Nina Yevgenyevna Vedeneyeva, la cristalógrafa que estudió la coloración de los minerales

Vidas científicas

Desde sus puestos al frente de numerosos departamentos en instituciones rusas, la científica Nina Yevgenyevna Vedeneyeva (1882-1955) dedicó gran parte de su carrera investigadora al estudio de la coloración de los cristales minerales. También se destacó por el diseño y desarrollo de instrumentos que mejoraron los métodos de cristalografía óptica de la época. Sus métodos de investigación y diseños han sido ampliamente utilizados por la comunidad geológica mundial.

Nina Vedeneyeva.

Nina Yevgenyevna Vedeneyeva nació el 1 de diciembre de 1882 en Tiflis, entonces capital del virreinato del Cáucaso, perteneciente al Imperio ruso. Era la segunda de cuatro hermanos nacidos de Pelageya Ivanovna y Yevgeny Lvovich Vedeneyev.

Tras completar los estudios secundarios, Nina contaba con el apoyo de sus padres para estudiar arquitectura en Bélgica. De camino a Gante se detuvo en Lieja, y allí conoció a su futuro marido, Leonid Ivanovich Sirotinsky. Él era estudiante en el Instituto Electrotécnico de Lieja; ella cambió de planes para inscribirse en la misma escuela, en la que permanecería poco más de un año. La pareja se casó en Bruselas en julio de 1903 y se mudó a casa de los padres de Leonid, en Nikolaiev, en cuanto él terminó sus estudios. Allí nacería, a finales de aquel año, el primer y único hijo de Nina, Yevgeny.

Nina docente

En 1907, Vedeneyeva ingresó en el Departamento de Química de los Cursos Bestúzhev, la institución de educación superior femenina más importante y más destacada de la Rusia Imperial.

Tras graduarse, en 1914 comenzó a impartir clases en los Cursos Bestúzhev. En 1915, se matriculó en el Departamento de Matemáticas para seguir con su formación. Continuó enseñando, primero química, luego cursos sobre materia atómica y radiactividad, hasta 1919, año en que se divorció de Sirotinsky y se fue a pasar unos meses a Nikolaiev, donde seguía viviendo su hijo.

Incapaz de regresar a Moscú debido a la ofensiva de las fuerzas antibolcheviques contra la ciudad, Nina y su amiga Evgenia Avramenko se dirigieron a Melitópol, ciudad natal de Avramenko, donde impartieron clases en una escuela secundaria durante dos años. A partir de 1921, ambas enseñaron en la Universidad Forestal Estatal de Moscú; se trasladaron a Leningrado en 1925.

Al año siguiente, Yevgeny, el hijo de Nina, fue arrestado y acusado de ser enemigo del Estado por pertenecer al Movimiento Scout, actividad entonces prohibida en Rusia. Después de pasar seis meses en un campo de prisioneros, se le prohibió vivir en cualquiera de las principales ciudades de Rusia y fue enviado al exilio a Glázov. Se cree que fue entonces cuando Vedeneyeva conoció a su gran amor, la poeta judía Sofía Parnok.

Nina amante

La que era la pareja de Parnok en ese momento, Olga Tsuberbiller, era colega de Vedeneyeva en la universidad. Tsuberbiller era matemática y autora de varios libros de texto; fue ella quien ayudó a Vedeneyeva a obtener los libros que su hijo Yevgeny necesitaba para completar la carrera de matemáticas en el exilio.

Sophia Parnok.

La relación entre Parnok y Vedeneyeva se hizo más intensa a partir del momento en que esta dejó de vivir con Avramenko para mudarse con su hijo recién regresado del exilio, en 1931. Entre enero de 1932 y agosto de 1933, la poeta escribió una treintena de poemas dirigidos a Vedeneyeva, recogidos en los volúmenes Osa mayor y Bienes inútiles. Son poemas abiertamente eróticos dedicados a su amante, en los que Parnok hace pleno uso del doble sentido del lenguaje para burlarse de los censores que la tenían bajo el punto de mira.

Tienes los ojos abiertos y la boca cerrada.
Y yo tengo ganas de gritarte groseramente:
«¡Tú, mujer insensata! Haz que sea al revés:
cierra, cierra los ojos, y ábreme tus labios».

El poemario completo de Parnok, a menudo apodada como “la Safo rusa”, constituye un diario lírico de sus aventuras amorosas con las mujeres. Los poemas escritos a Vedeneyeva en particular representan la expresión lírica más honesta y sin adornos del deseo lésbico que puede encontrarse en la poesía rusa, incluida la actual.

A pesar de la belleza de sus poemas, la relación entre Sofía y Nina no fue fácil por dos motivos: porque se trataba de la primera relación homosexual de la científica y porque Parnok continuó viviendo con Tsuberbiller a lo largo de su relación con Vedeneyeva.

Vedeneyeva visitaba a Parnok en su casa casi a diario. De hecho, se encontraba junto a Parnok y Tsuberbiller cuando la poeta murió repentinamente en 1933 a consecuencia de un infarto. Aquello fue un duro golpe para Vedeneyeva, que acabó desarrolló un cuadro depresivo que arrastraría durante varios años.

Nina investigadora

A partir de 1930, Vedeneyeva se convirtió en jefa del departamento de cristalografía óptica del Instituto de Recursos Minerales de la URSS, situado en Moscú. Esta rama en la que se hibridan óptica y geología describe el comportamiento de la luz en medios anisotrópicos, es decir, cristales en los que la luz se comporta de manera diferente en función de la dirección en la que se propaga.

Superada la depresión, Nina completó su doctorado en Ciencias Físicas y Matemáticas en 1937 y se trasladó al Instituto de Ciencias Geológicas de la Academia de Ciencias de Rusia para dirigir su sección de óptica a partir de 1941. Cuando terminó la guerra, en 1945, Vedeneyeva se convirtió en supervisora del Laboratorio de Óptica Cristalina del Instituto de Cristalografía.

A lo largo de su carrera investigadora, Vedeneyeva estudió en profundidad los cristales minerales y su coloración, siendo partícipe de algunos de los primeros estudios de dispersión anómala en cristales transparentes. También investigó las variantes de color de los minerales arcillosos y clasificó las arcillas de los tintes orgánicos.

Además de científica, fue inventora; diseñó varios instrumentos para mejorar los métodos empleados en cristalografía óptica, por ejemplo un espectrofotómetro de campo que abordaba el problema del enmascaramiento del color debido a defectos cristalográficos. Sus diseños fueron ampliamente utilizados en geología, tanto en Rusia como en el extranjero.

En reconocimiento a su labor y contribuciones, Vedeneyeva recibió la Orden de la Insignia de Honor en 1945, el Premio Stalin del Estado en 1952 y recibió la Orden de Lenin en 1954.

Nina Yevgenievna Vedeneyeva murió en Moscú el 31 de diciembre de 1955, pocos meses después que su gran amiga Evgenia Avramenko. Tenía 73 años.

Referencias

Sobre la autora

Edurne Gaston Estanga es doctora en ciencia y tecnología de los alimentos. Actualmente se dedica a la gestión de proyectos en organizaciones que fomentan la difusión del conocimiento de la ciencia y la tecnología.

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