Cristina Romera Castillo es oceanógrafa y trabaja en el Instituto de Ciencias del Mar-CSIC de Barcelona. Es licenciada en Química por la Universidad de Jaén y doctora en Ciencias del Mar. Realizó su doctorado en el Instituto de Ciencias del Mar-CSIC de Barcelona. Tras esto, realizó una estancia postdoctoral en la Florida International University (entre 2012 y 2014), y posteriormente otra en la Universidad de Miami durante un año y medio. En 2016, se trasladó a Austria para hacer otra estancia postdoctoral en la Universidad de Viena.
En 2017, volvió a España, al Instituto de Ciencias del Mar-CSIC, al departamento de Física Oceanográfica y en 2018 continuó su trabajo en el mismo centro, pero en el departamento de Biología Marina y Oceanografía.
Sus investigaciones se han centrado en el ciclo del carbono oceánico. En concreto, en la biogeoquímica de la materia orgánica disuelta para entender el papel del océano en el secuestro de carbono. A partir de 2016, comenzó a estudiar el impacto de los microplásticos en los ecosistemas marinos y en el ciclo de carbono y cómo las bacterias podrían ayudar a su degradación.
Ha recibido varios premios nacionales e internacionales por su trabajo, entre otros el For Women in Science 2019 de L’Oreal-UNESCO; el Raymond L. Lindeman Award 2020 de la Association for the Sciences of Limnology and Oceanography (ASLO) o el International Rising Talents 2020 de L’Oreal-UNESCO.
Ha escrito un libro de divulgación científica, AntropOcéano, donde habla de forma sencilla y amena sobre nuestra huella en el océano. En él da un mensaje de esperanza al contar las potenciales soluciones para mitigar los problemas a los que actualmente se enfrenta el océano y qué acciones individuales se pueden llevar a cabo.

Imagen proporcionada por la investigadora.
1. ¿Cuál es tu área de investigación?
Mi área de investigación es la oceanografía.
2. ¿Por qué te dedicas a ella?
Me dedico a ella porque me gusta mucho ya que me parece muy relevante para entender cómo funciona nuestro planeta y cómo se comportará en un futuro. Además, hay mucho por hacer dentro de las ciencias del océano ya que sólo se conoce una fracción muy pequeña de este y aún hay mucho por descubrir.
3. ¿Has tenido alguna figura de referencia en tu trayectoria?
Durante mi trayectoria he tenido mentoras y mentores que han sido una referencia para mi. De ellos he aprendido a hacer una investigación rigurosa y a tener la paciencia suficiente que se requiere en un trabajo como este. También he tenido referentes que no he conocido, personas sobre las que he leído, que me han inspirado y me han servido de modelo. No puedo citar a una sola ya que ha sido una suma de personas de las que he ido conociendo su historia y su trabajo. No sólo dentro del mundo de la investigación sino también del arte o de la literatura. Creo que estos ámbitos tienen en común la constancia, la creatividad y la curiosidad. Y es muy enriquecedor complementar nuestro conocimiento fuera del ámbito científico.
4. ¿Qué te gustaría descubrir o solucionar en tu campo?
Hay muchas cosas que me gustarían. Me gustaría encontrar una solución al problema de la polución por plástico. Me gustaría conseguir que se conserve y proteja el ecosistema marino. Y que se frene el calentamiento global. Por estos objetivos estamos trabajando tratando de poner nuestro granito de arena.
5. ¿Qué consejo darías a quien quiera adentrarse en el mundo de la investigación?
La investigación es un trabajo muy interesante que requiere creatividad. También debe estar motivado por una curiosidad interna. Pero también puede ser duro. Las condiciones de trabajo y salariales no son muy buenas. Y normalmente, durante la carrera investigadora, hay más fracasos que éxitos. Debes mentalizarte y no desistir cuando algo no salga o no te den la beca que habías pedido. Por cada éxito, tienes nueve o diez fracasos. Es un trabajo para personas que estén muy convencidas, ya que implica mucha dedicación y resiliencia.