En lengua minan (o gen), en el sur de Togo, de donde son originarias la mayoría de las Nanas Benz, «nana» es un diminutivo cariñoso proveniente de «na» (o de «ena»), que significa madre o abuela. Aquí pierde la dimensión parental para expresar cortesía y respeto. Lo de Benz es porque estas mujeres viajaban en sus propios Mercedes.
El éxito de las telas estampadas
A mediados del siglo XIX, Indonesia pertenecía a Holanda. Durante sus idas y venidas por la isla, los comerciantes holandeses descubrieron telas de algodón estampadas por ambas caras con un proceso de encerado que permitía una tinción selectiva para hacer diferentes motivos impresos. Los holandeses llevaron la idea a Europa y fabricaron estos tejidos de colores brillantes, rebautizadas como wax en referencia a la cera utilizada en el proceso. Los primeros en dejarse seducir fueron los soldados ghaneses que en aquella época formaban parte del ejército colonial holandés, que luchaba en Java y Borneo. De regreso a casa, llevaron cargamentos enteros de tela. Ghana fue colonia holandesa hasta 1872 y allí se siguieron enviando estos tejidos wax desde Holanda. Los Van Vlissingen, una familia de armadores y comerciantes, se pusieron al frente de este negocio y extendieron las ventas por gran parte de África Occidental. Las telas eran muy resistentes, muy coloridas y con buenos precios. Fue un gran éxito y muchas mujeres de Togo viajaron a Accra para comprar telas directamente a los Van Vlissingen. Éstos, en 1880, fundaron la Vlisco African Company (VAC) que sigue teniendo muchas tiendas en África Occidental.
La aparición de las Nanas Benz
Todo cambió en 1960 con la llegada al poder de Kwane N’Krumah, el primer presidente de la Ghana independiente. Introdujo aranceles prohibitivos sobre el wax procedente de Holanda y construyó una gigantesca fábrica textil con la intención de sustituir a la fabricación europea y fomentar la economía local. Sin embargo, el experimento fracasó por cuestiones de corrupción e ineficacia. En pocos años, el wax holandés desapareció casi por completo de los mercados de África Occidental. Entonces entraron en escena las Nanas Benz. Con Togo ya independiente, el país creció mucho y muchos comerciantes abandonaron su profesión para ocupar puestos en la reciente administración pública en los que se ganaba más dinero.
Unas cuantas mujeres, una veintena como mucho, decidieron aprovechar este vacío para dedicarse al negocio textil. Su objetivo era sustituir a los comerciantes convertidos en funcionarios y reactivar el comercio del wax holandés.
¿Cómo se organizaron las Nanas para lograr esto?
«Si hemos tenido más éxito que nuestros vecinos o las mujeres de los países vecinos es porque nunca nos hemos echado atrás en el trabajo», diría Dédé Rose Creppy, una de las Nana Benz más famosas. A principios de los años 1970, el pequeño grupo de mujeres logró firmar un acuerdo de exclusividad con la VAC. Ésta se comprometió a suministrar el wax holandés, fabricado en los Países Bajos, únicamente a las mujeres del grupo que, por su parte, se encargarían de exportarla a toda África Occidental. En una sociedad muy patriarcal, los hombres no apreciaron el nuevo papel que sus mujeres desempeñaron en esta gran empresa. A su manera, las Nanas Benz serían referentes en la emancipación de las mujeres togolesas.
En los años 1970 y 1980, las Nanas Benz controlaban la distribución de tejidos en toda África Occidental. Sus ventas se extendieron desde Burkina Faso hasta el Congo pasando por Mali, Níger, Costa de Marfil, Benín y Nigeria. Con sede en Lomé, uno de los principales puertos de África Occidental y punto de entrada obligado para el wax holandés, con la exclusiva del VAC, estas sorprendentes mujeres de negocios tenían todo a su favor para monopolizar el mercado. La demanda hizo el resto. En países donde los bienes de consumo todavía eran escasos, las mujeres, pero también los hombres, compraban muy rápido estos tejidos de colores brillantes con los que se fabricaban, en particular, los famosos bubus. En la actualidad sigue siendo así, aunque quizá en menor medida.
Auge y caída del imperio
Con el tiempo, Dédé Rose Creppy y sus veinte colegas se consolidaron como una auténtica potencia económica. Viajaban regularmente a Holanda para discutir las nuevas tendencias con los estilistas de Vlisco. En los años buenos, el volumen de negocios anual de una Nana Benz podía ser de unos mil millones de francos CFA, es decir, casi dos millones de dólares; una auténtica fortuna para la época. Construyeron villas de lujo en las zonas residenciales de Lomé, compraron apartamentos en Europa, sobre todo en París, e importaron los primeros sedanes alemanes, BMW y Mercedes Benz a Togo. Se movían con estos vehículos e incluso los prestaban para grandes eventos como cuando el general Eyadéma, en 2005, recibió a varios jefes de Estado extranjeros y utilizó los coches de las Nanas.
Pero, a principios de la década de 1990, otras mujeres africanas, en Nigeria, comenzaron a fabricar telas wax, mucho más baratas que sus homólogas togolesas. El golpe de gracia lo dio China: invirtió masivamente en el mercado togolés, inundó el país con tejidos estampados usando ceras de forma industrial fabricados en Shanghái y vendió diez veces más barato que el wax nigeriano.
