artículo fue publicado en euskara bajo el título de Gure lehen emakume albaitaria: Luz Zalduegi (1914-2003) el 23 de enero de 2015 en la sección Emakumeak zientzian del blog Zientzia Kaiera.

Un especial agradecimiento a la autora del artículo por traducirlo para Mujeres con ciencia.

Sobre la autora

Uxune Martinez Mazaga es licenciada en sociología, posgraduada en gestión de recursos y comunicación. Es responsable de difusión científica de la Fundación Euskampus y editora del blog Zientzia Kaiera de la Cátedra de Cultura Científica de la UPV/EHU.

4 comentarios

  • Me ha gustado este artículo, Uxune, se me pasó por alto en su momento. La vida de Luz Zalduegi me ha sorprendido, sabía que fue veterinaria, pero que tenía tantos méritos. Ahora entiendo, además, por qué su hija, Pilar Carbonero, nació en Marruecos. Muchas gracias por compartir esta información. Saludos.
    Carolina

  • ¡Gracias por tus palabras, Carolina!
    Descubrir la carrera y trayectoria de mujeres como Luz Zalduegi abren nuevas puertas en la historia de la ciencia, que ha sido elaborada de manera sesgada y tendenciosa.
    Un fuerte abrazo.

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