¿Cómo suena un eclipse?

Ciencia y más

Si mañana al levantarnos lo viéramos todo negro, literalmente, después del susto y si fuéramos capaces de pensar, sabríamos que el mundo seguiría en su sitio. Nuestra percepción de la luz y todo lo que implica estaría anulada por el motivo biológico que fuera, pero el entorno y sus leyes se mantendrían independientemente de nuestros sentidos. Toda la ciencia de lo cotidiano y de lo extraordinario seguiría imponiendo su orden en nuestras vidas. Para el exterior, nuestra ceguera pasaría desapercibida, incluidos humanos no demasiado cercanos emocionalmente.

Este es el paisaje por el que caminan muchas personas ciegas, que toma forma en sus cerebros a partir de estímulos no visuales. En ese bosque de neuronas puede saltar la pasión por la ciencia y no es extraño que esa inquietud por aprender sea el motor que active la necesidad de buscar otros recursos para acceder a esos conocimientos científicos.

Hay pocos hombres y pocas mujeres invidentes con bata blanca. Quizá se deba a las barreras que todavía no hemos derribado para poner la ciencia al alcance de todos.

Captura de pantalla de «Eclipse Soundscapes«.

Acabar poco a poco con esos muros es lo que pretenden los responsables del proyecto Eclipse Soundscapes: Citizen Science Project (ES:CSP), una iniciativa de ARISA Lab, que ha sido aprobada para cooperar durante cinco años con la NASA. Además de financiación, ES:CSP contará con la ayuda de expertos en la materia de la NASA y participantes del programa Ciencia Ciudadana para explorar cómo los eclipses solares, como los que se avecinan en 2023 y 2024, afectan a muchos ecosistemas y lo hacen de diferentes maneras. El proyecto quiere promover el aprendizaje inclusivo y accesible, con un enfoque especial en las personas invidentes o con baja visión (BLV, Blind/Low Vision).

Este programa nació con el objetivo de “hacer que el eclipse solar total de 2017 fuera emocionante y atractivo para todos, incluidas personas BLV”, dijo Henry Winter, cofundador de ARISA Lab junto con MaryKay Severino. El proyecto se inspiró en iniciativas de ciencia ciudadana de 1935, que planteaban que el comportamiento de los animales puede cambiar durante un eclipse solar total; un amigo de Winter perteneciente a un grupo de ciencia ciudadana le dijo que en el momento de la oscuridad total, cuando la luna ocultaba completamente el sol, un coro de grillos comenzó a cantar. Tan pronto como volvió la luz, los grillos se callaron. El profesor fue consciente entonces de que los eclipses afectan de diferentes formas a los ecosistemas y que éstas son susceptibles de investigación más allá de lo visual.

Con este proyecto, a través de una serie de talleres dirigidos por expertos de la NASA, los científicos ciudadanos ya recopilaron grabaciones de audio durante el eclipse de 2017, y analizaron datos acústicos para determinar cómo las interrupciones en la luz afectaban a los ecosistemas y sus ritmos circadianos. Los datos incluían paisajes sonoros registrados por el Servicio de Parques Nacionales y la Universidad Brigham Young durante el eclipse solar total de 2017, y se proponen recoger grabaciones del próximo eclipse anular de 2023 y del eclipse solar total de 2024. El diseño de los talleres, materiales y plataformas de aprendizaje será completamente accesible y garantizará la inclusión física, social y cognitiva.

Eclipse total solar de 2017. Imagen: Wikimedia Commons.

Muchos colaboradores apoyan este sueño de hacer que la ciencia sea accesible para todos: un consejo asesor de científicos especializados en bioacústica guiará a ARISA en el análisis e interpretación de los datos de paisajes sonoros, investigadores dedicados a la ornitología, a la ecología orientada a aspectos de luz y sonido, etc. Por su parte, la National Federation of the Blind, el GBH National Center for Accessible Media, ambos en Estados Unidos, y la asesora BLV, de la que hablaremos más adelante, Lindsay Yazzolino proporcionarán evaluaciones externas sobre accesibilidad. Regine Gilbert y sus alumnos del Programa de Medios Digitales Integrados de la Escuela de Ingeniería Tandon de la Universidad de Nueva York diseñará, implementará y probará las plataformas web de ES:CSP. El Consorcio de Educación en Ciencias Espaciales de la NASA creará redes y se encargará de la promoción de eventos. Además, su STEAM Innovation Lab producirá materiales educativos que se presentarán de forma completamente accesible.

Todos los participantes del proyecto de ciencia ciudadana ES:CSP están orgullosos de trabajar junto a la NASA para lograr que la ciencia y el espacio sean accesibles para todos. Ellos dicen que el objetivo final del proyecto no es solo ofrecer una experiencia divertida y educativa en torno al emocionante fenómeno natural de un eclipse, sino también desarrollar un marco inclusivo para mejorar la accesibilidad y la participación en ámbitos de ciencia, tecnología y matemáticas.