La técnica del encerado
Una revisión del proceso de estampado de las coloridas telas desde su origen artesanal hasta las copias chinas aporta información interesante. En la jerga comercial y de marketing, «estampado africano» es un término general que se usa para telas de algodón 100 % en colores vivos, que se imprimen utilizando resinas de cera y tintes para que tengan un efecto similar al del batik en ambas caras del tejido. El método se llama teñido con resina de cera porque la cera resiste al tinte y hace de barrera para que en esa parte encerada no penetre el color; y así es como se hacen los dibujos. También se conoce como supercera, java o ankara, y los tejidos denominados «supercera» tienen un aspecto brillante y rígido.
Todo comienza en Indonesia, porque es en este país donde el tejido conocido hoy como wax tuvo su origen en el batik. Esta manera de tinción en las telas utiliza una herramienta de grabado llamada canting, que contiene una pequeña cantidad de cera líquida caliente que permite realizar intrincados dibujos en la tela. En 2009, la ONU reconoció el batik como patrimonio cultural inmaterial de la humanidad.
Este método artesanal es muy antiguo. Los egipcios utilizaban el batik para decorar las telas en las que se envolvían las momias en el siglo IV a.C. Se cree que los javaneses empezaron a utilizar la técnica en el siglo VI y, desde entonces, la práctica ha alcanzado su máximo nivel allí. Se sugiere que llegó a Indonesia desde la India o Sri Lanka, aunque hay pruebas de que las comunidades no hindúes de la zona ya la utilizaban.
Con el transcurso de la historia, los tejidos europeos inspirados en el batik y producidos en masa fracasaron en Indonesia porque el método daba a los estampados un particular efecto «craquelado» por el sangrado del tinte que, para los javaneses, abarataba su aspecto. Si en el momento del teñido, la cera se parte en pequeñas fisuras, deja pasar el tinte y aparecen las líneas del craquelado. En Indonesia esto reflejaba falta de calidad y, sin embargo, para los africanos occidentales, estas telas a buen precio suponían un tejido nuevo y llamativo. La evolución del mercado y la tecnología rápida hicieron el resto.
Estampados con mensaje
El paño wax una vez pasado por las manos de una modista se convierte en una prenda de vestir, pero también en un canal de comunicación. Los mensajes que se añaden a los tejidos wax reflejan la vida diaria. Según cada evento, las industrias textiles crean un estampado; por ejemplo, la visita de un líder político inspira el diseño de telas con su cara impresa. También se imprimen motivos que caracterizan a una etnia, a una región o a una época o proponen ideas para un capricho o unas risas. Incluso existe todavía la tradición del estampado en wax para las etapas de la vida de una esposa o futura madre africana.
Por ejemplo, una mujer vestida con un tejido con los motivos de «hojas de quimbombó» significa que es una mujer sabia que sabe ahorrar trabajando duro para ganarse la vida. La hoja de quimbombó alude a un dicho marfileño: «hacer quimbombós» (la capacidad de ganarse la vida haciendo pequeños trabajos). En general son las mujeres viudas, divorciadas, solteras y emancipadas, en situación de tener que trabajar sin el apoyo del hombre.
Por otro lado, en algunas prendas aparece el mensaje «mi marido es capaz» y esto transmite el orgullo de la esposa hacia su marido. En ocasiones, como cuando aparece un problema en la pareja, el esposo ofrece esta prenda para hacerse perdonar. Este tejido tiene aún un cierto éxito aunque el motivo ya no sea dar la imagen del poder económico del hombre. Ahora la ropa wax no es tan cara.
El tejido llamado «los dedos» simboliza la unidad y la fraternidad que forman parte de los valores de África. Los motivos de dedos que lo componen tienen el significado de romper con el individualismo, visto como un comportamiento europeo. La elección del motivo de las manos representa la unión para conseguir desafíos comunes. El tejido wax «coyuntura» indica una crisis económica; en Costa de Marfil, cuando faltan los recursos, las prendas llevan hojas de mandioca que se comen en época de escasez. A veces el estampado representa la efigie de un líder político o religioso que inspira esperanzas y anhelos de un pueblo.
Ya las Nanas bautizaron sus diseños con nombres que supusieron pequeñas revoluciones en las formas de pensar de las mujeres: «el ojo de mi rival», «tu pie, mi pie», «si tú sales, yo salgo», …
Volviendo al tema de la calidad, la gente prefiere comprar tela estampada que imaginan que viene de Lomé (en realidad está fabricada en China). Las Nana Benz han sido reemplazadas por las «nanettes», mujeres con formación en el mundo de los negocios, que viajan a países asiáticos para importar tela, conocida como «imi-wax», para su empresa africana. Las prendas son ahora asequibles y la mayoría puede permitírselas. De cualquier modo, los tejidos wax, con sus estampados y sus mensajes, los artesanales o las imitaciones, son fascinantes.
Referencias
- Gaston-Breton, Tristan (2020). De si puissantes femmes d’affaires… l’étonnante histoire des «Nanas Benz » du Togo
- Grosfilley, Anne (2017). Wax and co. Anthologie des tissus imprimés d’Afrique. Ed. De La Martinière
- Le blog de Useam (2018). Épisode 3 de La Saga du Wax : La signification des motifs
- Taller Creativo Muysca (2021). Breve aproximación a los estampados de cera («wax») africanos
- TogoArchives (2025). The History of the Nana Benz of Togo
- Wikipedia (2025). Nana Benz
Sobre la autora
Marta Bueno Saz es licenciada en Física y Graduada en Pedagogía por la Universidad de Salamanca. Actualmente investiga en el ámbito de las neurociencias.