La estadounidense Suzanne Corkin (1937-2016) es conocida principalmente por su trabajo pionero sobre la memoria humana. A través de investigaciones con pacientes con alzhéimer, párkinson y amnesia, esta neurocientífica aportó conocimientos profundos sobre cómo recordamos –y cómo olvidamos–, revolucionando nuestra comprensión de la memoria y los trastornos cognitivos. Más allá de sus contribuciones al campo de la neuropsicología, Corkin fue una mentora inspiradora y una defensora de la participación de las mujeres y las minorías en el ámbito científico.

Suzanne Hammond Corkin nació el 18 de mayo de 1937 en Hartford, Connecticut, EE.UU., siendo la única hija de Mabelle y Lester Hammond. Estudió psicología en el Smith College de Massachusetts y su formación de posgrado la llevó a la Universidad McGill en Montreal, Canadá, donde inició un doctorado bajo la dirección de la renombrada neuropsicóloga Brenda Milner.
Fue durante este período, en 1962, cuando Corkin conoció a H.M., un paciente cuyo nombre real –Henry Molaison– se mantuvo en secreto hasta el fallecimiento de este en 2008. Se trataba de un hombre con amnesia o pérdida de memoria severa adquirida como resultado de una cirugía cerebral, y fue sujeto de estudio de la tesis de Corkin, titulada Somesthetic function after focal cerebral damage (Función somestésica después de daño cerebral focal), en la que exploró la memoria táctil del paciente. Este encuentro inicial sentaría las bases de una relación de investigación que duraría décadas y revolucionaría la comprensión de la memoria humana.
Carrera vanguardista en la neurociencia de la memoria
Tras obtener su doctorado, Corkin se incorporó al laboratorio del neuropsicólogo Hans-Lukas Teuber en el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés) en 1964. Tras el fallecimiento de este en 1977, Suzanne asumió la dirección del laboratorio, y en 1981 consiguió una plaza de profesora en esta universidad.
Durante su carrera de más de cinco décadas en el MIT, Corkin dirigió el Laboratorio de Neurociencia del Comportamiento, centrando su trabajo en desentrañar sistemas de memoria específicos, sus bases neurológicas, y sus alteraciones en enfermedades como el alzhéimer y el párkinson. Desarrolló tareas conductuales para evaluar déficits cognitivos en estos pacientes y fue pionera en el mundo en el uso de métodos de neuroimagen humana, como la imagen por resonancia magnética funcional –técnica que muestra las regiones cerebrales activas al ejecutar una tarea determinada– para explorar cómo estas enfermedades afectaban las redes de memoria en el cerebro.
El legado de H.M.
El pilar principal de la trayectoria profesional de Corkin fue el estudio de H.M., a quien siguió investigando hasta su muerte. Una cirugía cerebral a la que el paciente fue sometido en 1953 para aliviar su epilepsia severa le había provocado una amnesia profunda, incapacitándolo para formar nuevos recuerdos a largo plazo. Sin embargo, su inteligencia y otras capacidades cognitivas permanecieron intactas, convirtiéndolo en un caso excepcional para investigar sobre la memoria. Corkin lo estudió desde 1962 hasta 2008, y tuvo que presentarse cada vez que se encontraban, ya que él no era capaz de recordarla.

La investigación de Corkin con H.M. refutó la idea de que la memoria se distribuía uniformemente por todo el cerebro, demostrando que la capacidad de establecer recuerdos a largo plazo estaba localizada en áreas concretas de los lóbulos temporales, incluyendo el hipocampo.
Además, su trabajo reveló la existencia de múltiples sistemas de memoria. Aunque H.M. no podía recordar conscientemente hechos o eventos nuevos, sí podía aprender y mejorar en tareas de habilidades motoras, como trazar una estrella en un espejo, sin tener conciencia de haberlo hecho antes. Esto estableció la distinción crucial entre la memoria declarativa o explícita –aquella que hace referencia a todos aquellos recuerdos que pueden ser evocados de manera consciente, como hechos o eventos específicos– y la memoria no declarativa o implícita –el tipo de memoria en la que las experiencias previas ayudan en la ejecución de una tarea sin que exista una percepción consciente de la existencia de esas experiencias–, mostrando que dependían de diferentes regiones cerebrales.
La obra de Corkin se plasmó en más de 150 artículos de investigación y diez libros. Su libro Permanent Present Tense, publicado en 2013, detalla la historia de H.M.
Mentora inspiradora y defensora de la participación de las mujeres en ciencia
Suzanne Corkin también fue una mentora ejemplar, ampliamente reconocida por su apoyo a mujeres y minorías en el ámbito científico. Su enfoque de mentoría se basaba en el respeto y la colaboración, tratando a sus estudiantes como pares y fomentando su independencia intelectual. Involucraba a su equipo en todos los aspectos de la investigación, desde la solicitud de subvenciones hasta la gestión del laboratorio, preparándolos exhaustivamente para sus futuras carreras.
Su compromiso con la igualdad era palpable en el laboratorio, compuesto por un elevado número de mujeres y hombres, donde Corkin mantenía las mismas expectativas para con todos, sin distinciones. Compartía sus propias experiencias y desafíos como mujer académica, alentándolas a defenderse y a no dejar que su género limitara sus aspiraciones profesionales. Practicó un modelo de conciliación familiar –tuvo marido, dos hijos y una hija– y laboral adelantado a su época, permitiendo atender llamadas familiares durante reuniones de trabajo. También abogó por la paridad salarial para las profesoras en el MIT.
Suzanne Hammond Corkin murió de cáncer de hígado el 24 de mayo de 2016 en Danvers, Massachusetts, a los 79 años. Fiel a su compromiso de comprender la memoria y otros aspectos de la función cerebral, dispuso que su cerebro fuera donado para fines investigadores.
Referencias
- Alice Cronin-Golomb, The Elements of Style: A Tribute to Suzanne Corkin, Journal of Cognitive Neuroscience (2013) 25 (1): 143–155
- Professor Emerita Suzanne Corkin dies at 79, MIT, 1 junio 2016
- The Man Who Couldn’t Remember, Nova, 1 junio 2009
- Geoff Watts, Suzanne Corkin, The Lancet, vol. 388, no. 10042 (2016) 336
- Suzanne Corkin, Wikipedia
Sobre la autora
Edurne Gaston Estanga es doctora en ciencia y tecnología de los alimentos. Actualmente se dedica a la gestión de proyectos en organizaciones que fomentan la difusión del conocimiento de la ciencia y la tecnología.