Madeline Scotto (1914-2015) fue una profesora de matemáticas muy especial: comenzó a ejercer tarde en el colegio religioso St. Ephrem de Brooklin (Nueva York), y a partir de entonces nunca dejó de hacerlo durante sesenta años.
Llegó a la docencia por casualidad, en el año 1954: algunas de las hermanas de la sede central del colegio St. Ephrem en Pensilvania sufrieron un accidente de autobús cuando se dirigían a la escuela. Fueron hospitalizadas y el pastor de la comunidad pidió ayuda a sus fieles para que se encargaran de las clases mientras se recuperaban las docentes.
Madeline tenía entonces 40 años y cinco hijos, uno de ellos recién nacido. Ella y su marido vivían con los padres de Madeline, muy cerca del centro escolar; a pesar de su falta de experiencia como docente, su madre la animó y se encargó de los niños mientras ella trabajaba.
Así que Madeline inició su carrera como docente –una de las dos profesoras laicas del centro escolar–; unos años más tarde le ofrecieron ocuparse de las clases de matemáticas. En sus últimos años, ya retirada pero con el deseo de seguir activa, siguió como profesora de apoyo de matemáticas, tutorizando y preparando a niñas y niños para concursos de matemáticas a nivel regional.
Madeline formó parte de la primera clase que se graduó en el colegio St. Ephrem de Brooklin en 1928, y en ese mismo centro enseñó matemáticas a niñas y niños de varias generaciones.
En diferentes entrevistas que le realizaron con motivo de su centenario, comentaba que las matemáticas siempre le habían apasionado.
Más información
- Álvaro García Ruiz, Es profesora de matemáticas, tiene 100 años y la fórmula para vivir feliz muchos años, El Confidencial, 29 diciembre 2014
- Katie Honan, 100-Year-Old Math Teacher Still Going Strong at Brooklyn Elementary School, DNAInfo, 17 octubre 2014
Sobre la autora
Marta Macho Stadler es doctora en matemáticas, profesora del Departamento de Matemáticas de la UPV/EHU y colaboradora en ::ZTFNews y la Cátedra de Cultura Científica de la UPV/EHU.