Edith Weyde, la química que inventó el Copyrapid

Vidas científicas

Presentado en 1949, Agfa-Copyrapid es un sistema de copiado de documentos basado en un proceso químico inventado por Edith Weyde. Por primera vez en la historia, era posible realizar fotocopias instantáneas directamente en la oficina. Esta química jugó también un papel clave en el desarrollo de la fotografía en color temprana.

Edith Weyde.

Edith Weyde nació el 17 de septiembre de 1901 en Praga. Desde pequeña estaba fascinada por el laboratorio de su abuelo, interesado por la botánica, la zoología y la química. También aprendió fotografía a una edad temprana gracias a su padre, profesor de enseñanza secundaria, y su abuelo.

Terminó su bachillerato en 1919 y, aunque deseaba estudiar química, trabajó durante cuatro años como asistente de laboratorio en la Verein für chemische und metallurgische Produktion (Asociación de producción química y metalúrgica) en Ústí nad Labem. Más tarde describió esta época como su etapa de aprendizaje más importante.

En 1923, comenzó a estudiar química en la Universidad Politécnica de Dresde. Cuatro años más tarde, terminó su doctorado con el químico Robert Luther (1868-1945) en el Instituto de Fotografía de esta universidad. Su tesis trataba sobre nuevos materiales para pantallas de rayos X.

En 1928, y gracias al apoyo de Luther, Edith comenzó a trabajar en el laboratorio fotográfico-fotoquímico de IG Farben en Oppau (ahora BASF). Cuatro años más tarde fue transferida a la fábrica de papel fotográfico Agfa en Leverkusen. En esa empresa emprendió una exitosa carrera, resolviendo numerosos y diversos problemas.

Fotografías «tropicales»

Uno de los problemas que tuvo que resolver fue el del almacenamiento y procesamiento de papel fotográfico en ambientes cálidos y húmedos, es decir, en condiciones tropicales. Para ello, desarrolló estabilizadores para recubrir las capas de papel fotográfico en ese tipo de ambientes.

Weyde se encargaba también de probar esos nuevos materiales. No dudaba en llevar su plancha para calentar las capas fotográficas en alguna de esas pruebas. Las bromas no se hacían esperar ante su incredulidad: defendía su plancha como un objeto manejable… y útil como electrodoméstico barato.

Copias y fotografías rápidas

Su desarrollo más importante fue la técnica de transferencia por difusión de sales de plata. En ella se basa el primer proceso de copia rápida a gran escala, el Copyrapid, con el que se podían hacer copias directamente en la oficina. Aunque lo inventó en 1938, fue presentado oficialmente en 1949.

Hasta entonces, hacer una copia era muy una tarea muy laboriosa: había que teclear los textos en una máquina de escribir y tomar imágenes, fotografiando y remodelando. Los dibujos, en su mayoría, se duplicaban a mano. El proceso Copyrapid hizo posible hacer una copia en un minuto. Bastaba con colocar dos hojas de papel, la copia original y una especial (transferida desde una transparencia negativa expuesta a la luz reflejada por el documento original) en la máquina copiadora (ver video) que las presionaba juntas y, tras 45 segundos, se separaban y la imagen positiva, la copia, estaba lista… como en las famosas cámaras Polaroid que tanto nos emocionaban (al menos cuando yo era pequeña) porque podíamos ver la fotografía al instante.

El nuevo método de copia fue un éxito en Europa; salió al mercado en Norteamérica en 1952. En diez años, sólo en Estados Unidos, se vendieron unas 300 000 copiadoras.

De hecho, esta técnica de transferencia por difusión de Weyde condujo al desarrollo de fotocopiadoras, películas instantáneas y cámaras instantáneas.

Edith también participó en el desarrollo de los primeros papeles Agfacolor a partir de 1937 y contribuyó al éxito de la fotografía en color temprana.

Una química reconocida

El trabajo de Weyde produjo más de cien patentes para Agfa. Sin embargo, la empresa nunca le permitió dirigir un laboratorio por ser mujer.

Pero ella tenía su propio laboratorio en el sótano de su casa; allí era la directora de todo lo que sucedía. Ese espacio estaba reservado fundamentalmente para continuar trabajando, tras su jubilación, en temas que le «preocupaban especialmente». Allí siguió experimentando en el revelado en seco de fotografías y en la restauración de imágenes antiguas.

Entre otros reconocimientos recibió en 1963 el Premio Cultural de la Sociedad Alemana de Fotografía (DGPh, 1963), fue nombrada miembro honoraria de la Society for Imaging Science and Technology (IS&T) en 1965 y de la Royal Photographic Society de Londresen en 1973.

Edith Weyde falleció el 10 de febrero de 1989 en Kürten, cerca de Leverkusen, donde una calle lleva su nombre.

Referencias

Sobre la autora

Marta Macho Stadler es doctora en matemáticas, profesora del Departamento de Matemáticas de la UPV/EHU y colaboradora en ::ZTFNews y la Cátedra de Cultura Científica de la UPV/EHU.

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