Podemos probar la plataforma que se diseñó para el eclipse total de 2017 en los enlaces que aparecen en las referencias, tanto en IOS como en Android. Veremos cómo es posible recorrer de forma táctil fotografías tomadas en diferentes momentos del eclipse y escuchar las variaciones de sonido al hacerlo. Notaremos que no suena nada cuando debajo del dedo tenemos una zona completamente oscura y cómo de forma gradual, la frecuencia del sonido se intensifica o disminuye dependiendo de la claridad o la penumbra. Estos recorridos táctiles pueden utilizarse para diferentes paisajes sonoros como volcanes en erupción, incendios forestales, etc. Las posibilidades son infinitas si en lugar de solamente tonos acústicos, el audio es más descriptivo y narra, por ejemplo, la porción de imagen que tocamos.

Eclipse Soundscapes. Imagen: Arisa Lab.

Una de las asesoras más importantes de estos dispositivos y otros más sofisticados es Lindsay Yazzolino: “Como investigadora completamente ciega y eterna entusiasta de las áreas de STEM, soy una gran fanática de la ciencia ciudadana. Sin embargo, he descubierto que muchos proyectos existentes de ciencia utilizan métodos visuales para la recogida y el análisis de datos, y por eso excluyen a tantas personas ciegas a las que les encantaría participar. Estoy muy ilusionada trabajando con mis compañeros de Eclipse Soundscapes para dar grandes oportunidades a científicos con alguna dificultad específica, para que puedan participar en estos proyectos tan apasionantes y del todo accesibles. Pueden aportar una perspectiva muy valiosa en el proceso de investigación”.

La carrera profesional de la científica cognitiva Lindsay Yazzolino pone de manifiesto su interés por la ciencia y su vocación de promover la diversidad y la inclusión en STEM. Como consultora para el diseño de dispositivos de audio y táctiles enfoca su trabajo en informar a los científicos sobre el hecho de que las percepciones del entorno aportadas por personas ciegas pueden ayudarles a tomar conciencia de otros aspectos que contribuyen a enriquecer la investigación.

Según Yazzolino, las experiencias culturales y educativas que se ofrecen a las personas ciegas tienden a ser creadas por personas que pueden ver y que traen sus prejuicios, incluso con las mejores intenciones. “Cuando la gente habla de ceguera, usa palabras como ‘sufrimiento’ y ‘superación’. No siempre se dan cuenta de que las personas ciegas pueden tener vivencias sensoriales muy interesantes y enriquecedoras”, dice. “La gente hace todo tipo de suposiciones incorrectas.”

Como ejemplo de un tópico que molesta a algunas personas invidentes, Yazzolino señala que, en las películas en las que aparecen personajes ciegos, estos siempre solicitan tocar la cara de alguien para hacerse una idea de cómo es. Pero para Yazzolino y muchas otras personas ciegas, una cara no es algo que dé demasiada información, además de que es difícil hacerse una representación del rostro de nadie, sin olvidar lo extraño que puede resultar ese gesto.

Lindsay Yazzolino.

Como todo el mundo, las personas con discapacidad visual tienen más probabilidades de alcanzar su máximo potencial si reciben una buena educación y se exponen a la cultura, la ciencia y todas las demás complejidades del mundo. Los libros en braille, que no todas las personas ciegas saben leer, existen desde hace casi 200 años, pero están apareciendo nuevas tecnologías. Las imágenes presentadas de manera táctil se están volviendo habituales, dándoles vida a partir de las páginas de libros y revistas digitales, desde pinturas famosas hasta microbios, mapas, gráficos y representaciones de órganos humanos. En algunas presentaciones “inteligentes”, por ejemplo, al tocar una imagen de una neurona, un audio sincronizado puede decirnos si estamos tocando el axón, las dendritas o el cuerpo celular. Contamos con la ventaja de recursos como las impresoras 3D que pueden convertir imágenes en objetos tridimensionales.

Muchos científicos están consultando de manera proactiva a personas ciegas sobre investigación y productos. La investigadora señala que lo que le atrajo de los laboratorios en los que trabaja fue que las personas que los dirigen creen en las personas ciegas y en sus capacidades.

En la actualidad, Yazzolino es contratista de Touch Graphics, Inc., una empresa de 22 años de Elkton, Maryland, que utiliza técnicas de visualización táctil en productos y exhibiciones para personas ciegas o con baja visión. La investigadora también realiza actividades de divulgación y colabora en estudios sobre personas ciegas en el Laboratorio de Neuroplasticidad y Neurodesarrollo de la Universidad Johns Hopkins. El desarrollo prenatal es una pasión particular para Yazzolino, en parte porque ha sido inaccesible para las personas ciegas desde siempre. No había ninguna manera de mostrar lo que ocurría dentro del útero de forma realista. “El proyecto de mis sueños es hacer modelos 3D del desarrollo embrionario y fetal para que las personas ciegas realmente puedan ver todo esto”, dice. “Me parece apasionante aprovechar las nuevas tecnologías para hacer que la ciencia cobre vida”.

No nos plantearemos preguntas trampa sobre qué hacen mejor las personas ciegas, pero podemos valorar la resolución de problemas como una capacidad muy desarrollada en ellas por cuestiones obvias. Tal vez porque cuando una persona es ciega, hay muchos problemas que resolver y es necesario buscar alternativas diferentes para llegar al mismo resultado. ¿O podríamos conformarnos y quedarnos sin hacer lo que hacemos o sin aprender lo que aprendemos si dejáramos de ver?

Referencias

Sobre la autora

Marta Bueno Saz es licenciada en Física y Graduada en Pedagogía por la Universidad de Salamanca. Actualmente investiga en el ámbito de las neurociencias.

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